El nacimiento del primer hijo

El nacimiento del primer hijo es para una pareja sin duda uno de los acontecimientos más importantes y hermosos de la vida. Sin embargo, esto también trae muchos ajustes y cambios en la rutina de la pareja y en la vida que estaban acostumbrados a llevar. Cuando los padres no son capaces de adaptarse adecuadamente a esta nueva etapa, deviene una crisis que puede resultar fatal para la pareja. Por eso, en el siguiente artículo te dejamos algunos consejos para que sepas cómo afrontar en pareja la llegada del bebé.

1. Es importante hablar de lo que está pasando. Negar la crisis no trae ningún beneficio. Cada uno debe poder expresarle al otro lo que está sintiendo y qué le gustaría y espera de la relación en esta etapa.

2. Es necesario evitar culparse mutuamente de los problemas que atraviesa la pareja. Es común que el hombre se sienta un poco fuera de la relación fusionada entre madre-hijo, y que por lo mismo culpe a su mujer de dejarlo de lado. Mientras que también es común que la mujer se queje de tener que hacer todo sola, reprochándole al hombre que no le ayude en las tareas de la casa y que se mantenga muy fuera. Esto se traduce en que ambos sienten al otro más lejos y por ello se culpan y reprochan mutuamente, cuando lo que se debería hacer es decirle a la pareja que se le extraña y que se le necesita igual que antes.

3. Ayuda mucho hablar con la pareja sobre lo difícil de la nueva etapa y sobre los desafíos que conlleva, explicitar la ayuda que uno requiere del otro como pareja y como padre/madre del hijo y pedirle al otro que cuando se sienta aparte o haya algo que le molesta, lo diga y converse a la pareja.

4. Se debe evitar reprochar al otro sobre la baja en la frecuencia sexual o en el deseo. Muchos hombres tienden a decir que su mujer ya no siente deseo después del parto, sin embargo no piensan que el retorno del deseo y de la sexualidad anterior no depende únicamente de la mujer. Para recuperar la vida sexual que se tenía antes del bebé, es necesario trabajar en equipo.

5. Reconocer que la llegada del bebé conlleva dificultades y una cierta crisis en la pareja, ayuda a ambos padres a relajarse y a pensar que ellos no son los únicos que atraviesan por esto. Es necesario normalizar en cierta medida lo que se está atravesando.

6. Hay que tratar de evitar criticarse mutuamente porque el otro no hace lo que yo espero que haga. En lugar de ello, es mejor concentrarse en las cualidades de mi pareja y en todo lo que es capaz de entregar a la relación y ahora a la familia. Si yo estoy continuamente criticando y devaluando al otro, este termina convenciéndose de que no es capaz, y por lo tanto, menos hace lo que yo espero que haga, mientras que si rescato sus habilidades, estoy promoviendo a que las muestre y las lleve a las tareas cotidianas.

...