Es decir Montería

Montería, dentro de sus múltiples problemas y situaciones inherentes a las de ser un municipio de un país en vía de desarrollo, afronta un caso que es verdaderamente preocupante y es la indigencia. Primero que todo definamos que es ser indigente: "es aquel que se encuentra en un estado de pobreza absoluta y no tiene lo mínimo necesario para vivir", pues bien, si esto es cierto, ¿qué es entonces lo que causa la indigencia en montería?, podríamos decir que la falta de repartición justa de la riqueza de la ciudad, o quizás también la falta de oportunidades para conseguir algunos ingresos que le permitan una vida digna.

Teniendo en cuenta los anteriores orígenes de la situación de indigencia, existe otra que es el vicio y la drogadicción, que llevan a aquellos a una situación de abandono y desespero por procurarse su vicio y por tal razón se agrupan en el centro de montería teniendo su mayor concentración de la calle 37 à la 41 donde se identifican plenamente en su condición de vida. Es más, de esto ha surgido un creciente negocio que son los proveedores del vicio y los reducidores que se benefician con la miseria de estos pobres seres humanos que han perdido el sentido de la ubicación social y de los valores. Tan solo en este sector se ha denunciado la existencia de más de 50 indigentes en situación desesperada, que como alternativa de ubicación se han desplazado a lo largo y ancho de estas calles, no solamente pidiendo dinero en las esquinas, si no amedrentando a la gente, robando en los carros, asaltando a los peatones, robándose las tapas de las alcantarillas, robándose los cables de energía y colonizando lotes o parques.

Pero lo grave de esta situación es la falta de planes y proyectos consistentes, de presupuestos reales y adecuados y lo más importante, la conciencia y voluntad del gobierno local por resolver esta situación, que de no afrontarla será una bomba de tiempo para la sociedad monteriana.

La indigencia no da espera, esta avanza como buldócer, arrollando y atropellando todo lo que encuentra en el camino de la vida, no se hace distinción de credo, pueblo, raza, genero o persona, puede desestabilizar la paz de una familia o incluso llevar al hombre y a la mujer al mismo suicidio

No es fácil establecer cuántos indigentes tiene montería. Algunas cifras estiman esa población en cerca de 500 personas. Otros calculan que pueden llegar a 700. Sin embargo ya en este momento las cifras no son las importantes. Lo realmente alarmante es que en montería la indigencia se disparó.

Son bien conocidas las historias de indigentes que piden limosna para consumir droga, pero también la de mendigos que piden monedas a pesar de que cuentan con propiedades. Es más cómodo y por supuesto más rentable alquilar un anciano inválido, sentarlo en una silla de ruedas y salir a pedir limosna. Son setenta mil o cien mil pesos diarios. ¿A quién

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