El nuevo mundo y el viejo, según John H. Elliott.

El Viejo Mundo y el Nuevo, según J.H. Elliott

José Refugio Magallanes

El Viejo Mundo y el Nuevo, según J.H. Elliott

José Refugio Magallanes

INTRODUCCIÓN

El objeto de este trabajo conlleva doble intención: cumplir con una entrega académica para evaluación^[1] y, al mismo tiempo, ensayar por primera vez el análisis de una obra a través del diálogo con su autor de manera crítica. Esto último no significa que jamás se haya analizado un libro críticamente, sino que nunca se había presentado la oportunidad de hacerlo a manera de ensayo, con estructura y requisitos predeterminados.

La obra que se ha elegido para cumplir este propósito es la del autor John Huxtable Elliott, historiador e hispanista británico, cuyo título es El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650). La edición utilizada corresponde a la versión castellana de la Alianza Editorial de Madrid, España, 1972, con la traducción de Rafael Sánchez Mantero.

El requerimiento académico propone elaborar un comentario que consiste en una presentación de la estructura y contenidos principales del libro, contrastando lo que el libro dice con información recibida en las lecciones, de manera que se demuestre la comprensión sobre la raíz histórica de los problemas o argumentos que trata el libro y que se es capaz de dialogar de manera crítica con el autor, ya sea: corroborando lo que el autor dice con la información aprendida, completando aspectos que omite, o corrigiendo algo de lo que plantea.

Tal estructura, así predeterminada, resuelve gran parte de la dificultad que se presenta ante un novato en la lid de la expresión de pensamientos. En primer lugar, ayuda a vencer el temor de atreverse a criticar a un autor prolífico en obras especializadas y, por lo mismo, considerado experto en su materia en el mundo de los historiadores. En segundo término, facilita de antemano la construcción de un índice por el cual ha de fluir el desarrollo temático. Finalmente, implica una invitación a vencer un reto con la seguridad de que se va a ganar en experiencia y sin el riesgo al ridículo; el apuro es convencer al evaluador con lo que se ha aprendido.

Vayamos entonces a experimentar en esta aventura.

Estructura y contenidos principales del libro

Esencialmente, esta obra de John Elliott, está estructurada  a partir de cuatro conferencias dictadas en 1969, en ocasión de haber sido invitado por la Queen´s University de  Belfast para tratar asuntos de la Historia General de la Civilización. Su tema central es el impacto causado por el Nuevo Mundo (descubrimiento y procesos de conquista en América) en la Europa del siglo XVI y la primera mitad del XVII, bajo la premisa de realizar un acercamiento selectivo en asuntos y acotado al mundo ibérico de la América central y meridional.

El contenido de la primera conferencia, El impacto incierto, pude describirse mediante la metáfora de un noviazgo entre adolescentes en dónde la novia, América Indiana, queda accidentalmente embarazada por el novio, Europeo Hispano. Algunos de sus allegados supondrán que al adolescente varón se le echó a perder su vida, mientras otros dirán que fue lo mejor que le pudo haber sucedido; y hasta se juegan apuestas^[2]. Sobre la adolescente, opinarán unos que fue abusada por el novio, otros que aquello fue providencial: así lo marcó Dios en su plan de salvación para la humanidad. El novio aunque desconcertado, pide la bendición papal para el matrimonio, y apenas empieza a conocer a su desposada y a experimentar las consecuencias de una relación novísima. Mira a otros casos parecidos, entre otros al Chino con la Indochina, sólo para verificar similares rasgos de prejuicio e incertidumbre por parte del novio. Contrasta su nueva relación con las anteriores sin atinar todavía en la seriedad de su compromiso. América aún no da su opinión, pero pronto será escuchada. Lo único resumible es que la vida de ambos quedará vinculada para siempre.

En cuanto al Proceso de Asimilación, siguiendo el curso que permite la misma alegoría, es el novio el principal afectado. Pensamientos obtusos le asaltan, porque no acaba de conocer plenamente a la novia ni a consolidar su estado marital. Son evidentes las diferencias físicas, materiales, intelectuales y espirituales entrambos. No sabe hasta qué punto novia y prole serán capaces de adoptar evangelio, lengua, costumbres y demás elementos culturales que le son propios. Duda sobre cómo progresar en su relación, si con los principios que le heredaron los abuelos y padres –griegos y romanos–, o con los que le presenta la modernidad. Sus horizontes mentales así como los intelectuales cuentan con obstáculos, pero también con niveles de distinta conformación^[3] para irles salvando.

La Nueva frontera, es el tercer capítulo que trata de estudiar ya no las cuestiones especulativas, sino las de dos realidades: la económica y la política. En la figura del romance que se ha adoptado para esta descripción se trataría de la dote de la novia que, aunque es abundante está en los veneros de los campos de su hacienda, y por el momento la propia riqueza del novio le es suficiente para sacar adelante sus proyectos. Otro mayorazgo del entorno (la relación Portugal-Cabo Nueva Esperanza) provocará problemas de abundancia cuando se materializan ambas dotes en metales preciosos y los rendimientos de un nuevo comercio, nuevas rutas de navegación y una industria de renovados impulsos. Además de los bajos salarios, la devaluación de las monedas, la revolución de precios y otros elementos de la economía que conformaron un elevado coste de la vida en el entorno para los desposados varones, se activó una actitud psicológica que les hacía creerse los amos del mundo, y como consecuencia de esto, un gradual aburguesamiento y afeminamiento de sus costumbres.

El apartado final de la obra, El mundo atlántico, es como si tratara sobre la amplísima hacienda recibida en dote de la novia. Al pasar a ser propiedad familiar ha de recibir como nombre Primer Gran Imperio Oceánico. Además de complementar el asunto anterior de la nueva frontera, la extensión territorial que supone enlazar las dotes de los novios, toma en cuenta la intervención de otros mayorazgos que tratarán de ensanchar sus propiedades a costa de la hacienda del nuevo matrimonio. América Indiana se verá acosada por otros pretendientes, no ya por su doncellez, sino por los frutos que rinde su hacienda. Pondrán en entredicho la bendición eclesiástica del matrimonio para considerarlo nulo y procurarán ejercer su derecho al rapto de la desposada y a la ocupación efectiva de la hacienda dada como dote al jóven Europeo Hispano.

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