Ensayo De ética En Mi Vida

A diferencia del señor presidente de La República Mexicana, yo sí puedo decir que uno de los libros que marcó mi vida es La Biblia.

Leí en el libro de Mateo capítulo 22, versículo 39 que dice “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Fernando Savater en su libro Ética Para Amador nos enseña algo muy parecido a lo que dijo Jehová, “ponte en su lugar”

Mi papá dice que la educación se mama.

Desde pequeños, a mis hermanos y a mí, nuestros padres nos han enseñado lo que sus padres les instruyeron: educación. No hablo de educación como el saber utilizar el plaqué de manera correcta o a levantar el meñique cuando tomamos una taza de té, me refiero a los valores que consigo lleva, como son el respeto y el amor, y que desde pequeño aprendí.

Soy fiel creyente que la moral de cada individuo tiene su parteaguas de lo que aprendemos en casa.

Todos los días al levantarme de la mesa después de comer, recojo mis platos sucios y los llevo a la cocina. Cuando mi mamá sube al coche le abro y cierro la puerta. A mí abuela le ayudo con las bolsas del súper. Tampoco quiero pavonarme con usted, doctora, diciéndole que tiene al mejor alumno ¿verdad? eso ambos lo sabemos, si pudiera insertar en un trabajo escolar un emoji, pondría el que guiñe el ojo.

¿Qué quiero decirle con esto? Que yo sí me pongo en los zapatos de los demás, no en los de mi mamá porque está de acuerdo que me vería gracioso en zapatillas ¿verdad?, ya, era el último chascarrillo, lo prometo.

Como ser humano también soy egoísta, grosero y hasta prepotente, pero bueno “el que esté libre de pecado que arroja la primera piedra”.

La Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos en su artículo No. 3 dice que la educación debe ser laica, gratuita y obligatoria. Si laica no es, mucho menos gratuita y menos obligatoria.

México es un país donde el sol sale para todos y las oportunidades para unos cuantos.

Max Weber en su libro El político y el científico dice que “O se vive para la política o se vive de la política”, y es precisamente lo que los servidores públicos han olvidado: servir.

“Nos faltan 43”… “ya me cansé”.

Juan Escutia se lanzó para evitar que la bandera cayese en manos enemigas y tú la usas para estropear la presentación del Nobel de la Paz de Malala.

No es posible que miren la hora en un Richard Mille y no vean la hora para hacer algo por su país. “El pueblo unido jamás será vencido”. Sí pero ¿a costa de qué?

La moral del pueblo depende de nosotros mismos.

Qué importa si renuncia el presidente (aunque esto no es posible) si cuando regresas del trabajo después de otro día de haber tratado a tus subordinados con alevosía y ventaja, subes al metro de regreso a casa; porque tu coche se lo llevó la grúa

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