Ensayo Sobre El Cisne Negro

La memoria emotiva de la que Stanislavski nos habla consiste en reconocer las emociones y sentimientos que experimentamos día a día y que de alguna manera marcaron de forma importante nuestra vida a fin de utilizarlas en el proceso creativo a la hora de representar un personaje. En clase de Actuación utilizamos mucho este recurso cuando en los ejercicios se nos pide recordar cierto momento, objeto, o persona y partir de recordar, reconocer y utilizar las sensaciones que sucedieron en ese entonces. Para esto es también necesaria la memoria sensitiva, la de los sentidos. La vista y el oído son los más perceptivos y los que son capaces de retener mejor el recuerdo.

Esta claro que va a haber ciertas situaciones o emociones requeridas para algún personaje que  como seres humanos no hemos experimentado y tal vez nunca lo hagamos. En estos casos podemos recurrir a la empatía. Por ejemplo, gracias a Dios, yo nunca he sufrido la perdida de algún ser querido muy cercano a mí. Sin embargo he presenciado que alguien mas sí. Y aunque tal vez no lo haya experimentado en carne propia puedo imaginarme el dolor que se siente, al verlos llorar, platicar con ellos. Y es a partir de esta empatía que un actor puede utilizar una experiencia y sentimiento ajeno y hacerlo propio. Por eso es necesario que el actor viva una vida interesante, en constante aprendizaje, experimentar a diario cosas nuevas, leer mucho, interesarse en todo tipo de arte, en las ciencias, conocer otras culturas y países, hablar con todo tipo de gente, observar. Todo a fin de tener material a la hora de crear. Y es por la memoria emotiva que un mismo papel puede ser representado de manera diferente y con el sello de cada actor pues las experiencias de cada persona son diferentes y le agregan algo único al personaje.

El publico va al teatro a ser conmovido, impresionado. Y al actor el toca hacer esto posible. Es por esto que los actores en escena siempre tienen que crear un conexión entre sí y sus personajes. Pues de otra manera el espectador se da cuenta de la actuación mecánica y sin vida cuando no hay comunión por parte de los actores. Los ojos son la ventana del alma y es por eso que la mirada es en extremo importante para el actor.

A mí me queda claro pues en los grupos de teatro en los que he estado y ahora en la carrera una parte muy importante de cada clase es cuando caminamos todos por el espacio y se nos pide que nos miremos a los ojos los unos a los otros,  que hagamos conexión con nuestros compañeros, que sintamos nuestro alrededor, la energía. Pues de esta manera se desarrolla un ambiente de trabajo de confianza, compañerismo y trabajo en equipo. Stanislavski menciona tres tipos de comunión que puede establecer el actor, comunión con uno mismo, comunión con los demás actores u objetos en escena y con el publico y la comunión con un objeto imaginario. Cuando realmente logramos crear una conexión, compartiremos sentimientos a través de diálogos, gestos, movimientos e incluso solo con la mirada y esto el publico lo agradecerá mucho.

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