¿En verdad ser ocioso es algo tan malo?

Hoy en día, en charlas, tanto de nutrición como de acondicionamiento físico es muy común escuchar el término ocioso, pero, ¿Realmente el significado de la palabra concuerda con el sentido que le damos? ¿En verdad ser ocioso es algo tan malo?

Si bien para establecer lo anterior, primero deberíamos aclarar el concepto de tiempo libre, que sería el tiempo que no se emplea en actividades de carácter obligatorio, es decir, es el tiempo en el que no tenemos quehaceres.

¿Qué significaría lo anterior? Nada menos que, el tiempo libre es nuestra oportunidad para realizar actividades que nos ayuden a desarrollar habilidades o inclusive nuestra creatividad, es decir podemos emplear el ocio en nuestro tiempo libre.

Pero entonces ¿Qué vendría siendo el ocio? Pues bien el ocio corresponde a una serie de ocupaciones de carácter voluntario, que nos ayuden a relajarnos, divertirnos e inclusive cultivarnos en lo cultural y educativo.

Dentro de lo anterior podemos sacar a relucir otro concepto importante: Recreación, que sería la diversión en el tiempo libre.

Según lo que tenemos hasta aquí, es que tanto el tiempo libre, el ocio y la recreación, son conceptos que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, sin embargo, echémosle un vistazo mental a nuestra sociedad, y sí, me refiero a que las tecnologías han superado tanto al ser humano, que ahora ya no podemos percibir nuestro día a día sin ellas.

Lo anterior es gravísimo puesto que, además de la radiación de los aparato s electrónicos, la humanidad se está exponiendo a un sinfín de padecimientos, destacando entre ellos la obesidad y el sedentarismo.

Para que lo que acabamos de mencionar esté distante de nosotros como seres humanos, es importante recordar lo que dice Manuel Cuenca: la experiencia de Ocio no es algo informe, sino algo estructurado, procesual y direccional.

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