Eso Que Llaman Viveza

LA VIVEZA DEL COLOMBIANO

El principio de legalidad se emerge como una de las columnas básicas de nuestro ordenamiento jurídico colombiano.

En virtud del mismo y como ya estudiamos la Constitución Política se constituye como la norma de normas, es nuestro vademécum, nuestra brújula, el ordenamiento que sienta las bases estructurales del Estado Colombiano.

Seguidamente encontramos los preceptos contenidos en las leyes. Tanto la norma superior, como las leyes que rigen nuestro ordenamiento jurídico deben ser acatadas tanto por funcionarios públicos como por particulares.

En la era contemporánea actual, los valores y principios que de antaño se nos inculcaban en casa, parecen haber desaparecido.

Nuestra sociedad presenta una seria inversión de valores, el trabajo esforzado, constante y honrado ha dado paso a fenómenos como el dinero fácil, la ley del menor esfuerzo y la violación de las leyes y de la Carta Política sin contemplación alguna.

Nuestro foro de discusión se centrará está vez en la ausencia de validez de nuestro ordenamiento jurídico por parte del ciudadano del común.

En este orden de ideas, Fundamentándose en el artículo: “Eso que llaman viveza” de Vlado, el cual se adjunta, En primer lugar: siente su posición crítica sobre el tema planteado y sobre la lectura que se anexa al foro.

En segunda instancia proponga fórmulas que hagan viable la recuperación de la confianza en la administración pública, los valores y el cumplimiento de la Constitución y de las leyes que integran nuestro ordenamiento jurídico colombiano, por parte de todos los ciudadanos.Ojo fórmulas concretas, tangibles y realizables.

En tercera lugar y una vez resueltas los anteriores cuestionamientos, controvierta la participación de alguno de los integrantes de su curso, OJO en el mismo espacio de su participación en este foro

Lectura:

Eso que llaman 'viveza'

'El colombiano no se vara' suele decirse popularmente y esa supuesta habilidad da licencia para todo.

7:14 p.m. | 7 de octubre de 2014

¿Qué tienen en común el colapso del edificio Space, en Medellín; el accidente donde perdieron la vida 33 menores de edad en Fundación (Magdalena), y la muerte de la joven María Camila Velandia, en el río Amazonas? La respuesta es simple: en todos estos casos se violó alguna norma.

Por desgracia, la manía de saltarse la ley es una práctica muy común en Colombia y tiene sus raíces en el seno mismo de tantos hogares y colegios en los que los niños ven cómo sus padres o sus maestros hacen y deshacen con las normas, a la sombra de una mal entendida viveza. “El colombiano no se vara”, suele decirse popularmente y esa supuesta habilidad da licencia para todo: permite exceder los límites de velocidad, cobrar bonos escolares disfrazados de contribuciones voluntarias, comprar videojuegos piratas, colarse en las filas, fotocopiar libros enteros, bajar

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