Ensayo Inclusivo

Reconocer la discapacidad conlleva la tarea de conocer, mirar y comprender a cada ser humano tal cual este es, se expresa, se manifiesta y se conduce dentro de una sociedad y no con un patrón determinado de características preconcebidas. Esta diversidad debe ser considerada en el plano social, cultural, filosófica, religioso, político y solo a través de las relaciones es posible edificar una cultura y una convivencia respetuosa, de igualdad de opciones y oportunidades

Cuando consideramos como parte de estas diferencias el aspecto educativo nos encontramos que todos tenemos formas de aprender y por lo tanto requerimos de una u otra manera requerimos de una u otra manera, algún tipo de adecuación de la enseñanza, fomentando con ello la inclusión escolar que se basa fundamentalmente en que la escuela debe abrirse a la diversidad y las diferencias, mediante un proceso dinámico y cambiante en todos los aspectos de la vida del cual no se excluye el ámbito escolar.

En este orden de ideas, es importante señalar las necesidades educativas propias de cada escolar y el derecho de los mismos a que las propuestas curriculares y didáctica sean elaboradas de tal modo, que ellos puedan apropiarse del conocimiento, para esto la actividad escolar debe caracterizarse por disponer de los medios que garanticen los ajustes entre el entorno, la comunidad, las demandas sociales habilidades, demandas y necesidades de los escolares, por lo tanto la función del docente no puede limitarse al abastecimiento de determinadas necesidades, requiere su integración en la propia dinámica escolar, si bien las escuelas, en general cuentan con valiosos aportes de diferentes disciplinas, se puede notar la falta de una mirada, de un accionar, integrados en los procesos de aprendizaje de los niños.

Al revisar los fundamentos de la escuela inclusiva, nos podemos dar cuenta que la misma supone la implementación de recursos y estrategias de apoyo que ayuden a las escuelas y sus maestros a afrontar con éxito los cambios planteados, aprendiendo juntos independientemente de sus características funcionales, sociales, culturales o religioso, sin embargo son preocupantes algunas situaciones cotidianas que notamos en las aulas que puedan perjudicar no solo el proceso de inclusión de los escolares con necesidades educativas especiales sino la construcción conocimiento personal y el desarrollo del conocimiento en los niños.

Si el enfoque inclusivo ”promueve que las escuelas preparen a todos los individuos para la vida, el empleo, la independencia y la participación de la comunidad”, Vásquez (2005) es importante dilucidar entonces sobre el cual debe ser nuestro rol como docente, mediador, promotor del proceso, el cual debe partir de un conocimiento personal de nuestros propios potencialidades y debilidades, darnos cuenta hasta que punto creemos en el proceso inclusivo y cuanto somos capaces de invertir para la consolidación del mismo, pues no importa cuántos podemos aprender de los aportes de la investigación, si nos resignamos a ser meros transmisores de información elaborada por agentes externos de las escuelas y no nos transformamos de agentes activos de mediación, usando la información con criterios que permitan la realización personal de lo niños y jóvenes de acuerdo con la cultura de su comunidad.

Es evidente que la exclusión y la discriminación por razón de la discapacidad viola diversos derechos humanos universales, en particular el derecho a la igualdad. El respeto y la promoción de los derechos humanos y la diversidad humana han de ser un valor esencial en nuestras sociedades pues nos hemos considerado por una evidente sensibilidad humana, debemos hacer uso de esta no desde el punto de vista de sobreprotección

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