El origen céltico y arcaico de la búsqueda del grial y el amor cortes

El origen céltico y arcaico de la búsqueda del grial y el amor cortes

Las visiones acerca del mundo que nos presentan las diversas culturas existentes en edad media, se pueden categorizar en base a la religión, la lengua, la actividad social, etc. Un referente muy importante sobre este tema es el de la jerarquización de género y las características determinadas que se les otorga al hombre y a la mujer. Podemos hablar de culturas absolutamente patriarcales, como el cristianismo o por el contrario, las matriarcales. Por otra parte, existe un tipo de visión que no es muy conocida popularmente y que apunta a un equilibrio o a un complemento de género. Esto es lo matrifocal o lo solidario. Bajo esta percepción se encuentra el pueblo celta, quienes dan origen al ciclo artúrico y que en sus leyendas tienen como centro la figura de la mujer.

Dentro del contexto medieval, los celtas instalan un tipo de cultura diferente a la normativa o a la dominante y son vistos como los “otros”. Son, por así decirlo, herederos de pueblos arcaicos como los sumerios de donde proviene la famosa leyenda de Gilgamesh. En dicho relato, aparece el personaje de Enkidú quien es fabricado por Aruru, diosa madre que ha creado a la humanidad. Enkidú cae en el bosque y vive de forma salvaje igualándose a las bestias, hasta que se le envía una prostituta sagrada, llamada Shamhat, con el fin de que deje la vida animalesca, madure y cumpla su misión. A través de la intervención carnal de esta mujer, Enkidú pierde su pelaje de bestia y se humaniza.

En base a esta leyenda (narrada en términos generales) se puede demostrar la visión matrifocal del pueblo sumerio, ya que la diosa madre es la encargada de fabricar la vida de los hombres y por su parte, la prostituta es una figura dual, pues integra lo “profano” y lo divino, elementos que son irreconciliables en la religión cristiana. Por consiguiente, el pueblo celta se caracteriza por ser anti-dualista y matrifocal, pues representa a la figura de la mujer como inicio y termino de la vida del hombre. La mujer, bajo la percepción de esta comunidad, puede ser ambivalente y tener dos caras. Puede integrar y conciliar elementos opuestos en sí misma como, por ejemplo, la vida y la muerte, amabilidad y crueldad, la corporalidad y la espiritualidad.  En conclusión, la mujer es la iniciadora del hombre y la que permite que este pase de un estado a otro, como lo hace Shamhat con Enkidú.

Del mismo modo, esta leyenda se puede comparar con el relato de Adán y Eva, pues Eva es la responsable de que Adán coma el fruto prohibido, lo que implica que adquieran el conocimiento y comiencen a fabricar artículos, como el taparrabos. En otras palabras, consiguen humanizarse a través de la manzana, la cual a su vez,  significa la salida de la inconciencia. Tal narración bíblica, nos cuenta sobre el primer éxodo y sobre la primera mujer iniciadora que, vista desde el cristianismo, es culpable del pecado y relacionada directamente con la imagen de la serpiente, de lo provocativo, de lo carnal, en fin, del mal absoluto.

A partir de lo dicho anteriormente, se puede señalar que el conocimiento conlleva a una aproximación a lo divino, como el pecado de Lucifer al querer ser como dios. Esto se puede ver reflejado en el paso de la diosa sumeria Ishtar a ser Lilith en la tradición cristiana. Lilith es la primera mujer creada por dios, de la misma manera en que crea a Adán. Ellos viven en el paraíso, hasta que Lilith al sentirse sometida por adán, pide hablar con dios y se le enfrenta o se rebela contra él y le pide que la deje ir del paraíso. Lilith sabe que es similar a adán y por lo mismo no se deja someter, también sabe que tiene el poder de enfrentarse a dios y se iguala a él. Luego Lilith sigue siendo parte del mal, vinculándose con Samael.

Esto, evidencia que la mujer del cristianismo está fragmentada, puede ser rebelde, cruel, mala y por ende, pecadora o por el contrario, solo ser sumisa, amable y buena, situación que no ocurre en la cultura arcaica, ni en la celta. Puesto que Ishtar simboliza la unión de opuestos, mientras que la virgen María, por ejemplo, es madre e inmaculada.

El grial

Todo lo que hemos dicho hasta aquí, sobre los mitos celtas y arcaicos comparados con los mitos cristianos, tienen que ver con un culto a la mujer. Culto que realizan también los caballeros medievales, pues comienza a darse el fenómeno del amor por la dama, más allá del matrimonio y las relaciones constituidas. Con esto, continua la elevación de la mujer surgida en los pueblos arcaicos y celta. La literatura plasma este fenómeno y ocurre un giro en lo que normalmente se conocía como escritos de caballería, ya no son solo relatos históricos sobre héroes valientes que luchan por un ideal práctico, como es el caso de La Canción de Roldan, sino que más bien, aparece un elemento espiritual e iniciático para tal caballero, la búsqueda de algo que los lleva perfeccionarse, a pasar por la trasgresión que los llevará a un estado nuevo.

Chrétien de Troyes es uno de los primeros escritores que incurre en el ámbito iniciático a través de su personaje Perceval, miembro de la corte del Rey Arturo, quien emprende su viaje con el fin de encontrar un objeto. Dentro de la historia, se muestran tres elementos importantes: una lanza, un grial y un plato. Estas cosas están llenas de simbolismo e interpretación, pero la más importante es el grial, que busca Perceval y que en algún momento contuvo la sangre de Cristo crucificado. Esta novela quedó inconclusa a causa de muerte de Chrétien, pero dejó instalado el tema del grial y su vínculo espiritual.

Por otra parte, el grial como un elemento característico de la cristiandad, puede tener su origen en otro mito celta que tiene que ver con el dios Dagda, quien poseía un caldero mágico del cual podía sacar comida sin límites y de esta manera, alimentar a todos los hombres de la tierra. También, se compara con un mito germánico sobre una piedra de esmeralda que cae en la corona de Lucifer (enemigo del dios cristiano) en donde se guarda toda la sabiduría, conocimientos y la ciencia. Finalmente, la figura del grial se liga a la copa o cáliz utilizado por Jesús en la última cena.

Lo importante que trae consigo el santo grial es que la búsqueda de este objeto misterioso y poderoso, implica un viaje en el cual el caballero se convertirá en otro. Es un viaje iniciático con el fin de alcanzar este caldero de abundancia o esta piedra de esmeralda llena de sabiduría. Se compara con la figura de la mujer y el culto que se hace por ella, como el objetivo de sus proezas, el paso por la confusión, la bestialidad, el bosque, el infierno; para llegar a lo buscado, a lo amado, a lo poderoso, al motivo iniciador del cambio y que les permite avanzar a un estado superior.

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