Decir No...

Decir No...

Publicado por Betina el septiembre 19, 2013

En esta oportunidad quiero sugerirte que recuerdes ocasiones en las que has dicho: “No puedo…”, anota en una hoja las frases que incluyan este enunciado. Luego que hayas escrito todas las oraciones en las cuales recuerdes haberte excusado diciendo que no puedes, en otra hoja vuelve a escribir las mismas oraciones pero sustituyendo las palabras no puedo por “No quiero”. Repite en voz alta la frase que más te llame la atención, y revisa de que te estás dando cuanta. Puedes ir revisando una por una. Se sincero y tomate tu tiempo…

Por lo general solemos decir “No puedo para no decir lo que en realidad sentimos que es “No quiero”. Decir no quiero implica una responsabilidad que no siempre estamos dispuestos a asumir. Más allá de la responsabilidad, de poder estar conscientes o no de la evasión que estemos realizando, nos estamos engañando a nosotros mismos, produciéndonos auto sabotaje. Creemos que en realidad no podemos y lo hacemos muy cuesta arriba, si no podemos sufrimos, y nos victimizamos quedando de alguna manera inhabilitado para resolver situaciones, tomar decisiones, ser responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y actuaciones. Si somos sinceros en principio con nosotros mismos y asumimos que no queremos, nos responsabilizamos por ello, buscamos soluciones, somos auténticos, el sufrimiento por tal motivo baja o desaparece. Por ejemplo: No puedo ir a la fiesta porque no me siento bien, es diferente a decir: No quiero ir a la fiesta, prefiero cuidarme ya que no me siento bien. Aunque parece lo mismo, no lo es. En la primera oración nos ponemos en un papel de víctima, por no poder ir. En la segunda asumimos la responsabilidad de cuidarnos. En ocasiones es cuestión de decisión, no puedo ir a la playa, en realidad prefiero quedarme estudiando para el examen porque no quiero raspar, o prefiero quedarme trabajando, necesito el dinero.

Al decir no puedo, generamos sentimientos de rabia y frustración. Cuando decimos no quiero, estos sentimientos no tienen cabida y resolvemos hacer lo que en realidad queremos hacer, sintiéndonos tranquilos y serenos. Toma consciencia de tus no puedo.

19/09/2013

ALEXA PRINCZ

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