‘‘FALTA DE OPORTUNIDADES DE EDUCACIÓN EN EL DEPARTAMENTO DE CHOCÓ’’

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UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL BARRANQUILLA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

PROGRAMA DE MEDICINA

III SEMESTRE - GRUPO A

ELECTIVA II

PROBLEMAS CONTEMPORÁNEOS DEL TEXTO

‘‘FALTA DE OPORTUNIDADES DE EDUCACIÓN EN EL DEPARTAMENTO DE CHOCÓ’’

LUZ MARINA SILVERA FONSECA

     ISABELLA CASTILLO AYÚS

FARED MISHELLE PAYARES MUÑOZ

VICTORIA DE JESÚS REALES VACCA

MARÍA ALEJANDRA VILLALOBOS GÓMEZ

10 DE JUNIO 2020

Se sabe que la educación es uno de los caminos más efectivos para ganarle la batalla la pobreza y la inequidad, la situación educativa que actualmente vive el Departamento chocoano, es un enorme problema que no viene de unos pocos años al día de hoy sino de décadas enteras, a su vez es también quizás la mejor explicación del porqué este Departamento no logra salir del atraso y su futuro está ahora, más que nunca, en manos del Ministerio de Educación quien asume una parte importante de esta responsabilidad tanto política como social, respaldada por derechos humanos.

Este departamento es la evidencia de un abandono total del Estado y la gran oportunidad de muchos quienes siguen usando y saqueando los dineros públicos para beneficio propio o de terceros, cuando lo ideal es que les debiera llegar a los más necesitados, entre ellos los niños, huérfanos de las herramientas educativas que los puedan sacar de esa espiral de iniquidad y pobreza en la que siguen atrapados. Luego de la presión de algunos sectores que abanderan la lucha del cambio y el auxilio urgente para esta zona, el Gobierno Nacional analizó la situación y estableció que la educación de Chocó es muy grave y que a su vez vuelve a poner sobre el tapete el eterno problema de corrupción y mal manejo administrativo en que ha estado el Departamento, no sólo en el tema educativo, sino en todos los ámbitos de la gestión pública. Por citar un ejemplo y aunque no sea gratuito, pero sí vergonzoso, que Quibdó, la capital de este departamento, no tenga en pleno siglo XXI un acueducto, que sus vías sean trochas, que la carretera principal aparezca pavimentada hasta tres veces en documentos, que la salud no funcione, y que la riqueza hídrica y maderera de la región sean sólo parte del paisaje, tal como se volvieron paisaje todos los escándalos y problemas de la región.

No es indiferente el hecho para la mayoría de la población en Chocó que mientras cientos de niños en las zonas más distantes del Departamento no pueden asistir a clases por falta de profesores, 300 de éstos estén en la capital (Quibdó) haciendo absolutamente nada y devengando salarios como si todo transcurriera en la modalidad debida, gracias a acciones de tutela que en algunos casos no cumplen ni con los requisitos de ley o, en otros, porque nunca se presentaron para su acreditación, pero siguen en nómina.

El gobierno colombiano a través de los ministerios de Educación y de Hacienda, no ha ahorrado esfuerzos para garantizar el derecho a la educación de las comunidades de Chocó, mayoritariamente indígena y afrodescendiente, pero cualquier esfuerzo que se haga será fallido si no se rompen los hilos que unen la corrupción con la cultura del dinero fácil, que tanto daño le ha hecho al país y sobre todo a esta zona.

El Chocó ha sido uno de los departamentos que menos recursos recibe anualmente para vivienda, educación y salud, junto con San Andrés y Providencia. La lucha por su educación ha venido desde hace 20 años con el gobierno de Ernesto Samper, y en la actualidad esta sigue. El diálogo nacional sobre la política de educación étnica para la población afrodescendiente, no parece avanzar y cada día se ven más perjudicados. La clase política continúa concentrada en la alimentación e infraestructura y ha olvidado por completo la educación de niños y jóvenes en el departamento, dejando un alto índice de analfabetismo.

Los colegios no cuentan con el contexto nacional de educación, y este se ha dejado en manos de estudiantes mayores de edad, quienes se ven en la necesidad de convertirse en profesores para los menores de su comunidad y de esta manera no depender nunca más del gobierno, ya que se perdió la esperanza frente a un cambio en el interés por la comunidad. Las tasas de cobertura en educación primaria y secundaria se parecen más a las de los países más pobres de África que a las de la mayoría de regiones de Colombia.

Un ejemplo de estos es Caricá donde existen 23 comunidades con condiciones muy precarias, no cuentan con material didáctico, ni colores ni juguetes para el preescolar, agregando que sus aulas no son propicias para educar, ya que son bastante pequeñas, carecen de ventilación y sus paredes son en su mayoría de materiales muy débiles que en tiempo de tormenta tienden a derrumbarse. En este lugar iniciaron la educación en 1996 y desde entonces tan solo cuentan con cinco aulas o “saloncitos” como estos los llaman y solo dos profesores quienes se multiplican para poder dictar todas las asignaturas y a dos cursos o tres al tiempo.

Otro ejemplo sería el Centro Educativo El Cacique, en Noanamá-Chocó, que posee población de 300 estudiantes. Esta sede cuenta con los cursos de preescolar hasta 11°, y con tan solo seis maestros en primaria y cuatro en bachillerato. La educación en este lugar se ve también afectada por el transporte a ella, ya que sus estudiantes deben cruzar parte del Océano en un bote con poca capacidad. La Secretaría de Salud promete muchas cosas, pero a la hora de la verdad no cumple con sus promesas, así ha sucedido con el plan de ampliar las redes de internet y poner planta en la institución, lo cual ha afectado en gran medida la navegación del colegio que tan solo cuenta con paneles solares y una red de wifi con alcance de 80 metros cuadrados.  

En el 2014 la Defensoría del Pueblo realizó un informe sobre la crisis humanitaria dando como resultado un 20.9 por ciento en la tasa de analfabetismo, casi tres veces más que el índice nacional. Además, confirmó que la asistencia escolar era de un 58% y que de la población chocoana un 37,3% ha alcanzado la primaria, 25,8% la secundaria y solo el 7,3% e nivel superior, concluyendo que 1 de cada 5 habitantes no posee nivel nivel educativo. Otro dato importante fue el nivel de los estudiantes de 13.4% en las pruebas Saber Pro, que fue muy inferior al promedio nacional (28.8%).

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