Ensayo Iceberg a la vista.
Enviado por nikki23 • 7 de Febrero de 2017 • Ensayo • 1.461 Palabras (6 Páginas) • 532 Visitas
INTRODUCCIÓN
Los autores Miguel Á. Ariño y Pablo Maella ejemplifican de manera asombrosa en su obra el hundimiento del barco más famoso de la historia de la humanidad el Titanic teniendo el trágico final en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, historia que todos conocemos puesto que ha quedado guardado en la memoria colectiva del hombre, solo unos cuentos sobrevivieron naufragando en altamar. El Titanic fue el más grande y lujoso de las embarcaciones creadas por el hombre en su época, ganándose el mote del “Insumergible”, ejemplo que a lo largo del contenido del libro utilizan para ilustrar el procedimiento de adopción de decisiones y sus consecuencias.
La importancia de la toma de decisiones
Nuestras vidas y también las organizaciones de las que formamos parte dependen de dos factores: Las Decisiones que Tomamos y El Entorno Externo.
Decisión: El término decisión es aquel que hace referencia al proceso de elaboración cognitiva por el cual una persona puede elegir su forma de actuar y comportarse en diferentes situaciones de la vida en general. La decisión implica siempre un proceso de elaboración a nivel mental que puede verse influido por diversas razones, causas y circunstancias específicas. El hecho de tomar una decisión es, de tal modo, realizar una elección en base a conocimientos previos, a sentimientos o sensaciones, a prejuicios o a maneras de pensar mucho más complejos que lo que se supone a primera vista.
El Entorno Externo: son todas aquellas circunstancias que nos rodean y sobre las que no tenemos ningún control, no tenemos manera de influir en ellas.
Diez principios fundamentales para decidir con eficacia
1.- Preocúpate por decidir bien más que por acertar. El capitán Smith pese a las advertencias de iceberg por navegaciones a la zona de impacto tomo la decisión errónea. Decidir bien no es lo mismo que acertar. A veces uno decide bien, pero circunstancias imprevistas hacen que las cosas nos salgan mal. Se puede decidir bien y no acertar. Debemos ser conscientes del método empleado o proceso de toma de decisiones ya que esté debe ser eficaz, de lo contrario no podremos evolucionar hacia una toma de decisión con calidad sobre el correr del tiempo, así mismo debemos tener responsabilidad de los resultados que nuestra decisión emita, ya que por costumbre siempre vemos como la tomamos sin evaluar el resultado.
2.- Identifica claramente tus objetivos. En los primeros años del siglo XX, el barco era el medio de transporte más usado para largas distancias. Las compañías presentes en este sector centraban sus esfuerzos competitivos en ser los más rápidos: pero el objetivo de la compañía naviera inglesa White Star, propietaria del Titanic no fue rapidez si no lujo y comodidad haciendo al barco lento en sus movimientos. Por tanto, antes de tomar una decisión lo fundamental es identificar previamente lo que se quiere conseguir. Debemos tener siempre bien establecido el rumbo que deseamos, claros nuestros objetivos y bien planeado lo que deseamos para no dejar duda de lo que realmente esperamos.
3.- Plantea tus problemas de forma realista. El Titanic era conocido por la mayoría de la gente como “el Insumergible”. El aura de indestructibilidad que envolvía al barco estaba motivada por los frecuentes artículos que aparecían en los medios de la época, donde referían la imposibilidad de un hundimiento debido a su construcción basada en tecnología avanzada de la época. Debemos enfocar siempre una realidad ante las situaciones que se nos presentan, para poder definir nuestra postura a la hora de tomar una decisión, así mismo planeemos sobre un objetivo alcanzable hecho a las circunstancias presentadas, previniendo siempre los posibles acontecimientos que puedan desprenderse basándonos siempre en una realidad existente.
4.- No te autoengañes, es muy fácil hacerlo. Durante la construcción del Titanic se tomaron dos decisiones que comprometieron la seguridad del mismo. Muchas veces al tomar decisiones, antes de analizar las distintas alternativas y razonar abiertamente cuál es la más conveniente, optamos por una de ellas por razones emocionales o porque tenemos una intuición de que esa es la mejor, dejando a un lado la razón. Nunca debemos de engañarnos sobre nuestra propia realidad, ya que tomaremos decisiones erróneas sin que exista un verdadero resultado que beneficie nuestros intereses.
...