Experiencias en la inclusion en la educacion superior para personas sordas.
Enviado por Ceprodesor Comunidad Sorda • 4 de Julio de 2016 • Tesis • 2.468 Palabras (10 Páginas) • 260 Visitas
ANEXO N° 9: REGISTRO DE RELATO EXPERIENCIAL DE ALUMNA SORDA INTEGRADA EN LA CARRERA DE EDUCACIÓN DIFERENCIAL ESPECIALIDAD AUDICIÓN Y LENGUAJE EN LA UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN.
Nombre: Paloma Valdés Obaid Estudiante de Educación Diferencial con mención en Trastornos de Audición y Lenguaje. Ingreso 2003.
No me sentí integrada cuando… La preocupación que si recibía información cabal a través de los profesores no fue suficiente, por lo que solicitaba que “alguien” me interpretara, sin valorar el esfuerzo por ellos realizado que al mismo tiempo afectaba sus quehaceres. Todo sucedió en primer año. En el segundo semestre tuve un ramo muy complicado, Morfosintaxis. Desgraciadamente no había adecuaciones curriculares para este ramo, que consistía en un estudio profundo de la lingüística. Mi problema radicaba principalmente en la redacción la cual no era lo suficientemente adecuada, ya que se requería de la lectura y la comprensión de ésta, el significado de Morfosintaxis, la estructura de las palabras, oraciones; mi limite de lenguaje formal no me permitía hacerlo plenamente, no tenía ninguna base para entender, es decir capté a mi manera, no como realmente era. La desesperación se convirtió en una compañera que en ningún momento me quería abandonar, me aterrorizaba porque tenía notas muy bajas lo que hacía difícil que pudiera aprobar. Yo necesitaba que alguien me explicara, pero nadie intentó hacerlo de la manera que yo necesitaba, es decir, quería un documento con esquemas como base para llegar a entender la materia. Le mostraba el libro a mis amigos y les preguntaba si entendían, me decían que no. Algunos intentaban entender pero no sabían cómo explicarme. Mis compañeras estaban estresadas por no poder comprender el ramo, sin embargo, tenían la posibilidad de aprobarlo con algunas evaluaciones de apoyo, como trabajos de grupo y la ponderación de las notas de las pruebas, a ellas les había ido relativamente bien, a mí en cambio,
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la posibilidad de aprobar se fue reduciendo cada vez más, finalmente reprobé con tristeza con un promedio 3.9 y con un sentimiento de impotencia e incomprensión hacia mi persona. Tomé el ramo por segunda oportunidad con la intención de esforzarme doblemente, pero a pesar de mis esfuerzos tenía bajas notas, llegué a fines del semestre necesitando un 6.3 para aprobar. Para mí este ramo fue como empezar a excavar y excavar y terminar en laberintos; mi vida se volvió a convertir en desesperación. Pedía ayuda afuera de la universidad pero no muchos entendían sobre el tema, y me decían, la universidad es difícil PARA TODOS, paciencia y lo superarías… ¿difícil? ¿Para todos? ¿Mi condición es un problema? Al decirme esto era como una desilusión porque yo lo único que necesitaba era adecuaciones para poder obtener los frutos deseados por mi esfuerzo. Después de pasar tanta ansiedad, desesperación, pánico de pensar en no volver a estudiar la carrera; donde percibí un miedo desconocido, me sentía sola y nadie sabía qué me pasaba, qué necesitaba realmente. Recuerdo que tenía dos cuadernos de borrador para hacer ejercicios, practiqué 100 ejercicios, a veces más, y le pedí a mi profesora que si podría revisarlos, ella revisó lo que pudo, pero no tuvo tiempo para explicarme mis errores… eran demasiados, y yo no lograba entender porqué me equivocaba tanto, si me esforzaba a conciencia y a veces más de la cuenta hasta llegar a perder el sueño y la confianza. A pesar de lo que sentía, programé mi mente con pensamientos de que iba a aprobar como sea, incluso con o sin apoyo. Recuerdo que contaba y contaba todo lo que me pasaba, de verdad sentía miedo, hasta que alguien me presentó una profesora que supo lo que me estaba ocurriendo, me dijo que me acercara a ella y fuese a su oficina, fui acompañada de un gran nerviosismo de solo pensar que tenía dos días para dar la prueba final, y que necesitaba pasar con 6.3. La profesora me ofreció tiempo para estudiar juntas en una sala, me sentí feliz, fue un gran alivio por su generosidad y buena voluntad. Durante ese apoyo, me ayudó a ver mis errores y los detalles de ellos, fue como ver un espejo, poco a poco lo superé, después de 2 días de estudio fuerte, madrugando, pude sentirme
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aliviada porque sabía que había una profesora que estaba alerta y atenta por mí, ella me decía que confiara en mí al igual que ella lo estaba haciendo. A partir en ese momento algo importante cambió, por primera vez alguien de manera clara, me reanima, me levanta y me demuestra todas mis expectativas y capacidades. Afortunadamente en la prueba me saqué un 6.9, por primera vez y me sentí orgullosa, porque para mí fue un 7.0 en ese momento me di cuenta que podía estudiar y lograr todo lo que yo quisiera sin que nadie me corte las alas. Sinceramente todo lo que aprendí sobre la clase, los contenidos no me sirvieron mucho como para pensar y recordar todo lo que me pasó… ahora que soy profesora, trabajo en una escuela de sordos, y me doy cuenta que sigo aprendiendo de mis estudiantes sordos, ellos son los que me enseñan a ser buena profesora, la clave no está solamente en cuanto se sabe, sino también, en la forma cómo se entrega el saber, eso hace a los verdaderos maestros.
De las Necesidades Educativas Especiales versus la Integración… Recuerdo que tenía ramos de diferentes semestres, eso se transformó en un problema al coincidirme dos ramos a la misma hora, así que de repente iba a una clase, después me iba a la otra por tope de horario, pero si tenía prueba, debería estar allí. Una profesora se complicó mucho por mi ausencia, pero ella sabía que no dependía de mí. Supe a través de mis compañeras que había prueba con grupo, pero desafortunadamente mis compañeras decían que la profesora tomó la decisión de que iba a estar sola, porque tenía una especial para mí. Mis compañeras decían que no estudiaron y formaron grupos, me sentí excluida porque había estudiado, además había preparado disertaciones y controles en el mismo día y tenía que nuevamente volver a preparar las materias… no podía más… estaba muy agotada. Le pregunté a mi compañera por qué no me defendió, y que si para ellas era justo hacer la prueba especial individualmente, ¿Quién querría? Nadie quería hacer la prueba sola, como prueba especial; me molesté mucho al sentirme excluida y también por lo que veía como una incongruencia de mi profesora quien daba un argumento sobre la integración y sus NEE, sin
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embargo, al tener una estudiante con discapacidad de verdad, no las aplicaba conmigo. Este hecho de la profesora me hizo pensar mucho, y me preguntaba continuamente ¿qué ejemplo le está dando a mis compañeras? ¿Realmente la universidad forma los profesores
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