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El presente ensayo tiene como propósito mostrar el impacto que tendrá el TLC Colombia –Corea del Sur.


Enviado por   •  11 de Julio de 2016  •  Ensayo  •  1.962 Palabras (8 Páginas)  •  255 Visitas

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Resumen

El presente ensayo tiene como propósito mostrar el impacto que tendrá el TLC Colombia –Corea del Sur.

El TLC de Colombia con Corea del Sur, tendrá que diferenciarse de los anteriores acuerdos con otros países, debido a que Colombia ya cuenta con la experiencia en cuanto a la desventaja que ha tenido frente al comercio y la industria frente a los otros países, como por ejemplo el TLC con Estados Unidos. Por tal motivo los empresarios deben prepararse para incursionar exitosamente en el mercado de Corea y competir internamente con sus productores.

A continuación se explica de una manera clara ventajas y desventajas de dicho acuerdo, desde diferentes perspectivas.

Ensayo

TLC Colombia - Corea del Sur

El TLC con Estados Unidos ha obligado al fortalecimiento de una institucionalidad sanitaria (ICA e Invima) para poder aprovechar ese tratado, que, por supuesto, servirá para cuando entre en vigencia el acuerdo con Corea. Díaz-Granados señaló que con el equipo coreano se negociaron compromisos que facilitarán el acceso de nuestros bienes agropecuarios y alimenticios.

Así mismo, se contará con un Comité que operará como canal privilegiado para solucionar los aspectos relacionados con temas fitosanitarios. De acuerdo con Mejía López, el balance del acuerdo entre sensibilidades e intereses le permite decir que este es un acuerdo de la mayor importancia y oportunidades para el país en materia de futuras exportaciones, “lo que nos coloca en un sitio de vanguardia para abrir el mercado coreano y para obtener concesiones de países como Japón y China, los mayores importadores de productos agropecuarios del mundo actual y futuro”.

 “Por ejemplo, Chile vende la fruta –durazno-, nosotros podemos vender la pulpa, tema en el cual ya hemos hecho agendas comerciales”, comentó. Adicionalmente, han detectado oportunidades en prendas de vestir –un renglón donde Colombia tiene fortalezas- para el que están abriendo camino y trabajando las dos entidades y ya han hecho agendas con empresarios en Corea.

Respecto a la competencia coreana en Colombia en el ramo automotor, Jorge Mejía dice que quieren mirar hacia adelante y trabajar de la mano con el Gobierno y los autopartistas para fortalecer los aspectos necesarios, y hacer de la apuesta a la industria automotriz colombiana una realidad, “aprovechando nuestras oportunidades competitivas para consolidarnos como un sector de clase mundial”.

Sin embargo, advirtió, es necesario replantear una nueva política que genere más empleos, más inversiones locales y sea benéfica para la industria y para los consumidores. En el TLC con Corea, la eliminación gradual de los aranceles para los vehículos, hoy en 35 por ciento, se hará durante 10 años, por lo que el presidente de GM Colmotores calcula que el impacto en la industria se verá en unos 12 años. (Jorge Correa, 2012).

Durante las negociaciones del TLC con Corea se ha venido presentando mucha incertidumbre para los empresarios colombianos en el sector automotriz, por el motivo de las relaciones comerciales entre Colombia y Corea del Sur. Dicha incertidumbre no es más, que el debilitamiento que tendrá el sector, producto de la competitividad y los bajos costos de producción en el país asiático, ya que Corea inició hace dos años como maquilador de la industria automotriz y como ensamblador de vehículos. Hoy es una potencia que goza de subsidios por parte del estado, lo que pondría en riesgo más de 20.000 empleos en el sector automotriz en Colombia. Además, se vería perjudicada toda una cadena de desarrollo y tecnología que abarca sectores como acero, cobre, plásticos, cauchos, cerámica, vidrio, químicos, electrónica, entre otros. El TLC con Corea es un tema muy interesante para los consumidores colombianos, pero se tendrá que mirar que estrategias van a implementar las empresas y el estado, que en lugar de desarrollar el país y su economía resulte afectando a una industria de mucho valor para la economía Colombiana.(Montero Alejandra,2015).

En cuestión de 50 años las diferencias en materia de desarrollo económico entre Colombia y Corea se hicieron bastante notorias. Mientras Corea hace parte del club de países del mundo con mayores ingresos per cápita, Colombia continúa siendo un país en desarrollo que, no obstante el destacable avance obtenido en los últimos años, se ubica en la mitad de la tabla en materia de indicadores económicos.

La trayectoria de crecimiento y desarrollo que han seguido ambas economías ha sido divergente. Corea tiene un PIB per cápita de 1.061,124M. € para el 2014; el valor de sus importaciones en 2014 fue de 395,570 M. €; y es considerado como uno de los inversionistas claves a nivel mundial. Colombia, por su parte, tiene un PIB per cápita que equivale a la tercera parte del de Corea; es una de las economías más cerradas de Latinoamérica ocupando, en la región, el duodécimo lugar en cuanto al valor de sus importaciones; y sólo recientemente se ha convertido en un receptor importante de inversión extranjera.

Frente a este tipo de hechos, Colombia ha entendido que tiene que recuperar el tiempo perdido en materia de desarrollo económico y que para ello el impulso al comercio exterior es, como lo muestra el caso de Corea del Sur, de vital importancia. Por ello, desde hace unos años el país decidió seguir una ruta de mayor apertura comercial y de atracción de la inversión extranjera recurriendo, entre otras estrategias, a la firma de Acuerdos Comerciales.

Adicionalmente, y consecuente con la importancia creciente que los países asiáticos tienen para la economía mundial, Colombia viene adelantando una serie de pasos para lograr una mayor integración comercial con esa región y, en especial, con Asia-Pacífico. La firma de Tratados de Libre Comercio con Corea del Sur y con Japón, y uno de libre inversión con Singapur, hacen parte de la estrategia comercial del país para penetrar los mercados asiáticos, de los cuales, contrario a otros países latinoamericanos, nuestra nación ha estado muy alejada.

Para Colombia, el TLC con Corea del Sur constituye un instrumento estratégico para alcanzar estos propósitos. Los estudios de factibilidad para la realización de este Tratado indican que las economías de ambos países son complementarias; que las dos naciones ven en su contraparte un centro de expansión comercial a través del cual pueden penetrar a sus vecinos; y que existe un gran potencial de comercio e inversión en ambas economías.

Esto hace que, con el Tratado, las dos naciones obtengan ganancias en términos de bienestar, crecimiento del PIB y mayor comercio exterior. Redesarrollo calcula que este Acuerdo le aporta, en crecimiento, un poco más de 0,5 por ciento al PIB real del país. Es claro, entonces, que Colombia no puede perder la oportunidad de firmar el TLC con Corea.
Con el Tratado hay sectores económicos netamente ganadores, como es el caso de la producción primaria, y otros que se verían negativamente afectados, como los sectores automotores y de electrodomésticos, pues en estas industrias Corea es una potencia mundial.

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