FUTURISMO se inicia con el Manifiesto de Marinetti de 1909

FUTURISMO

El Futurismo se inicia con el Manifiesto de Marinetti de 1909 y se considera finalizado con la muerte de Umberto Boccioni en 1916, durante la I Guerra Mundial. Se trata, por tanto, de una de las Vanguardias más breves, además, sus principales representantes  eran italianos, y sus obras se circunscribieron a Italia. Esto no significa, sin embargo,  que el Futurismo estuviera cerrado a las otras corrientes artísticas contemporáneas, pues, como veremos, recogió muchos elementos del Cubismo y del Expresionismo

El Manifiesto de Marinetti expuso los principios fundamentales del Futurismo: destruir la cultura y el arte tradicional. La sociedad europea preindustrial estaba en proceso de desaparición por la Revolución industrial y política a principios del siglo XX, sin embargo, el arte y la cultura tradicional permanecían incólumes. Los futuristas intentaron dar el tiro de gracia a una cultura considerada como caduca. Así entendemos que en el citado manifiesto se propugne la destrucción de los museos o que "un automóvil de carreras es más bello que la Victoria de Samotracia". Evidentemente el Futurismo confiaba  en que el desarrollo técnico e industrial eran en sí positivos, por eso exaltaba la máquina y la velocidad como valores supremos.

El Futurismo muestra una ambigüedad ideológica; por un lado pretende ser progresista y confía en el efecto liberador del progreso técnico, por otro, es un movimiento conservador, burgués y nacionalista, propio de una Italia parcialmente industrializada que exalta los avances de la tecnología para ocultar su atraso: nunca luchó por reformar los abusos del capitalismo.

Otro de los caracteres del Manifiesto de Marinetti era la agresividad, la exaltación de la violencia, etc. En 1914, cuando Italia se declaró neutral a principios de la I Guerra Mundial, los futuristas pidieron reiteradamente la intervención de su país en la guerra. Con este carácter nacionalista y violento no es extraño que algunos de sus representantes congeniaran con el Fascismo incipiente.

En 1910, los pintores futuristas escribieron otro manifiesto, éste en un tono algo más moderado. A pesar de ello, los pintores que lo firmaron:  Umberto Boccioni, Carlo Carra, Giacomo Balla, Gino Severini, hablaron de la inutilidad de los críticos de arte y propusieron la desaparición de los temas clásicos para dar paso a los relacionados con la velocidad, la industria, etc.

Los medios de expresión del Futurismo  fueron la pintura, la arquitectura, la fotografía, etc. El Futurismo utilizó técnicas pictóricas heterogéneas como la pincelada puntillista, el color expresionista, el cubismo, la abstracción, etc. Hasta 1911, muchos pintores futuristas utilizaron un lenguaje puntillista, sin embargo, a partir de 1911 adoptaron mayoritariamente el cubismo. De todos modos, el "cubismo futurista" es dinámico pues intenta representar el movimiento y no las diferentes perspectivas de un objeto estático, como pretendían Picasso o Braque. En algunos casos, los futuristas realizaron un arte abiertamente abstracto.

Las cronofotografías de Marey fascinaron a los futuristas. Marey experimentó con la fotografía sometiendo  un cuerpo en movimiento a una exposición prolongada, el resultado era una sola fotografía que capturaba varios de esos planos de movimiento. Los futuristas sintetizaron este tipo de imágenes en forma de gráficos geométricos que posteriormente aplicaban a sus obras.

Umberto Boccioni (1882-1916) fue uno de los principales teóricos del Futurismo además de un artista. En pintura siempre mantuvo una técnica divisionista que sintetizó con el cubismo, sin embargo, las pinceladas son más amplias que las de los puntillistas. La construcción de la ciudad (1910-11) es un canto épico al movimiento vertiginoso y al impulso de la modernidad. Las pinceladas siguen las diagonales y curvas del dibujo subrayando el efecto de movimiento que da la obra.

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