Ensayo 18 Brumario
Enviado por Matleslie • 14 de Septiembre de 2012 • 2.311 Palabras (10 Páginas) • 1.668 Visitas
a) El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte (1852) nos acerca a algunas claves del pensamiento de su autor, especialmente a su modo de enfocar los fenómenos políticos y a su concepción del cambio social y los procesos históricos. La agitada evolución de la Segunda República francesa (1848-1852) a la que dio fin el "autogolpe" protagonizado por Luis Napoleón Bonaparte, que ha quedado como modelo histórico a la luz del cual se ilustran numerosos procesos políticos posteriores representaba para Marx, en efecto, un excelente caso de estudio para confirmar su teoría sobre el materialismo histórico.
b) El trabajo de Marx "El dieciocho Brumario de Luís Bonaparte" fue escrito basándose en el análisis concreto de los sucesos revolucionarios de Francia entre 1848 y 1851, es una de las obras más importantes del marxismo. Es de excepcional importancia la conclusión que hace Marx en el problema de la actitud del proletariado ante el Estado burgués.
Esta obra escrita en 1852, constituye un importante legado de experiencias revolucionarias que Marx sistematizó como una de sus más importantes tareas teóricas, concluidos los sucesos revolucionarios de Francia, entre 1848 y1851, conjuntamente con su otra obra “La lucha de clases en Francia”. Experiencias que nos ayudan a comprender los acontecimientos de Europa mediante un tratamiento científico de la historia y a testimoniar que el marxismo, como doctrina viva y creadora, se elaboró y desarrolló en medio de la práctica revolucionaria.
Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 1795(Kart Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte: p.17)
El trabajo de Marx El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, escrito basándose en el análisis concreto de los sucesos revolucionarios de Francia entre 1848 y 1851, es una de las obras más importantes del marxismo. Es de excepcional importancia la conclusión que hace Marx en el problema de la actitud del proletariado ante el Estado burgués. “Todas las revoluciones han perfeccionado esta máquina —dice—, en lugar de romperla”. . La Montaña de 1793 a 1795: grupo revolucionario democrático de la Convención durante la revolución burguesa de fines del siglo XVIII en Francia.
Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidos por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente
cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.(Kart Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte: p.17-18)
Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.
No hay conciencia en las personas para generar cambios radicales y repentinos. Las revoluciones tienen un objetivo claro: cambiar algo, en algunas circunstancias, el objetivo se ve rebasado bruscamente por las circunstancias y uno debe adaptarse a ellas para hacer subsistir la causa que lo impulsó. Echar mano de la experiencia ayuda a mantener el rumbo pero se atavía con un nuevo nombre y se trabaja sobre una idea clara porque la neofobia inherente al ser humano impide que uno eche a volar la imaginación y trascienda como innovador de la era.
La revolución de febrero tomo desprevenida, sorprendida a la vieja sociedad; y el pueblo proclamó este golpe de mano inesperado como una hazaña de la historia universal con la que comenzaba una nueva época.(Kart Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte: p.23)
Marx descubrió la ley de la lucha de clases evidenciada, como el enfrentamiento político, religioso, filosófico o ideológico, entre clases sociales y condicionadas por el grado de desarrollo en su situación económica según el cambiante modo de producción en el que viven.
Lejos de ser la sociedad misma la que se conquista un nuevo contenido, es como si simplemente el Estado volviese a su forma más antigua, a la dominación desvergonzadamente simple del sable y la sotana. .(Kart Marx, El 18 Brumario de Luís Bonaparte: p.23)
Refiriéndose al viejo mecanismo del Estado, Marx en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, concluyó que todas las revoluciones lo perfeccionaban en vez de destruirlo.
A la monarquía burguesa de Luís Felipe, sólo puede suceder la republica burguesa; es decir que si, en nombre de la ley, había dominado una parte reducida de la burguesía en nombre del pueblo. Las reivindicaciones del proletariado de Paris son tonterías utópicas con las que hay que acabar. El proletariado de Paris contesto a esta declaración de la Asamblea Nacional Constituyente con la insurrección de junio, el acontecimiento mas gigantesco en la historia de las guerras civiles europeas. Venció la republica burguesa. A su lado, estaban la aristocracia financiera, la burguesía industrial, la clase media, los pequeños burgueses, el ejército, el lumpenproletariado organizado como Guardia Móvil, los intelectuales los curas y la población del campo. Al lado del proletariado de Paris, no estaba más que él solo. Más de tres insurrectos fueron pasados a cuchillo después de la victoria; y quince mil, deportados sin juicio. Con esta derrota, el proletariado pasa al fondo de la escena revolucionaria (Kart Marx, El 18 Brumario de Luís Bonaparte: p.31-33)
Los obreros franceses reclamaron “para sí” al Gobierno provisional, es decir, como simple clase subalterna frente a la burguesía dentro del futuro gobierno salido de la Constituyente, un ministerio de trabajo, a fin de “procurar trabajo a todos los ciudadanos, etc.”, es decir, pan y libertad. Esos obreros, “que habían hecho la revolución de Febrero conjuntamente con la burguesía; al lado de la burguesía y sin cuya decidida participación nada de lo que se logró hubiera sido posible querían también
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