Energia Electrica

REFORMA ENERGETICA DE LA ENERGIA CINETICA

Con el aprovechamiento eficiente de nuestros recursos naturales será posible detonar el potencial del sector energético para generar mayor bienestar para la población. Este objetivo se logrará a través del aumento de la producción de energía más limpia y de menor costo el incremento de la renta petrolera, la generación de empleos bien remunera dos y la protección del medio ambiente.

La Reforma Energética tiene como finalidad atraer inversiones y modernizar el sector energético

El apoyo a la economía mediante la disminución del precio de la luz, del gas y de los alimentos, así como con la creación de empleos formales de calidad y bien remunerados y un mejor servicio en el abastecimiento de combustibles.

El desarrollo social, al destinar la renta petrolera a apuntalar el gasto social, el ahorro de largo plazo y a programas de becas, a la Pensión Universal y a proyectos productivos y de desarrollo tecnológico, así como a establecer mecanismos para que los beneficios de la actividad energética lleguen a las comunidades y propicien el desarrollo regional.

El cuidado del medio ambiente, la protección de los trabajadores y el bienestar de la población, al fomentar la generación de energía a partir de fuentes renovables y tecnologías limpias, al regular la seguridad del sector hidrocarburos y al hacer a las empresas corresponsables del bienestar de las comunidades.

El aumento de transparencia en el sector energético, para que los mexicanos conozcan a detalle los ingresos que se obtienen por la extracción de petróleo y gas natural, y así puedan verificar que se destinen para mejorar su calidad de vida y contribuir al desarrollo nacional.

La competitividad del país, haciendo posible que las pequeñas y medianas empresas mexicanas gasten menos en energía, y que Pemex y la CFE utilicen sus recursos para modernizarse y asimilar tecnología de vanguardia.

La capacidad de productividad en México, al aumentar la disponibilidad de insumos energéticos de menor costo producidos en territorio nacional. Asimismo, se fortalecerán nuestras exportaciones de energía y se reducirá nuestra creciente dependencia de energéticos importados.

Con la Reforma Energética el país transitara hacia un modelo energético dinámico, basado en los principios de competencia, apertura, transparencia, sustentabilidad y responsabilidad fiscal de largo plazo. Así tendremos un México más Competitivo y Prospero que sentará las bases para una nueva etapa de desarrollo y bienestar en beneficio de las familias mexicanas.

Cuando llueve, el suelo absorbe en parte el agua, mientras que el resto fluye desde las montañas y partes altas, en su descenso forma torrentes y ríos que van a desembocar en los océanos. Cuando el agua se mueve (energía cinética) o se encuentra por arriba del nivel del mar (energía potencial), puede ser utilizada para generar electricidad.

Una central hidroeléctrica es un sistema que se constituye de tres partes: una planta eléctrica en la que se produce electricidad, una presa que puede abrirse y cerrarse para controlar el paso del agua, y un depósito en que se almacena agua. Detrás de la presa, el agua entra y hace presión contra las palas de una turbina, lo que hace que se muevan y la turbina hace girar un generador para producir la electricidad.

La electricidad que se genera en las plantas hidroeléctricas a altos voltajes, se trasmite a grandes distancias a través de cables de alta tensión, y después se reduce a voltajes inferiores para distribuirla a los sitios de consumo como hogares, escuelas, talleres, fábricas, comercios y otros.

El país cuenta con 64 centrales hidroeléctricas, de las cuales 20 son de gran capacidad y 44 son centrales medianas, y el resto pequeñas, para dar un total de 178, de acuerdo a datos de la CFE y, en términos de capacidad efectiva instalada de generación, estas plantas representan poco más del 26% del total que produce el país.

Entre las plantas hidroeléctricas con gran capacidad destacan, en especial las del estado de Chiapas, donde se localizan las presas de Mal Paso, La Angostura y Chicoasén. Además La Comisión Federal de Electricidad amplió su capacidad de generación de energía a través de los proyectos hidroeléctricos de la presa El Cajón en Nayarit, y el de La Yesca, en los límites de Jalisco y Nayarit.

El proyecto hidroeléctrico La Yesca, que tiene una capacidad de generación de 750 MW, equivalente a 12.5 millones de focos encendidos, forma parte del Sistema Hidrológico del río Santiago, en el que se ubican también las centrales hidroeléctricas Agua milpa y El Cajón. Entre las tres suman una capacidad para generar 4 mil 300 MW.

México también cuenta con muchas pequeñas corrientes de agua (es decir, energía mini hidráulica), que pueden aprovecharse para generar electricidad, con fines productivos y de consumo doméstico, sobre todo en localidades marginadas o alejadas de las redes del servicio eléctrico.

Estas pequeñas corrientes se localizan, fundamentalmente en los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz, entre otros, donde la orografía y las lluvias son favorables para el desarrollo de los proyectos mini hidráulicos. Según estimaciones de la Conuee (Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía), el potencial de aprovechamiento de la energía mini hidráulica en el país asciende a 3,200 MW.

La energía eólica proviene del efecto de la energía solar, la mayor incidencia de energía solar en las regiones ecuatoriales y menor incidencia hacía los polos determina los patrones globales de viento, estos a su vez son modificados por factores orográficos e hidrológicos. Dado que el aire tiene masa, el movimiento del viento tiene energía cinética. Una turbina de viento convierte energía cinética en electricidad. Entre mayor altura y por lo tanto mayor el área de rotación de una turbina de viento, mayor será la

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