Ensayo sobre la poca valoración de la docencia Lo indigno de ser un profesor
Enviado por Inti Federici Diaz • 18 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.034 Palabras (5 Páginas) • 283 Visitas
Lo indigno de ser un profesor
Chile, un país que ha sufrido variados cambios en su historia tan trascendentales que han modificado el pensamiento y la idiosincrasia de esta joven nación una y otra vez, hemos vivido cambios políticos, económicos, sociales, y lo que nos concierne ahora, cambios en la educación. Estos pueden verse en lo práctico como reformas en contenidos, variación de sueldos, tanto de manera inmaterial en la sociedad y principalmente el que tocaremos que genera gran problemática en estos días, la desvalorización de los profesores en el colectivo de la comunidad, demostrando como este pensamiento idiosincrático que tiene la sociedad sobre el docente afecta todo el sistema educativo de nuestro país. El propósito del ensayo es dar a conocer esta problemática la cual afecta de manera inconmensurable el sistema educativo chileno y básicamente mancha en el pensamiento común de las personas, desperfecto que según nosotros es la piedra angular del deficiente sistema educativo chileno.
Antes de entrar de fondo al argumento tenemos que entender lo que es el valorar, lo cual se define como “Reconocer o estimar el valor, el mérito o las cualidades de una persona o cosa."(1), esta definición nos abre un tanto más la discusión, ya que no solo nos centra en el ámbito monetario que concierne a los pedagogos (el cual es ciertamente muy importante) sino que nos permite ingresar en el pensamiento de las personas sobre los estudiantes de pedagogía y los profesores. Antes de hablar de Chile observemos el valor social que poseen los profesores en otro país bastante desarrollado. Japón conocido por su cultura milenaria, es uno de los países más desarrollados en lo que refiere avance tecnológico y como sociedad, pero también nos llevan años luz en algo básico como lo es el respeto y la valoración hacia la profesión docente ,es tanto así que la concepción que se tiene hacia un maestro o profesor es tal que su palabra es tan reconocida por jóvenes como adultos, y se respeta su saber(2), es este concepto de respeto hacia el pedagogo por parte de la sociedad el que lleva a los profesores japoneses a no arrepentirse de su trabajo, y realizarlo de forma gustosa a pesar de la gran carga laboral que poseen.
Con dicho antecedente es que generaré mi primer argumento planteando las siguientes preguntas ¿Qué tan atractiva se hace la profesión docente para el estudiante a punto de egresar de cuarto medio? ¿Qué tan feliz y motivado puede ser un docente mal pagado y cuya sociedad no lo valoriza? Lamentablemente la carrera de docente no es atractiva para el común del estudiante, donde el profesor egresado solo debe conformarse con un mal sueldo, y el pésimo recibimiento social, lo que simplemente genera que personas que aman la docencia, se marchen a otras carreras mejor pagadas o mejor vistas por la sociedad, y que las personas que simplemente obtuvieron un mal rendimiento PSU y que no aman la docencia la terminen estudiando, según las propias palabras de Hernán Hochschild(2012)(3),coordinador ejecutivo de de Elige educar “tenemos una responsabilidad como sociedad al haber desvalorizado y desprestigiado al profesor, mientras que las universidades se han atrevido a formar a personas que vienen con un déficit desde el colegio y, tercero, gobiernos que no han puesto el foco para condiciones laborales favorables", es decir las universidades están atrayendo gente que posee competencias inadecuadas para ejercer como docente.
Bajo este supuesto es que basamos el segundo argumento. Todos sabemos que la pedagogía es una carrera por vocación, entonces ¿Qué es lo que sucede cuando los que la ejercen no poseen la vocación de pedagogo? Pues simplemente fracasan y se frustran, ya que específicamente las personas que educan las universidades para esta tremenda responsabilidad no son las más apropiadas ni las más capacitadas, tampoco son personas que amen lo que hacen, simplemente son personas que les “alcanzó el puntaje” y por ende manchan tan bella profesión, justificando y aumentando de cierta forma el desagrado social por el pedagogo. Prueba de esto es el resultado de la prueba Inicia del año 2012 el cual señala que el 69% de los docentes de pedagogía básica que rindieron la prueba tienen conocimientos insuficientes para ejercer la docencia(4). Por último, tenemos la gran carga académica que vulnera todos los derechos de los profesores, ¿podemos decir que valorizamos a un profesor el cual recibe un sueldo realmente paupérrimo por un trabajo arduo y realmente excesivo?, Chile es un país que valoriza mediante sueldo, y lamentablemente en pleno siglo XXI seguimos creyendo que el trabajo de profesor debe ser menos pagado que el de un abogado, un doctor o un ingeniero (sin ánimo de desvalorar estas carreras), por las mismas palabras de Hochschild(2012), “vivimos en una sociedad donde un ingeniero debe ganar más que un profesor, pero exigimos al profesor que entregue una excelente educación, estamos exigiendo cosas tremendas sin la disposición a pagarlas”, la sociedad chilena le exige al profesor cosas que van mas allá de su labor como docente, hoy en día el profesor además de conocimientos se ve con la imposición de entregar valores, de formar personas, de vivir trabajando, de perder tiempo con su familia y además de la falta de coherencia entre la responsabilidad asignada en el desarrollo de los aprendizajes y la valoración económica establecida y una lucha constante contra la sociedad, hemos transformado a los profesores de bellos seres humanos que buscan impartir conocimientos, a desgastadas máquinas. Sin embargo a pesar de todo esto aún existe una generación que desea transformar esta mirada e incorporarse al ejercicio docente y prepararse de manera competente para ésta labor.
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