Escribiendo con lógica y coherencia

MIII-U2- Actividad 1. El problema y la hipótesis

Efecto de la reducción moderada de sal a largo plazo en la presión arterial

Problema: La magnitud e importancia clínica de la reducción de sal en presión arterial a largo plazo en personas con presión arterial normal y alta.

Hipótesis: La reducción moderada en la ingesta de sal a largo plazo podría tener algunos beneficios en la presión arterial de personas con presión arterial alta.

Justificación: Al reducir significativamente el consumo de sal podrían reducir accidentes cardiovasculares, ataques cardiacos e insuficiencia cardiaca.

Variable independiente: El consumo de sal en las personas

Variable dependiente: Baja de presión arterial, accidentes cardiovasculares, ataques cardiacos, etc.

Muchos ensayos aleatorios que evalúan el efecto de la reducción de sal en la presión arterial muestran reducción de la misma en individuos con hipertensión arterial. Sin embargo, hay controversia acerca de la magnitud y la importancia clínica de la caída en la presión arterial de los individuos con presión arterial normal. Se han publicado varios metanálisis de los ensayos aleatorios de reducción de sal en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de estos ensayos incluidos de muy corta duración (p.ej. cinco días) y los ensayos incluidos con carga de sal seguidos con privación de sal (p.ej. de 20 a 1 g/día) en sólo algunos días. Estos experimentos a corto plazo no son apropiados para informar la política de salud pública sobre una reducción moderada de la ingesta de sal en un período prolongado. El metanálisis de Hooper y cols. es un intento importante para analizar si el asesoramiento para lograr una reducción de sal a largo plazo (es decir, de más de seis meses) en ensayos aleatorios provoca un descenso en la presión arterial. Sin embargo, la mayoría de los ensayos incluidos en este metanálisis lograron una reducción pequeña en la ingesta de sal; en promedio, la ingesta de sal se redujo a 2 g/día. Por lo tanto, no es sorprendente que este análisis haya demostrado un pequeño descenso en la presión arterial y que no haya podido demostrar una dosis-respuesta a la reducción de sal.  Los datos fueron extraídos de forma independiente por dos personas. Se calcularon los tamaños del efecto medio con modelos de efectos fijos y aleatorios mediante el programa informático Review Manager 4.2.1. Se utilizó la regresión lineal ponderada para examinar la relación entre el cambio en el sodio urinario y el cambio en la presión arterial. Se utilizaron los gráficos en embudo (funnel plots) para detectar sesgo de publicación y otros sesgos en el metanálisis. Se incluyeron 17 ensayos en individuos con presión arterial elevada (n = 734) y 11 ensayos en individuos con presión arterial normal (n = 2220). En los individuos con presión arterial elevada, la mediana de la reducción en la excreción de sodio urinario de 24 h fue 78 mmol (4,6 g/día de sal), la reducción media en la presión arterial sistólica fue -4,97 mmHg (IC del 95%: -5,76 a -4,18) y la reducción media en la presión arterial diastólica fue -2,74 mmHg (IC del 95%: -3,22 a -2,26). En los individuos con presión arterial normal la mediana de la reducción de la excreción de sodio urinario de 24 h fue 74 mmol (4,4 g/día de sal), la reducción media en la presión arterial sistólica fue -2,03 mmHg (IC del 95%: -2,56 a -1,50) y la reducción media en la presión arterial diastólica fue -0,99 mmHg (-1,40 a -0,57). Los análisis de regresión lineal ponderada mostraron una correlación entre la reducción en el sodio urinario y la reducción en la presión arterial. El metanálisis demuestra que una reducción moderada en la ingesta de sal por cuatro o más semanas tiene un efecto significativo y, desde el punto de vista de la población, importante sobre la presión arterial en individuos con presión arterial normal y elevada. Estos resultados apoyan otras pruebas que indican que una reducción moderada y a largo plazo en la ingesta de sal de la población podría reducir los accidentes cerebrovasculares, los ataques cardíacos y la insuficiencia cardíaca. Además, nuestro metanálisis demuestra una correlación entre la magnitud de la reducción de sal y la magnitud de la reducción de presión arterial. Dentro del rango de ingesta diaria de 3 g a 12 g/día, cuanto más baja fue la ingesta de sal lograda, más baja fue la presión arterial.

Evaluación de los hábitos alimentarios de una población de estudiantes universitarios en relación con sus conocimientos nutricionales

Problema: Los conocimientos que se puedan obtener sobre alimentación, no necesariamente determinan que haya cambios en la dieta de las personas.

Hipótesis: Los alumnos de Nutrición Humana y Dietética deben llevar una dieta más saludable por sus conocimientos de nutrición.

Justificación: La carrera de nutrición va enfocada a lo que es nutrición en sí y deben tener los conocimientos para llevar un mayor control de su dieta.

Variable Independiente: Como aplican los conocimientos en su alimentación los estudiantes de las cuatro titulaciones sanitarias.

Variable Dependiente: Los conocimientos de la clase de Nutrición y dietética.

El objetivo de este trabajo ha sido el evaluar si los hábitos alimentarios y de otros estilos de vida se comportan de acuerdo a los conocimientos que se tienen sobre nutrición y dietética. Se estudiaron 105 alumnos (21 ± 2 años) de la Universidad San Pablo CEU correspondientes a cuatro titulaciones sanitarias: enfermería (E, n =21),Farmacia (F, n=32), Nutrición Humana y Dietética (N,n=34) y Podología (P, n=18). Todos cursaron la asignatura de nutrición y dietética durante el curso 2003-2004.Los alumnos cumplimentaron un registro dietético y un cuestionario de conocimientos, hábitos alimentarios y estilos de vida. También se obtuvieron datos reales y estimados sobre el peso y la talla. La ingesta media de energía y nutrientes fue similar en los cuatro grupos de estudio, observándose deficiencias en energía, fibra, magnesio, ácido fólico y vitamina E. La distribución de la población de acuerdo al IMC fue también similar en las cuatro titulaciones, estando la mayor parte de la población (67%) en el rango de normopeso. Cabe destacar que los hombres estimaban correctamente el peso y la talla, mientras que las mujeres sobreestimaban la talla y subestimaban el peso, de forma significativa en el caso de P. Los alumnos de N afirmaban tener unos conocimientos medios-altos de nutrición, mientras que F y E bajos-medios y P bajos, lo que se corroboró con un mayor número de aciertos de N ante preguntas sobre alimentos a considerar y quitar en una dieta de adelgazamiento y composición nutricional de la dieta. No se observaron diferencias significativas entre titulaciones en hábitos alimentarios y estilos de vida. A pesar de que los alumnos de N tenían mejores conocimientos de nutrición, los hábitos alimentarios y estilos de vida eran semejantes a los alumnos de otras titulaciones, lo que demuestra que el conocimiento de nutrición no implica necesariamente cambios hacia una dieta y estilos de vida más saludables.

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