¿El hombre es violento por naturaleza?

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   ¿El hombre es violento por naturaleza? Muchos nos podemos hacer esta pregunta, ya sea al enfrentarnos ante una persona violenta o bien, al ser uno mismo quien tome este papel, y justificar el comportamiento equivocadamente argumentando que se es así por genética. Sin embargo, en 18986, la UNESCO concluyo que no hay elementos biológicos o genéticos, más bien que la violencia es una construcción cultural.

      Ser agresivo en estos tiempos es muy normal, ya que esta forma de actuar es muy común entre los ciudadanos de hoy en día, la agresividad se puede observar en el noviazgo, las amistades, entre familias, matrimonios y en todo tipo de relaciones sociales. Pero el que sea habitual no quiere decir que sea lo correcto, más bien es una señal alarmante de que algo no está bien en la sociedad, de que las naciones están perdiendo esas guías de comportamiento que regulan la conducta de un individuo, tristemente se están perdiendo los valores; esos valores que demuestran nuestra personalidad, que dan una imagen positiva o negativa de nosotros hacia los demás, por los cuales se pueden apreciar nuestros sentimientos e intereses.

     Esta falta de valores es muy notoria, todo sabemos que los padres ya no educan de igual manera a sus hijos como en los siglos anteriores y existen muchos más factores que influyen en este cambio en la educación, y es ahí donde viene la interrogante “¿los valores comienzan en casa y no en la escuela?”, ya que ahora toda la responsabilidad de la educación, desde la valoral hasta la académica dicen que es asunto del sistema educativo, principalmente de los docentes, por lo cual los alumnos llegan a la escuela escasos de principios.

     Esta situación a la que se enfrentan los profesores es muy difícil, ya que la formación inicial y permanente de estos, no incluye la educación en valores. Es por ello que analizaremos la influencia de estos en la educación, desde la formación valoral, la formación docente, la familia y algunos factores que influyen en este entorno.

      “En el terreno de la formación valoral, el papel del docente es clave, y los docentes en general no han recibido una educación sistemática de esta naturaleza; tampoco han sido formados para formar a sus alumnos valoralmente” Schmelkes, Sylvia (2004). La formación de valores en la educación básica. 

     Todos sabemos que la enseñanza de los valores inicia en el hogar, y que los padres son quienes los promueven con lo que son y con lo que hacen, así como también los actos de otros adultos cercanos al contexto de los niños son significativos para estos; más tarde, estos valores deben ser ampliados y fortalecidos.

     La familia, es la primera escuela de valores, la persona forma sus primeros hábitos en el seno de su familia. En la actualidad estamos pasando por una crisis de valores, lo cual obliga a establecer reformas educativas que llenen el daño social que se vive; aunque de nada valdrán estos esfuerzos para mejorar la calidad educativa, si no existe una preocupación por parte de los padres en educar correctamente a sus hijos. [pic 2]

     Un grave problema es que los padres han comisionado su deber de educadores a otras personas, lo cual provoca  una pobreza de valores sociales, morales, afectivos y emocionales. Existe una incapacidad por parte de los padres para formar valoralmente a sus hijos, pues están muy ocupados en sus asuntos de “adultos” y  culpan por la mala educación de sus hijos a la escuela, sus amigos, los videojuegos, el internet, la televisión, o incluso, otros miembros de la familia.

     Es por eso que en la educación escolar los maestros deben promover los valores debido a que la escuela es la encargada formalizar parte de la educación que se adquiere en la casa.

     Sin embargo, como se menciona anteriormente los docentes no han recibido una educación académica exclusiva para que sean capaces de formar valoralmente a sus alumnos, no han sido instruidos para saber cómo llevar a cabo esta formación,   ni mucho menos que valores se han de transmitir. Los maestros son quienes están frente a grupo, quienes convive con los alumnos, son ellos los que deciden, piensan y sienten de acuerdo a las condiciones de enseñanza; es por ello que sus creencias, conocimientos y preocupaciones son tomadas en cuenta en el proceso de enseñanza-aprendizaje, con lo cual nos podemos percatar, que la formación valoral de los docentes depende justamente de las creencias y conocimientos que experimenta lo largo de todas las prácticas escolares a las que se enfrenta durante su formación.

     Los profesores deben estar conscientes de que formar en valores es una gran dificultad, ya que no solo se trata de enseñar cuales son para así transmitirlos, sino más bien se debe de crear un ambiente donde estos estén presentes, dar el ejemplo hacia los alumnos con sus actos. Los educadores deben de saber que el contexto que ellos generan es acorde a su forma de ser, por lo tanto si estos son respetuosos, responsables, honestos, tolerantes, serán capaces de crear un buen entorno y una buena relación con sus alumnos; en cambio, si los docentes son irresponsables, irrespetuoso, deshonestos, intolerantes, darán pie a comportamientos de este tipo por parte de los alumnos.  

     El maestro debe ser transmisor de valores, ya que es uno de los protagonistas principales en cuanto a la transmisión de estos, debido a que con su ejemplo y forma de actuar enseña, ilustra, por ello deberá estar muy atento a sus actitudes, palabras, gestos y tratar de que éstos sólo transmitan valores positivos. También debe ofrecer a sus educandos una atmósfera de confianza y no olvidar que en los nuevos enfoques de la orientación educativa, el docente, con su formación actual puede y debe poner en práctica la atención de sus alumnos en forma integral.

     Por otro lado sabemos que los valores se pueden ir perdiendo o adquiriendo con el paso del tiempo, así como también son necesarios y que cada persona los va creando, por lo tanto el principal papel del educador es el de ayudar a sus alumnos en dicho proceso de creación o de modificación de esos valores si es que ya los tiene y no son los adecuados.

     En lo personal, considero de suma importancia que la formación inicial y permanente de los profesores de educación básica incluya la educación en valores; ya que desde el inicio de este trayecto debe estar consciente que será un facilitador en la construcción de valores de sus alumnos y que muchos seguirán su ejemplo. Por ejemplo, si un joven que esté estudiando en la normal o cualquier otra institución formadora de docentes comete  una falta como robar o mentir, esto indica que está necesitado de valores, por lo cual sería necesario que recibiera una educación valorar que lo corrija, para así evitar que cuando este ya frente a grupo transmita estos ejemplos a sus alumnos o bien, que sus malas acciones se repitan ya sea hacia sus compañeros o bien hacia los educandos.  

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