El visionado diferentes profesionales de diversos países hispanohablantes defienden sus opiniones

El visionado diferentes profesionales de diversos países hispanohablantes defienden sus opiniones y establecen un discuro sobre los problemas que encontramos en la actualidad en cuanto a educación, las dinámicas establecidas en las aulas y la imposición de profesores de dichas dinámicas.

Podemos destacar varios aspectos o preguntas que se nos plantean tras estos minutos de visionado. En primer lugar la equiparción del sistema al de una fábrica, al de un proceso industrial. Los niños son catalogados por su edad en diferentes niveles y en cada uno de ellos se les “suministra” una serie de conocimientos; esto es algo así como una especie de caja en la que ir introduciendo todo aquello que queremos guardar. Los niños que no proceden a un correcto almacenaje son sacados de la rotación. Mecánico y triste e incluso desalentador para todos aquellos que queremos y creemos en un futuro mejorado gracias a las nuevas generaciones. Aquí cabe preguntarnos ¿si no se deja a los niños salir del camino cómo se va a producir un cambio? Tal vez dicho cambio no interese.

Esta despreocupación por los intereses de los alumnos y único objetivo de promocionar conocimientos conlleva una desmotivación generalizada en los niños. El documental pone en boca de diferentes porfesionales latinoamericanos y españoles el problema que esta falta de interés ocasiona y desarrolla en esos escolares. La escuela aparece como un lugar de obligada asistencia, cuatro paredes que no se convierten más que en una cárcel dirigida por sus profesores los cuáles se encargan de mantener un orden, esto aleja al pofesor del alumno ya que se ve como una figura autoritaria y, en ocasiones, enemiga.

Relacionada con esta falta motivacional está el curriculum establecido desde los gobiernos. Estos programas son diseñados por administrativos, en su mayor parte, alejados del contacto real del aula. No conocen las necesidades reales de alumnos y profesores, no saben (o no quieren saber) si la metodología que usa el sistema o las exigencias de unas u otras materias son útiles. Este es otro gran error, a menudo los niños no ven una relación entre lo que están aprendiendo y su utilidad en la vida. Sería mucho más efectivo el desarrollar aptitudes propias de cada niño. Difícil pero ideal; no caigamos en la desesperanza, siempre podemos adaptar el curriculum, al menos, a una metodología propia donde se desarrollen clases más dinámicas y amenas que fomenten la participación sin restricciones, esto siempre y cuando la directiva del centro lo permita (volveríamos a encontrarnos con un problema de jerarquía).

Digamos que esto es posible, es más, los profesionales que aparecen en el documental promueven y participan en escuelas y métodos de esnseñanza diferentes a los que podemos encontrar mayoritariamente. Por poner una pega a esto deberíamos estudiar el método o forma de financiar estas escuelas, no sserían públicas ya que

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