Estados unidos y su aprovechamiento de los recursos minerales.

LAS FUENTES SUBTERRANEAS DEL PODER

Estados unidos y su aprovechamiento de los recursos minerales

Para abastecerse de la mayor parte de los minerales estratégicos que se consideran de valor critico para su potencial de guerra, los Estados Unidos dependen de las fuentes extranjeras.

Los norteamericanos importan la séptima parte del petróleo que consumen, compran  fuera de fronteras una quinta parte del cobre que gastan, importan una tercera parte del hierro y todo el manganeso y una cuarta parte de tungsteno.

Una de las razones principales de los Estados Unidos para invertir en el exterior es el desarrollo de recursos naturales, como el petróleo. La primera potencia del mundo invierte al sur de Rio Bravo. Esas inversiones están dedicadas a la extracción de petróleo y a la explotación de la minería, que son indispensables para su economía.

Estados Unidos fue aprovechándose del espléndido subsuelo mineral en Brasil. Una de sus empresas más grandes, la Bethlehem Steel (empresa constructora del acero) comenzó mudando 40 millones de toneladas de manganeso (uno de los mayores yacimientos del mundo) a los Estados Unidos. Brasil continua despojándose gratis de sus fuentes naturales de desarrollo.

Por otra parte, se apodero de una mina en Bolivia que contenía plomo, plata, y grandes yacimientos de cinc.

Así como se apodero de esta mina en Bolivia fue tomando las riendas en Perú y Venezuela, nacionalizando los pozos de extracción de minerales.

Uno de los principales motivos por el cual los norteamericanos quieren abrir una nueva frontera en Brasil, es por la “Explotación clandestina  de minerales muy valiosos”.

EE.UU visualiza la selva amazónica, para usurpar esas tierras, aislarlas del resto de Brasil y utilizarlas para la explotación de sus recursos. Se localiza en los puntos mas ricos en minerales radiactivos, oro y diamates.

Brasil pierde cada año más de cien millones de dólares, solamente por la evasión clandestina de diamantes en bruto.

EUROPA

La población europea crecía y se hacía imprescindible otorgar nueva vida a los suelos cansados para que la producción pudiera aumentar en proporción pareja. Los campos del Viejo Mundo estaban agotados después de décadas de sobreexplotación y erosión.

Fueron los británicos, a partir de la década de 1840, los que descubrieron las magníficas propiedades fertilizantes del Guano(Sustancia formada por los excrementos de ciertas aves marinas que se encuentra en gran cantidad en las costas del océano Pacífico de América del Sur y se utiliza como abono) y en esa época comenzó la explotación a gran escala de tan preciado abono desde Perú.

Poco después la química agrícola descubrió que el salitre era más nutritivo y en 1850 comenzó a usarse como abono en los campos europeos.

“Gracias al salitre y al guano, el fantasma del hambre de alejo de Europa”.

Según Galeano , la explotación de salitre rápidamente se extendió hasta la provincia boliviana de Antofagasta, aunque el negocio no era boliviano sino peruano y, mas que peruano,chileno.

 El gobierno de Bolivia pretendió aplicar un impuesto a las explotadoras y exportadoras de salitre ubicadas en su territorio y fue entonces cuando el ejércido chileno invadió la provincia y ya nunca se marchó de allí. En 1879 la guerra del Guano y del Salitre, también llamada guerra del Pacífico, estalló y duró hasta 1833. Chile se apoderó de una serie de territorios costeros  y desde entonces Bolivia viene reclamando lo que fue suyo, o al menos, una parte de terreno que le de salida al mar. Perú y Bolivia sufrieron a partir de entonces una serie de consecuencias que  todavía padecen, en parte  la pérdida de sus principales recursos naturales.  Las inversiones inglesas en la región se triplicaron hasta convertir la región del salitre en “una factoría británica”. Mientras chilenos, bolivianos y peruanos peleaban entre ellos, los británicos se apoderaban de esa próspera industria sin haber desembolsado ni un penique. En 1890 Chile ya destinaba las tres cuartas partes de sus exportaciones a Inglaterra y recibía de ella la mitad de sus importaciones.Los obreros chilenos no conocían el descanso de los domingos, trabajaban hasta dieciséis horas por día.

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