Ensyo Mi Minuti Escencial
Enviado por albert0780 • 6 de Agosto de 2012 • 920 Palabras (4 Páginas) • 392 Visitas
LA BÚSQUEDA
Erase una vez un hombre que buscaba el equilibrio en su vida. Deseaba ser feliz, en su trabajo y con la familia. Y deseaba que los demás también fuesen felices y productivos. Lo cual era una frustración para él, pues había tratado por todos los medios de hacerse feliz a sí mismo y felices a los demás. Pero, por mucho que lo intentaba, nada parecía suficiente. Cuando estaba a solas, no experimentaba la tranquilidad mental que buscaba. Algo importante fallaba también en sus relaciones de negocios y en las privadas. En el mejor de los casos, no quedaba a la altura de lo que él mismo y los demás esperaban; hacía daño a la gente, aunque por lo general sin darse cuenta de ello. Se estaba convirtiendo en una persona desconfiada, Empezaba a preguntarse si alguna vez descubriría el secreto del equilibrio. No obstante, sabía lo bastante acerca de la felicidad para darse cuenta de que, si alguna vez la encontraba, tendría que ser dentro de sí mismo. Pero se preguntaba cómo afectaría eso a los demás. Mientras tanto, aquel hombre buscaba a alguien que hubiera encontrado ya la solución y que quisiera compartir su secreto con él.
Después de tratar a muchas personas, se daba cuenta de que casi todo el mundo sentía lo mismo que él. Conoció a unas pocas personas que le parecieron felices. Pero éstos no querían o no podían compartir su secreto con él. No obstante, el hombre sabía que por su propio bien y por el de la buena gente que trabajaba y convivía con él, necesitaba encontrar pronto la solución.
Se decía que ojalá conociese a alguien que tuviera dicha solución, que viviera con arreglo a ella y que pudiera explicársela de una manera sencilla. A lo mejor es un secreto demasiado personal como para compartirlo con un desconocido pensaba. Si supiera de alguien… De pronto, recordó a una persona a la que conocía muy bien y que había logrado tener más éxito en su trabajo y mayor felicidad en su vida.
Un minuto para sí mismo, que importante, quien no se da tiempo a sí mismo no tiene tiempo para los demás. Que necesario es pensar en uno mismo, en consentirse, porque nosotros mismos somos los jueces más intolerables y exigentes que tenemos, Curiosamente siempre se ha dicho que para cuidar de otros debe uno cuidar de sí mismo y creemos que lo hacemos, pero en verdad nos descuidamos mucho, tratamos de cuidar a quien nos rodea y nos olvidamos de uno mismo, por supuesto que cuando estamos enfermos ni nos creen, pensamos que el cuidado tendrá que ser reciproco, sin embargo, Spencer Johnson en este libro es muy claro “si quieres que todo vaya mejor, empieza a cuidar de ti mismo”. Podrá sonar egoísta, pero, ¿cómo puedo cuidar de los demás si no me cuido yo primero?, ¿cómo se puede dar amor a otros sin quererse a sí mismo? Spencer plantea que en momentos de desorientación, cuando las cosas no salgan
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