Fabulas Fabulas
Enviado por diieghillo • 3 de Agosto de 2011 • 637 Palabras (3 Páginas) • 2.450 Visitas
FABULA I
EL ASNO Y EL COCHINO
Envidiando la suerte del Cochino,
un Asno maldecía su destino.
«Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía.»
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo Cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos.
FABULA II
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allA para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva es te invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo tenierlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias
por el nombre que tengo.»
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana
¿qué has hecho en el buen tiempo?
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento»
«¡Hola! ¿con que, cantabas
cuando yo andaba al remo»
Pues ahora, que yo como,
baila pese a tu cuerpo.»
FABULA III
EL MUCHACHO Y LA FORTUNA
A la orilla de un Pozo,
sobre la fresca yerba,
un incauto Mancebo
domía a pierna suelta.
«Gritóle la Fortuna:
Insensato, despierta;
¿no ves que ahogarte puedes,
a poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
a veces me motejan,
los unos de inconstante,
y los otros de adversa.
Reveses de Fortuna
llamAis a las miserias;
¿por qué, si son reveses
de la conducta necia?
FABULA IV
LA CODORNIZ
Presa en estrecho lazo
la Codorniz sencilla,
daba quejas al aire,
ya tarde arrepentida.
«¡Ay de mí miserable
infeliz avecilla,
...