Ensayo nueva ruralidad

LA NUEVA RURALIDAD

EDWIN ARLEY AMAYA VILLARREAL

PRESENTADO A:

MARTHA LUZ JARAMILLO

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE EN ALIANZA CON

FUNDACIÓN UNIVERSITARA CATÓLICA DEL NORTE

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

TRABAJO POR LINEAS DE INVESTIGACION

EDUCACIÓN EN EL MEDIO RURAL

OCTUBRE DE 2011

INTRODUCCION

Hablar de lo rural, es ponerse en el lugar de aquel que está rodeado de vegetación y no puede percibir los avances de la otra parte del mundo. Por así decirlo, así se pensaba antes. La ruralidad es más que nuestros campos y su actividad económica, es una cultura que ha tenido que enfrentar y vivenciar situaciones a causa del abandono de las instituciones y del mismo Estado. Son seres humanos con necesidades e ilusiones que se forman en un contexto que ha reflejado el abismo entre lo rural y lo urbano.

La nueva ruralidad, uniendo el abismo con lo urbano…

La nueva ruralidad, está rompiendo barreras, es así como se puede apreciar desde un punto de vista objetivo y teniendo en cuenta la evolución de las comunidades habitantes del campo y de las ciudades.

 Hoy día es fácil hablar de una unidad, pero hay lugares especialmente en nuestro país, en donde los dos ambientes muestran diferencias abismales, en cuanto a economía, cultura, educación, tendencias, etc. Es como si fueran dos Estados dentro de uno, obviamente unidos por delgadas líneas de dependencia, pues el uno influye en el otro, claro que muy poco reconocido aunque ahí están.

En nuestra bella Colombia, no más observando nuestro mapa, observamos a pesar de que hay una división política, para ser más exactos departamentos con ciudades y municipios, también vemos zonas en donde las distancias entre municipios y los diferentes asentamientos es significativa, porque en algunas hay trochas, que se llaman carreteras o vías de acceso que en la mayor parte de las veces son por aire o por agua también. Es aquí, que nuestra apreciación es la de una población en crecimiento hacia el norte y una muy poca que se encuentra al sur.

Pero que viene a ser la ruralidad? Es aquella integración que busca el Estado, es la de reconocer que somos un país que en su mayor parte de su economía está incluido el tema agrícola, como agente y principal actor de crecimiento y sostenimiento económico; es la de ver que la finquita ya no es un pedazo de tierra, que engorda con las ilusiones de los viejos, pensando en dejar porvenir a sus descendientes como herencia, sino que es parte vital del proceso productivo de un país.

Ya más de cerca puedo inferir que todavía hay personas que quieren salir del campo para migrar a la ciudad en busca de nuevos horizontes, sobre todo el de estudiar y de emplearse, por eso es común ver personas tratando de ambientarse a una ciudad, como lo decían por ahí una “jungla de asfalto y cemento” y por otro lado, los que ven oportunidades de crecimiento en ambientes rurales que han sido poco explorados, a parte de las actividades que realizan las empresa petroleras. Esta vivencia se puede analizar desde el punto de vista, en que las personas del sector rural no ven el potencial que tienen con ellos y desean dejarlo, obviamente sin dejar de considerar que también los fenómenos por conflictos armados inciden en el abandono de los campos.

La violencia e inseguridad, ha hecho que se vean el sector rural como algo que puede ser peligroso, algo que infunde temor y que los altos índices de desempleo en los “burgos” hacen que personas valientemente acepten retos de trabajar y conectar las ciudades con su parte rural (corregimiento, veredas, fincas, haciendas, casas), como por ejemplo, los impulsadores de productos que llevan soluciones a necesidades que se presentan en alguna vereda. Es de anotar, que la expansión y el querer capturar nuevos mercados hace que los negocios citadinos se extiendan a mercados rurales, con el fin de obtener ingresos por ventas; así como también las verduras, frutas, productos derivados del sector primario y agrícola son llevados para venderlos.

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