Falta de apoyo del gobierno a los orfanatos en Guatemala

Falta de apoyo gubernamental en los orfanatos

En Guatemala hay una gran cantidad de huérfanos y orfanatos. Los huérfanos son niños que no tienen padres. Algunos de ellos viven en orfanatos o albergues, lugares donde pueden ser atendidos y donde les proporcionan refugio, comida y otras cosas que necesiten. En la mayoría de estos orfanatos y albergues, los niños pueden ser adoptados, si son huérfanos. El gobierno desempeña casi ninguna parte en el cuidado de los orfanatos, la persona a cargo de mantener los orfanatos en Guatemala es la Secretaría de Bienestar Social. Ella mantiene el presupuesto y lo divide para mantener a los orfanatos. Corrientemente, hay 200,000 huérfanos en Guatemala pero no todos viven en orfanatos (“Perfil del país”). También no se sabe el número de orfanatos porque algunos no fueron fundidos por el gobierno.  Han habido muchos casos donde ha habido negligencia, incendios e incluso niños que intentan huir por esa razón. El gobierno tiene leyes alrededor de los huérfanos y las adopciones, pero en última instancia, el gobierno no está realmente involucrado y no apoya los orfanatos, sino que dicen que ayudan y luego disponen sus responsabilidades a otras personas.

Uno de los casos más trágicos ocurrió en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, un orfanato y albergue público en las afueras de la capital de Guatemala que es el centro principal a dónde van los niños (Ventas, 2017). El gobierno lo fundó en el 2010 y allí viven muchos menores de todos tipos de raíces culturales (Naveda & Arrazola, 2017). Los incidentes que ocurrieron aquí fueron brutales y mostraron la negligencia no solo del gobierno, pero de los empleados también. El primer incidente fue un incendio. El incendio comenzó en el Hogar Seguro alrededor de las 2:30 de la tarde y duró 25 minutos. Cuarenta y uno niñas, que vivían en el Hogar Seguro, murieron y 15 salieron heridas. Para protegerse, ellas intentaron subirse una encima de la otra, pero las llamas del incendio estuvieron demasiado fuertes y muchas se quemaron (Ramos, 2017). El próximo incidente fue la huída de los menores del hogar. La huída ocurrió dos días antes del incendio, varios internados se escaparon al mismo tiempo. Cuando estaban escapando, solo había una puerta y dos ventanas en el hogar, entonces fue difícil que todos salieran y los que pudieron, se escaparon hasta que los empleados se empezaron a dar cuenta. Lograron capturar a los que se escaparon e ingresaron a 48 varones al auditorio, mientras que 56 mujeres fueron llevadas a otro lugar (Ramos, 2017). El auditorio era mucho más grande que el lugar que estaban las mujeres.  Los detuvieron allí hasta que ya podían regresar al Hogar Seguro. Cuando hicieron la investigación sobre el escape y adonde pusieron los niños, los expertos dijeron que el área de las mujeres solo albergaba 26 personas y dormía 11. Declararon que es casi imposible vivir en condiciones, así como ellos tenían. No tenían un sanitario, aire libre, espacio, y mucho más. El gobierno responsabilizó al organismo judicial por la tragedia, cuando no era la responsabilidad de ellos. (Naveda & Arrazola, 2017). Han habido otros casos de abusos sexuales en el hogar que han sido investigados y presentados por la Procuraduría de los Derechos Humanos en Guatemala. Estos eventos muestran la negligencia y la falta de autoridad y apoyo del gobierno.

El gobierno no apoyó al Hogar Seguro cuando lo necesitaba, y no apoyan a ningún orfanato o albergue en Guatemala. “El sistema de protección de niños y adolescentes no funciona”, dijo Carolina Escobar Sarti, directora de La Alianza, una organización dedicada a la protección de niños desamparados. Cuatro niñas que pasaron por La Alianza terminaron en el centro estatal y tres de ellas están muertas (Naveda & Arrazola, 2017). En 2009, el gobierno propuso una ley que decía que el gobierno no iba a subvencionar a ningún orfanato, pero nunca se volvió ley. (Guillerangos, 2009). El hecho que esto haya sido propuesto es frustrante y también muestra que el gobierno no se preocupa por los orfanatos.  El año pasado, la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, que trabaja por el gobierno, tuvo un presupuesto de 2,5 millones de dólares para mantener cuatro orfanatos, entre ellos el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Más de la mitad de esos recursos se invierten en la alimentación de los cerca de 800 menores internados en cada uno de los establecimientos, según lo que ella dijo. El resto se destina para pagar el personal encargado de la educación y protección de los menores. Los empleados sí deben ser pagados, pero el monto destinado al pago de los empleados, podría ayudar más a los niños. Eso demuestra que la secretaria y el gobierno no le dan importancia a asegurarse que estos niños estén bien tratados. Ellos solamente les ponen la culpa a otros por el maltratamiento de los niños, como al órgano jurídico. El gobierno dijo que, “previo al siniestro, se solicitó a los órganos jurisdiccionales el traslado inmediato de los menores en conflicto con la ley a otros centros de privación de libertad para evitar consecuencias mayores”, (Naveda & Arrazola, 2017). Es fácil de acusar a una sola parte del gobierno, pero todas partes están involucradas.  En los últimos cuatro años, decenas de jóvenes han huido del hogar a causó del maltratamiento.

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