Ensayo-el Maestro Y Su Practica Docente
Enviado por sighcaty • 19 de Junio de 2012 • 2.172 Palabras (9 Páginas) • 718 Visitas
INTRODUCCIÓN
En la primera unidad nos hace mención de los puntos en los que nosotros como maestros nos podemos apoyar para nuestra vida laboral, que reconozcamos, rescatemos y revaloremos los saberes de nuestra práctica cotidiana.
Esta asignatura nos muestra la importancia de saber desempeñarnos en nuestras actividades docentes por el bienestar de los estudiantes que tuvimos, tenemos o tendremos durante toda la vida laboral que nos resta.
Cada uno de los textos de las lecturas nos presenta una contextualización del documento y nos enmarca las ideas centrales de ellos por que nos facilita la comprensión de los mismos.
Carr, Kemmis, Donald Schön, ofrecen puntos sobre la conceptualización, características y tipos de saberes, también informan sobre la forma de identificar, clasificar y contrastar estos saberes, el valor que tienen en la profesión y la importancia de la reflexión en la acción educativa.
Al rescatar y revalorar nuestros saberes implica someterlos a un proceso de crítica, que nos permita darnos cuenta del nivel de conciencia, las debilidades y aciertos de estos saberes en el contexto histórico social en que se dan, para modificarlos, enriquecerlos o eliminarlos.
En la primera lectura la relación de maestros, investigadores y currículum; su conceptualización, características y clasificación.
Los maestros perciben que la clase es el lugar a desarrollar la educación por el precedente, costumbre, opinión o meras impresiones.
Menciona los siguientes tipos de saberes:
1.- sentido común de la práctica (suposiciones u opiniones).
2.- saber popular de los enseñantes.
3.- destrezas utilizadas por maestros
4.- saberes contextuales (lo que sabemos de esto o este para referenciar el realizar tareas o aspiraciones).
5.- conocimientos profesionales de estrategias y currículum.
6.- teorías morales, sociales y planteamientos filosóficos generales (como interrelacionarse).
Los investigadores sociales no consideran sus teorías como “verdaderas”, deben observar resultados, convalidar (confirmar).
De la segunda lectura nos menciona el existe aprendizaje iniciático en el campo de la industria y de los oficios manuales, entrenamiento guiado en la práctica de la educación. No es casual que los profesionales a menudo se refieran a un “arte” de la enseñanza o la dirección empresarial y utilicen el término artista para referirse a aquellos profesionales de la práctica extraordinariamente expertos en el manejo de situaciones de incertidumbre, singularidad y conflicto.
“La disciplina básica o inicial”: “el reconocimiento del curso natural del desarrollo… siempre aflora en el marco de situaciones que implican aprender haciendo. Artes y oficios forman la etapa inicial del currículum, puesto que corresponden al saber como emprender el logro de los fines” (Dewey, 1974, pág. 364).¹
En la tercera lectura nos habla de las experiencias del autor pero de ella prefiero hacer mención de los pocos aprendizajes que llevo durante mi practica.
“He aprendido que es preferible aprovechar el interés y espontaneidad del alumno, para abordar los contenidos afines a los que marca el programa, a imponer un orden riguroso y tradicionalista donde el maestro es la máxima autoridad quien decide, dispone y propone el contenido a aprender”.
“La manera de abordar los contenidos en el aula con mis alumnos no es en base al orden secuencial que marcan los programas de cada grado escolar, era preciso adaptarlo al ritmo de trabajo con los seis grados…”
De ahí nos pasamos a la cuarta lectura de la cual puedo rescatar lo siguiente, la conciencia se construye en la dialéctica de la objetivación del y acción sobre el mundo. Sin embargo, la conciencia nunca es mera reflexión acerca de, sino una reflexión sobre la realidad material.
Para el objetivismo mecánico, la conciencia es sólo una “copia” de la realidad objetiva. Para el solipsismo, el mundo se reduce a una creación caprichosa de la conciencia. En el primer caso, la conciencia sería incapaz de trascender el condicionamiento de la realidad; en el segundo en la medida que “crea” realidad, constituye un a priori de la realidad. En cualquier caso el hombre no se compromete con la transformación de la realidad. Esto sería imposible en términos objetivos porque, para el objetivismo, la conciencia, la réplica o “copia” de la realidad, es el objeto de la realidad, y la realidad se transforma entonces a sí misma.
El conductismo tampoco logra comprender la dialéctica de las relaciones hombre-mundo. El conductismo mecanicista niega a los hombres, porque los concibe como máquinas. Una segunda forma, el conductismo lógico, también niega a los hombres, puesto que afirma que la conciencia se los hombres es “sólo una abstracción”.
En la quinta lectura nos hace mención de el liberalismo y socialismo en esta el autor que sobresale es Freud el cual nos hace el siguiente comentario y del cual yo retomo textualmente:
Freud: “Para ser libre, el individuo debe ser más racionalmente consciente; la terapia es una ayuda para dar a la razón su oportunidad para trabajar libremente en el curso de la vida de un individuo. El mismo supuesto apuntala la línea principal de la obra marxista: Los hombres, aprisionados en la anarquía irracional de la producción, deben ser racionalmente conscientes de su situación en la sociedad, deben adquirir “consciencia de clase”, cuyo sentido marxista es tan racionalista como el sentido de cualquier expresión de Bentham.
En la lectura seis los profesores son el objeto de reformas educativas que los reducen a la categoría de técnicos superiores encargados de llevar a cabo dictámenes y objetivos decididos por expertos totalmente ajenos a las realidades cotidianas de la vida del aula.
De la segunda unidad puedo hacer mención que la finalidad es que nosotros desarrollemos técnicas etnográficas de investigación que le permitan identificar, aclarar y cuestionar nuestra practica y saberes docentes.
José Bleger que es uno de los autores que nos menciona en la primera lectura nos dice dice:
”El observador tampoco es una función pasiva: Observar sin hipótesis es simplemente un mirar que rápidamente se convierte en estereotipia… pensar es el eje de la indagación científica y la base para la observación. Este pensar no implica la construcción apresurada de sistemas especulativos y espectaculares, sino un mayor rigor en el pensar según la observación.”
Mientras que Malinowski instituía la participación intransigente del observador en la vida y pensamiento social, Marcel
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