El objeto de la economía
Enviado por karolay • 1 de Agosto de 2011 • Monografía • 2.776 Palabras (12 Páginas) • 927 Visitas
1.- EL OBJETO DE LA ECONOMÍA
Antes de perfilar una definición formal de nuestra disciplina, nos parece oportuno buscar la caracterización esencial del objeto de la ciencia económica. Delimitar cuál es el objeto de estudio nos parece fundamental, pues puede ocurrir, como decía Robbins, que todos hablemos de los mismo sin habernos puesto de acuerdo todavía sobre el objeto de la conversación.
Empezaremos con las aportaciones de los “Economistas Clásicos”, quienes centran su interés en la riqueza y resaltan la importancia del consumo como fina de toda producción. En este sentido, para A. Smith, el principal objeto de la economía de cualquier país, consiste en aumentar la riqueza y el poderío de sus dominios. Por tanto, para este economista clásico, el ámbito de estudio de nuestra ciencia sería determinar las causas explicativas de la riqueza/pobreza de las naciones, clases sociales, grupos o personas (Smith, 1958).
Por su parte, J. Stuart Mill, centra su atención en la distribución, viniendo a definir la economía como la ciencia que estudia la riqueza y las leyes de su producción y de su distribución (Mill, 1951).
Sin embargo, como comenta el Profesor Castañeda (1968), respecto a la delimitación del objeto por parte de los Economistas Clásicos, descripciones de este tipo no pueden satisfacernos, pues esto no significa otra cosa que trasladar la cuestión a la determinación de lo que bajo la palabra “riqueza” deba entenderse. Debemos buscar la caracterización esencial del objeto de la ciencia económica a través de lo que denominamos “actividad económica”, que es como actualmente se entiende y que analizamos en los siguientes párrafos.
Para concretar el objeto de la economía, vamos a delimitar los rasgos propios del aspecto económico de la actividad humana. En este sentido, la primera característica sería la escasez de los medios empleados para la satisfacción de unas necesidades humanas que son ilimitadas. Generalmente, el fin que se persigue es que el individuo satisfaga, al menos, algunas de sus necesidades. A este respecto, los bienes y servicios obtenidos mediante la actividad que llamamos producción se consideran medios a través de los cuales se conseguirá el objetivo de la satisfacción de las necesidades de los consumidores.
Una segunda nota sería la necesidad de elección, dado que los recursos o medios disponibles para producir los bienes utilizados son escasos y las necesidades ilimitadas. Sin escasez de recursos los problemas económicos no existirían, pero, aún con escasez de recursos, si sólo existiera una opción con respecto a sus utilización, los problemas económicos no serían tales.
La existencia de escasez, al ser ilimitadas las necesidades y limitados los recursos, obliga a elegir. Para cualquier sociedad existe un límite, una “frontera de posibilidades” económicas, por lo que habrá que decidir cómo asignar los recursos para producir unos bienes u otros. El término que utilizamos para expresas los costes desde el punto de vista de las alternativas perdidas es el de “coste de oportunidad”.
Escasez de medios, necesidades ilimitadas, elección de fines y coste de oportunidad constituyen las ideas básicas que permiten comprender la actividad económica. Resumiremos utilizando las siguientes palabras del profesor Castañeda (1968, pág. 9): “Podemos sentar la conclusión de que la actividad económica es la que se dirige a la satisfacción e las necesidades humanas empleando medios escasos con arreglo al principio de máximo aprovechamiento”. En definitiva, será esta actividad económica el objeto de la economía y, más concretamente, los problemas que plantea la actividad económica. A este respecto, los profesores Dornbusch, Ficher, y Schmalensee (1989, pág. 3), exponen lo siguiente: “El problema económico esencial de todas las sociedades es el conflicto entre los deseos casi ilimitados de los individuos de bienes y servicios y los recursos limitados que puedan utilizarse para satisfacerlos”.
Para el profesor Lipsey, el objeto de la economía será la resolución de los problemas económicos que ocasionan el hecho de que los recursos de los países no sean suficientes para la producción de bienes y servicios que necesitan sus ciudadanos para la satisfacción de necesidades humanas. Estos problemas económicos se concretan en la siguientes preguntas (Lipsey, 1985, pp. 69-72):
1. “ ¿Qué bienes hay que producir y en qué cantidades?.
2. ¿Con qué métodos de producción se obtiene estos bienes?
3. ¿Cómo se distribuye la oferta de bienes producidos entre los individuos que componen la sociedad?
4. ¿Se utiliza la totalidad de los recursos de una país, o algunos se desaprovechan?
5. ¿Permanece constante el poder adquisitivo del dinero y del ahorro o está siendo erosionado por la inflación?
6. Crece cada año la capacidad de la economía de producir bienes y servicios o permanece estacionaria? ”
Objeto de la Economía
El objeto de la Economía lo constituyen los bienes y servicios que conjugan las modalidades de ser escasos y útiles para satisfacer necesidades. La tarea de transmutar la naturaleza humana no debe confundirse con la de manejarla" señaló acertadamente Keynes, el economista que quizá con mayor lucidez aprehendió el carácter real, profundo, de su disciplina, en su Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero. Ahí, el autor fue inequívoco en cuanto a la asunción de la economía como doctrina de la conducción, la guía, la orientación y dosificación, el gobierno, el control de los hilos —y en ningún caso discurso de ilustración, iluminación o mejoramiento de las almas. La reflexión keynesiana, dedicada a tratar "del sistema económico en conjunto y de lograr la ocupación óptima de todos los recursos del sistema", fue caracterizada precisamente por su creador, como un "arte práctico de gobernar". La economía es, pues, desde siempre pero con especial agudeza después de Keynes y hasta nuestros días, un discurso y una práctica de la gobernabilidad: del manejo de los hombres y sus conductas; del encuadramiento, tasación y predicción de sus acciones, del disciplinar. No es obvio, sin embargo, por qué y cómo las teorías económicas constituyen, o aún pueden constituir, un dispositivo de control, ya que, en su base —en su "fundamento", se hubiera dicho en otro tiempo— pareciera estar vedada esa posibilidad, toda vez que los
sujetos de lo económico, los actores de la teoría, deleznables como pudieran ser a veces desde una perspectiva moral, son racionales: cumplen en todo momento con la "Ley
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