Estrategias Didacticas

Conclusión

Hay mucho que aprender acerca de las pautas del desarrollo regulador, así como de las adaptaciones que hacen los niños en los mecanismos que les permiten transitar exitosamente a través de la gran cantidad de retos que se les presentan en el camino que lleva hacia un comportamiento bien regulado.

La capacidad de autorregulación refleja la transición de los niños de la indefensión a la competencia. Las investigaciones de esta transformación se enfocan en tres tareas: regulación de emociones, regulación de la conducta y regulación de la atención. Sin embargo, en realidad estos aspectos están estrechamente vinculados, ya que el éxito en un área tal vez desencadene el triunfo en otra o bien problemas en una pueden provocar el estancamiento del desarrollo en otra.

La regulación en las etapas tempranas del desarrollo está profundamente sustentada en las relaciones de niño con otras personas. Es por eso que en esa edad se debe prestar especial atención y dedicación a la crianza ofreciéndoles experiencias, apoyo y aliento que les permita en un futuro ser un individuo independiente en todas sus características. Pues se considera que las dificultades que más tarde tendrá en su desempeño se generan por las limitantes o problemas que sucedieron en el desarrollo de la infancia.

Casi todos los niños pequeños muestran una conducta pobremente regulada, pero esto no quiere decir que tengan algún impedimento en su desarrollo, pues su comportamiento es característico de esa etapa. Así que es fundamental no adelantarse ni determinar un diagnostico ante la posible presencia de un trastorno o déficit, sin antes evaluar cada dimensión y dar tiempo para que por sí solo el infante adquiere la madurez necesaria para aprender a autoregularse. Favoreciendo las relaciones con sus pares y adultos, creando ambientes enriquecedores, estimulando su desarrollo con experiencias significativas.

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