El negocio de la Salud en Chile

El Negocio de la Salud.

        Según la definición de la OMS: “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Este bienestar es un principio que se consagra en la constitución chilena, a partir de la carta fundamental, donde el articulo 19 número 9 recita el derecho a la protección de la salud, refiriéndose específicamente a que el estado debe proteger el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación del individuo.

        Sicko, película del cineasta documentalista y escritor estadounidense Michel Moore, pone en evidencia el sistema de salud de Estados Unidos de América, con énfasis en la crítica hacia el modelo actual de salud que se tiene en este país, presentando una comparación con países como Canadá, Reino Unido, Francia y Cuba, que poseen sistemas sanitarios gratuitos.

        Es así como se hace inevitable analizar y comparar esta realidad con la situación de salud en Chile, que a simple vista pareciera estar mucho mejor en este ámbito que Estados Unidos, pero ¿Cuál será el destino de la salud pública en Chile? ¿Será que estamos en camino a un sistema equitativo de salud, donde el acceso algún día será gratuito? O más bien, ¿nos enfrentamos a la inevitable privatización de un derecho fundamental?

        Se entiende salud pública como “la ciencia y el arte de prevenir las dolencias y las discapacidades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y mental, mediante esfuerzos organizados de la comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las enfermedades infecciosas y no infecciosas, así como las lesiones; educar a los individuos en los principios de la higiene personal, organizar los servicios para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y para la rehabilitación, así como desarrollar la maquinaria social que le asegura a cada miembro de la comunidad un nivel de vida adecuado para el mantenimiento de la salud” (Milton Terris 1990). Lo normal es que cuando mencionamos este término, en su mayoría, las personas asocian el concepto con la pobreza, pensando que esto es dirigido a los ciudadanos vulnerables del país, cuando el objetivo principal de la salud pública es mejorar la salud de la población, en la que se incluye la totalidad de integrantes de la sociedad, sin diferenciar su situación socioeconómica y cultural.

        Esta discriminación no surge nada más del desconocimiento e ignorancia que se tiene del tema, sino que también influyen miedos que han sido inculcados de parte de nuestros gobernantes a lo largo de la historia, movidos por motivos económicos que se contradicen con lo que ellos promueven a diario que es la búsqueda de la justicia social y el mantenimiento de los derechos naturales de las personas. Entender la salud de una nación como un negocio es lo que ha llevado a naciones como Estados Unidos, a estar en una crisis importante, si bien es disimulada con bombardeos de publicidad, que presentan a este país como exitoso y desarrollado, digno de seguir, difícilmente vemos la otra cara de la moneda, la que crudamente nos muestra el documental Sicko.

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