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Ensayo De Emilio Durkheim Y Jean Piaget


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2013  •  3.067 Palabras (13 Páginas)  •  829 Visitas

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En el presente ensayo se hace un estudio comparativo de algunos postulados pedagógicos de Emilio Durkheim y Jean Piaget, con el objetivo de obtener, a partir de la contraposición y comentario de sus diferencias y sus coincidencias, conclusiones que puedan enriquecer la reflexión sobre los posibles enfoques que pueden adoptarse en el estudio y las prácticas de la carrera de artes escénicas, terminal actuación, en la Universidad.

En este breve trabajo se pretende, precisamente, articular las aportaciones de dos teóricos del pasado, uno sociólogo y el otro psicólogo, para poder entender y enfrentar los retos que hoy debe atender y resolver, con visión de futuro, la enseñanza superior de las artes escénicas en nuestra localidad.

Émile Durkheim (1858-1915), uno de los padres de la sociología, destacó en su propuesta pedagógica la influencia que tienen las estructuras sociales sobre el individuo y la importancia de orientar la educación en pro de la búsqueda del hombre ideal de cada sociedad, en el siempre cambiante momento histórico. Mientras que, por su parte, Jean William Fritz Piaget (1896-1980), científico, filósofo, psicólogo y pedagogo suizo, propuso crear una pedagogía científica que superara el empirismo de las técnicas educativas, defendiendo que “El problema de la lógica del niño es crucial en lo que concierne a la educación intelectual”. Piaget se interesa en los procesos del sujeto, el cual trata de estructurar la realidad y sus procesos de crecimiento y aprendizaje en pro de su desarrollo como individuo. En Durkheim vemos subrayado el valor de la tradición y de la primacía del todo social sobre el individuo; y en Piaget el de la creatividad y el crecimiento del yo individual, inserto en su contexto social. Nosotros, en la búsqueda de un punto intermedio que concilie estos extremos, reflexionamos sobre las artes escénicas (en particular la actuación), como una expresión al mismo tiempo individual y social, tanto en su objetivo final como en su proceso práctico, en el que convergen las habilidades individuales a disposición de un trabajo siempre colectivo.

Respecto a esto último y en relación con las propuestas de nuestros autores, nos interesamos por destacar la importancia y el valor de un desarrollo progresivo de la pedagogía de la actuación, que habrá de generar una mejor didáctica y valiosos frutos en la praxis de la actividad escénica.

“Hay que construir y constituir la posibilidad de transgredir el umbral de la teoría y la práctica, de convertir la retórica en el discurso escénico, las ideas en arte, en un proceso inédito de transformación y movimiento día a día, alumno a alumno, generación a generación, ¡planta la semilla!, este es el reto”

Las teorías pedagógicas son un intento de interpretar la forma en que los hombres comprenden los mecanismos de transmisión y recepción de las tradiciones, usos y costumbres, para moldearlas a las nuevas necesidades en una aplicación creativa y en constante renovación. El maestro Luis Fernando Loaiza, docente de artes escénicas en la universidad de Caldas, dice “La pedagogía es un campo discursivo que se construye sobre la reflexión acerca de la formación del hombre, sobre su humanidad, sobre lo que puede llegar a ser”. Pero no hay que confundir pedagogía con didáctica, “La didáctica es una disciplina a través de la cual se regulan los procesos de enseñanza y aprendizaje. El objeto de la didáctica no se limita a la construcción de metodologías o procedimientos en el aula (…) en otras palabras la didáctica tiene una dimensión práctica y otra teórica”. Mientras que la educación, objeto de estudio ambas, es la puesta en práctica consciente o inconsciente de la instrucción; en palabras de Durkheim:

“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio especial, al que está particularmente destinado”.

La definición de Piaget es bastante parecida, pero vemos en su tono, a diferencia de Durkheim, más preocupación por los procesos del individuo, que por las acciones de la sociedad:

“Educar es adaptar al niño al medio social adulto, es decir, transformar la constitución psicobiológica del individuo en función del conjunto de aquellas realidades colectivas a las que la consciencia común atribuye un cierto valor”

Desde estas perspectivas, podríamos decir entonces que educar en la actuación es una acción ejercida por generaciones conocedoras de la materia sobre otras que apenas empiezan, y que tiene por objeto transformar y desarrollar en el individuo estados físicos, intelectuales y morales, aprobados y esperados por el gremio al que el individuo ingresa, para realizar lo mejor posible el arte de la actuación, ofreciendo así a su sociedad un producto con valor.

La doctora Isabel Cristina Flores, fundadora y catedrática de la carrera de artes escénicas de la BUAP, comenta sobre la importancia de la pedagogía teatral que:

“Para hacer teatro había que crear las condiciones, urgían actores formados sobre los mismos principios, con quienes poder establecer un idioma en común, fortalecer cuadros en el conocimiento del hecho teatral con responsabilidad ética y estética para con el público, y así, fue el principio y comencé mis clases en el taller de teatro universitario con una noble intención y una formación académica que me había permitido participar en la labor pedagógica junto con el equipo de pedagogos de María Knébel (…)sin más ni más, me encontré atrapada en un universo de interrogantes, era evidente que a nivel de cursos y talleres era muy difícil avanzar en el corto plazo, había que insertar el teatro en la educación superior e ir por la creación de la escuela.”

En nuestra ciudad, hasta hace menos de diez años, la formación fundamentalmente era empírica, apenas apoyada en pequeños cursos y en los consejos que daban los más experimentados o formados. Sin embargo, ante la alta demanda de practicantes surgió la necesidad de abrir la carrera en actuación, tarea que llevó a cabo la UAQ, ofertándola primero como carrera técnica en el 2002, y después como Licenciatura en el 2004. Este surgimiento no ha sido espontáneo ni aislado, la doctora Flores, comenta que es un proceso que lleva ya una veintena de años, dándose en México y otros países latinos y alcanzando su mayor auge en los noventas, habiendo nacido de la misma necesidad del teatro de desarrollarse y descentralizarse.

Durkheim, hablaba de la sociedad como un ente vivo que se desarrolla y se mueve buscando satisfacer las necesidades que

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