Ensayo: Primeros Filosofos
Enviado por Asesoria Especializada • 15 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.523 Palabras (7 Páginas) • 325 Visitas
Primeros filósofos griegos.
Los primeros filósofos podemos estar de acuerdo en que sean llamados filósofos de la naturaleza porque precisamente esta es la cuestión de mayor envergadura y por ende de mayor atención para dichos pensadores; averiguar cuáles son los procesos de la naturaleza, como es que los cambios ocurren, el porqué de cambios específicos en un sentido preciso y como algo como el agua, tierra, etc. Podría convertirse en una cosa distinta. Encontrar la verdad en el sentido de estos fenómenos fue la tesis para los filósofos de la antigüedad.
Tales de Mileto
Al igual que los primeros filósofos, con Tales de Mileto se tiene poca información de lo realmente contenía en su prédica o su razonamiento, la información que de ellos nos es posible acceder es aquella, que alguien más sostiene respecto a lo que cada uno de estos filósofos mencionó.
Entre las aseveraciones que se le adjudican a Tales esta su frase “todo procede del agua” y “ todo está lleno de dioses”, las cuales no tenemos un testimonio suficiente para asegurar porque motivo mencionó tales cuestiones; pero podemos inferir en el sentido de lo posible, el por qué y que es lo que quiso dar a entender. Posiblemente la frase todo procede del agua, lo hace por las observaciones misma que el filósofo había hecho con respecto a las cosas de su rededor, ver crecer vida vegetal al pie de los ríos, maravillarse con la aparición de ranas y renacuajos en charcos de agua después de la lluvia, la necesidad imperiosa de los seres vivos por consumir el agua, el observar intrínseca físicamente de alguna forma un cumulo de este líquido en la pasta corpórea de cualquier mamífero o planta; Tales pudo sorprenderse que hacia cualquier sitio que su atención se dirigiera y observase algún tipo de vida, el agua siempre hacia si aparición.
En el otro sentido “todo está lleno de dioses”, en algunas conjeturas de este filosofo podríamos pensar que llega a una contradicción, primero adjudicando a la realidad de las cosas o como principio fundamental de ellas, a algo existente y material, por otro lado ahora menciona y adjudica un papel importante a las deidades. La forma en la que esta contrariedad es posible solucionarla es pensar en el agua como elemento dador de vida, y que más podría ser el artífice de la vida sino que la deidad misma, aunado a otras ideas de dioses dispersas por doquier, haciendo posible el extraordinario fenómeno de la vida, estos dioses estarían dispersos posiblemente en la tierra, en el mar, en las rocas incluso, ósea en todo aquel lugar donde la vida haya podido alcanzar si magnificencia y gestarse.
Anaximandro.
También ciudadano de Mileto y estudiante de Tales, pionero en algunos rubros de la ciencia en esos días, se le adjudica sostener que la tierra estaba suspendida en el espacio, que toda la vida procede del mar y que el ser humano era evolutivo de los peces (un evolucionista a todas luces); en el sentido del origen de las cosas Anaximandro llamo a esto “lo indefinido”, que es lo que para el, esto significaba? Podríamos pensar algunas cosas, pero lo que es seguro es que no consideraba alguna materia conocida o elementos, como el origen de todo (contrario a Tales), posiblemente debió creer que la vida o el inicio de todo, debiese ser algo distinto a lo ya conocido; por lo cual, este “indeterminado” pudiese ser diferente a lo material, algo eterno de donde nacen las cosas, los cielos y los mundos.
Anaxímenes.
Para este la sustancia base del universo era el aire, de alguna forma infería como el agua debe tener su origen en el aire, siendo algo así como aire comprimido, de igual forma el fuego y la tierra; como bases fundamentales de la vida, deben tener su origen en el mismo aire. Compartía con Tales la idea de que todo debiese tener un punto de partida, algo como la materia prima de construcción de la realidad y de las cosas mismas, para este caso sería el aire.
Parménides.
Para este la creencia más fuerte era, el que nada puede surgir de la nada, así que todo lo que hay es todo lo que ha habido siempre, eterno e inmutable; aunque en presencia de nuestros sentidos, podríamos sentir la esencia de los cambios que acontecen a nuestro alrededor, Parménides creyó entonces, que nuestros sentidos debiesen estar limitados de ver la realidad concreta y llana, por lo que habría que confiar más en la razón que en ellos. No hablaba de la existencia en sí de las cosas (por que estas son finitas), sino hablaba de la esencia de las cosas, lo cual no tiene principio ni final, la llamada “sustancia cósmica”.
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