FALTA DE MOTIVACIÓN INTRÍNSECA EN LA ACTUALIDAD EN ALUMNOS DE SECUNDARIA.
Enviado por chabelylop • 3 de Noviembre de 2016 • Apuntes • 2.361 Palabras (10 Páginas) • 264 Visitas
FALTA DE MOTIVACIÓN INTRÍNSECA EN LA ACTUALIDAD EN ALUMNOS DE SECUNDARIA.
Motivar a un estudiante de secundaria no es fácil, todos los integrantes de la escuela deben de involucrarse para que el alumno quiera asistir a la escuela por sí solo, por la necesidad de aprender, por querer superarse, por motivación intrínseca y por convicción. Es muy triste ver que la gran mayoría de los estudiantes asisten a la escuela solo por no querer estar en casa, porque no quieren trabajar, por cuestiones económicas (programas de apoyo), por problemas familiares etc.
En el poco o mucho tiempo de mi profesión me he podido percatar de los múltiples motivos por los cuales los alumnos si van a la escuela, y puedo afirmar que la gran mayoría asiste por estar cerca de sus amigos, novio o novia o por estar fueran de casa. Y no por esa necesidad de aprender y adquirir conocimientos nuevos que en el futuro les servirá. Realmente son muy pocos los alumnos que muestran interés por asistir a una clase de cualquier materia porque le gusta como imparte la clase el profesor o realiza actividades que despiertan el interés de ellos.
Y es aquí donde despierta mi interés por estudiar, analizar e investigar qué es lo que realmente motiva al alumno asistir a la escuela y que debemos hacer todos los que participamos en el desarrollo integral del niño para que él por decisión propia quiera estar en la institución. Deseo abordar todo tipo de problemáticas que tengan que ver con la motivación, quiero hacer una investigación detallada incluso introduciendo testimonios de alumnos. Y de ahí obtener resultados que me guíen como profesora para futuras generaciones y saber qué hacer o que implementar, Para que un alumno siempre este motivado. Pues considero que la motivación se relaciona con el rendimiento académico de los alumnos.
La naturaleza de la actividad escolar influye directamente en la forma en que un estudiante manifiesta su motivación, de tal suerte que las mismas actividades se perciben de manera distinta (Pintrich y Shunck 2002).
Un chico que no está motivado no realiza ningún esfuerzo para seguir aprendiendo, mucho menos para sacar buenas calificaciones y por consecuencia tiende a querer salir de la escuela.
Según algunos estudios plasmados en una revista de estudio de motivación dice: Estudios longitudinales han mostrado cambios en la motivación a lo largo del año escolar. Conforme pasan los meses el interés por el aprendizaje decrece, los estudiantes se perciben menos competentes en sus habilidades para cumplir con la demanda escolar; hay un aumento en la evasión de actividades académicas y un efecto negativo creciente de las formas de evaluación en las que los exámenes tienen el mayor peso para la calificación (Meece y Miller, 2001; Spinath y Spinath, 2005; Smith, 2004).
Tal vez pueda entrar en controversia con algunos profesores sin embargo considero de suma importancia hacer que los alumnos estén motivados. Al mismo tiempo hacer conciencia en los profesores sobre el trabajo que realizamos en el aula. Por experiencia propia me he encontrado con alumnos que ya no quieren seguir estudiando porque les aburre la escuela algo muy triste para mí.
Surge aquí el papel del profesor. ¿Qué es lo deberíamos hacer para motivar a un alumno? En diversas ocasiones he observado lo pasivo que pueden ser los profesores derivado de problemas por los cuales se enfrenta día con día; desde las nuevas tecnologías que causan horror para algunos hasta lidiar con adolecentes que no quieren hacer nada.
Y es que al igual que la escuela demanda trabajo a los alumnos, también lo hace con los maestros. He observado que los profesores entran en un estado de estrés provocado por las múltiples actividades que debemos hacer en la escuela o en las cuales debemos involucrarnos.(enseñar matemáticas, aunque no seas de matemáticas) surgen entonces disyuntivas como avanzas con tus planes y programas o te involucras en las otras actividades. Si no realizas lo que te piden tus superiores dicen lo estás haciendo mal al igual que si no avanzas en tus planes y programas.
Por lo cual ese estrés en el que entra el profesor es el mismo estrés que va transmitir al estudiante pues comienza a saturarlo de trabajo a tal grado que el alumno termina por no hacer nada. Por eso me atrevo a decir que en ocasiones somos nosotros los que terminamos con esa motivación intrínseca.
Según José Sánchez Rodríguez en su libro “como estudiar” dice que un niño o una niña no dejan de estudiar porque se distrae, sino se distrae porque lo que tiene que estudiar no le atrae.
Y se está haciendo costumbre luchar con alumnos que manifiestan a simple vista lo fastidioso que se les hace estudiar. Ven al estudio como algo aburrido, poco interesante, como un camino que tienen que pasar solo para conseguir un papel.
Sin embargo considero que debemos manejar la motivación intrínseca desde lo cognitivo y no tanto en lo conductual, de esa manera las actividades que realicen los alumnos las realizaran siempre con ganas y por gusto propio tomando en cuenta siempre los nuevos conocimiento que van a adquirir y no tanto por la calificación que pueda obtener.
Los maestros podrían influir positivamente para que los estudiantes logren o mantengan una motivación orientada a la autonomía. Por ejemplo, si los perciben con un bajo nivel de autoeficacia es importante que les enseñen a estudiar, a hacer la tarea o preparar exámenes estableciendo metas de aprendizaje que sean próximas, específicas y desafiantes, de esta manera las alcanzarán y se sentirán más competentes (Bandura, 1997; Pajares, 1996).
Las creencias de los docentes acerca de la motivación en sus estudiantes son contraproducentes, por ejemplo, consideran que es normal que sólo alcancen el éxito los más aptos y que los estudiantes que se perciban menos competentes ya no estudien.
Incluso creo que por desgracia, la escuela derrumba en ocasiones la motivación intrínseca ya que solo preparan a los alumnos para aprobar un examen y no crean ese amor al conocimiento y deseo de seguir aprendiendo.
También debemos analizar la influencia o la motivación de los padres hacía sus hijos. Pues ellos no consideran la importancia que tiene que su hijo valla motivado a la escuela. Solo cumplen con mandarlos a la escuela, (como en muchas ocasiones me lo han comentado) y que son sus hijos los deben de mostrar el interés de terminar su instrucción secundaria. “el bien es para mi hijo no para mi”
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