¿Es Posible La Integracion Latinoamericanas?
Enviado por reypar • 18 de Febrero de 2014 • 2.005 Palabras (9 Páginas) • 281 Visitas
En la actualidad, casi todos los países que conforman Latinoamérica generan grandes esfuerzos para consolidar la integración. Sin embargo, a pesar de las razones históricas y culturales que justifican dicha integración, existen también serios obstáculos que la dificultan.
Es importante tener presente también que la integración de América Latina no puede ser analizada aisladamente. Tiene una historia, se da en un continente donde ha sido constante el ejercicio del dominio de las distintas potencias a través de sus diversas etapas (España, Inglaterra, Estados Unidos) y donde se intenta maximizar las economías nacionales y en el que los vínculos entre países están dificultados por guerras pasadas. De cualquier forma, conviene tener en cuenta que la integración regional se realiza en el interior de otra integración, la que vincula a los países de América Latina con el mercado mundial.
Aunque las razones invocadas para justificar la integración latinoamericana han cambiado en el tiempo y de acuerdo a los modelos de desarrollo que se han considerado más convenientes o más adecuados a las circunstancias nacionales e internacionales, los objetivos de la integración han sido los mismos desde que las naciones de América Latina obtuvieron su independencia.
La homogeneidad cultural e histórica (en cuanto a idioma, religión y tradición jurídica) y la continuidad geográfica han hecho pensar que la formación de una comunidad de naciones latinoamericanas no encontraría los obstáculos presentes en otras latitudes y permitiría una realización más plena de la identidad y las potencialidades de la región.
América Latina lo tiene todo para echar a andar el proceso integrador: una misma lengua, un mismo origen, un destino común y un gran potencial de recursos naturales. Pero hasta ahora le ha faltado lo principal: visión de futuro, voluntad política, generosidad y solidaridad entre las naciones que la integran.
No es necesario ningún requisito en particular para realizar la integración económica entre los países de América Latina. Sólo sería necesario acordar el establecimiento de la libertad de intercambios de mercancías y la libre circulación de los servicios productivos, aboliendo todas las barreras artificiales que pudieran oponerse a dicho propósito. No hay requisitos particulares y previos porque la acción de los mecanismos del mercado tendría la virtud de transmitir automáticamente el crecimiento de los polos a la periferia.
Causas generales para el fracaso de los antiguos proyectos de integración
De acuerdo con la CEPAL la integración regional es dificultada por extrema heterogeneidad de los diferentes enfoques seguidos por las agrupaciones regionales y subregionales en materia de servicios. Falta de compromiso de los gobernantes para un resultado cualitativo de la integración económica; que implicaba una liberalización de los mercados. Esta política de abertura no va al encuentro de los intereses de grupos monopolisticos y oligopolistas influyentes de los países más industrializados. Así como del propio Estado, que a través de la política de substitución, asumió también un papel de empresario y protector de su propio producto.
De esta manera fracasa la principal concepción de la CEPAL que se basaba en el entrelazamiento de las economías nacionales con base en el desarrollo industrial y viceversa.
Los gobiernos autoritarios latinoamericanos vieron la aproximación de las economías regionales, como una amenaza para la seguridad nacional. Ese problema se acrecentó más debido a los conflictos políticos entre algunos países, por ejemplo Brasil y Argentina por causa de la construcción de la Usina Eléctrica de Itaipú.
La falta de diversificación de los productos regionales; contribuyeron al fracaso de la integración económica. Lo acuerdos multilaterales, especialmente en relación a la ALACL, dificultaban el consenso, contribuyendo al fracaso del plano integrativo. Los acuerdos se basaban más en retóricas e intenciones, que en compromisos pragmáticos
El rumbo de la integración latinoamericana parece entonces algo incierto frente a la fragmentación de los procesos y las dificultades que enfrenta cada bloque regional para profundizar la integración y para establecer y consolidar relaciones con otras regiones del mundo.
La perspectiva actual
Observando la realidad del proceso de integración latinoamericano es difícil no constatar un avance importante en las diferentes subregiones. El esquema que parece haberse consolidado de manera más sólida es el MERCOSUR (Mercado Común del Sur). Reúne desde 1985 a los países del Cono Sur: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Venezuela adhirió igualmente en junio del 2006. Su persona jurídica de Derecho Internacional fue establecida por el protocolo de Ouro Preto de 1994, el cual dio lugar al arancel externo común. A partir de esta fecha el organismo se ha dotado de instrumentos jurídicos e institucionales que van más allá de la integración económica, avanzando en temas cómo el compromiso democrático, las concertaciones sociolaborales, la libertad de residencia y trabajo para las personas, el crecimiento del empleo, la protección de los Derechos Humanos, la promoción de la cultura, la participación de las organizaciones de la sociedad civil e inclusive un acuerdo de seguridad social para los trabajadores migrantes.
En la región andina, la CAN (Comunidad Andina de Naciones) es el organismo que agrupa a la mayoría, más no la totalidad, de los países. Sus miembros son hoy Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador. Chile se retiró en 1976 y Venezuela en el 2006 para ingresar al MERCOSUR. El grupo existe desde 1969, pero es solamente en los años noventa que se consolidan la zona de Libre Comercio y el arancel externo común. La integración de los países andinos ha igualmente avanzado en otros ámbitos cómo son el libre tránsito de personas y la creación de un pasaporte andino.
La integración de los países centroamericanos retomó fuerza dentro del contexto político de conflictos y guerras civiles y en el año 1993 establece claramente cómo objetivo la construcción de una región donde prima la paz, la democracia y el desarrollo. En ese sentido, dentro del SICA (Sistema de Integración Centroamericano) se han firmado acuerdos para la integración social, la protección del medio ambiente y la seguridad democrática.
En la última década, nuevas fuerzas políticas de la región han dado lugar a otro tipo de esquema de integración latinoamericana. Este es el caso del ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina y el
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