Familia Y Propiedad
Enviado por luisaaguilera • 6 de Octubre de 2011 • 3.421 Palabras (14 Páginas) • 658 Visitas
Familia
La familia es un hecho social universal, ha existido siempre a través de la historia en todas las sociedades. Es el primer núcleo social en el cual todo ser humano participa. Para su constitución requiere del encuentro y relación de un hombre y una mujer que quieren unirse, en un proyecto de vida común, mediante el afecto entre ellos o hacia los hijos que surgirán de su relación. De hecho, como institución primordial de la sociedad, la familia desempeña ciertas funciones básicas que le son propias; éstas pueden variar en la forma cómo se expresa en el tiempo y en las distintas todas épocas
Para muchos investigadores definir la familia, no es tarea difícil ya que la misma constituye la base fundamental del hogar, tal y como lo expresa Raldires (1997), “la familia de hoy día, se ha convertido en el pilar fundamental, ella juega un rol importante para cada uno de los miembros que la integran bien sea en el hogar o fuera de este”. Es decir, la familia es el ámbito natural donde la persona descubre valores, es aceptada por lo que es y recibe la educación necesaria para desarrollar su estilo personal.
De acuerdo, a los señalamientos y discusiones efectuado por los autores de este estudio, La sociedad necesita de personas así, con estilo personal y capaces de enriquecer a la sociedad porque ellas han sido enriquecidas por sus familias, de dar y recibir de la sociedad porque son personas capaces de amar en la misma medida en que han sido amadas, lo cual les da la seguridad necesaria. Estas personas son responsables porque han desarrollado su autonomía en el ámbito emocional y por ende familiar por excelencia:
Otro estudioso de la materia fue Morgan, quien pasó la mayor parte de su vida entre los iroqueses - establecidos actualmente en el Estado de Nueva York- y fue adoptado por una de sus tribus (la de los senekas), encontró vigente entre ellos un sistema de parentesco en contradicción con sus verdaderos vínculos de familia. Pora Morgan era muy inusual encontrarse con una “familia sindiásmica”. La cual se refiere a la descendencia de una pareja conyugal de esta especie reconocida por todo el mundo; ninguna duda podía quedar en los apelativos que se le daba al padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana. Pero el empleo de estas expresiones estaba en completa contradicción. El iroqués no sólo llama hijos a hijas a los suyos propios, sino también a los de sus hermanos, que, a su vez, también le llaman a él padre.
Del mismo modo, los hijos de hermanos se llaman entre sí hermanos y hermanas, y lo mismo hacen los hijos de las hermanas. Situación que se dió por generaciones: todos los abuelos y abuelas, en los límites de la familia, son maridos y mujeres entre sí; lo mismo sucede con sus hijos, es decir, con los padres y las madres; los hijos de éstos forman, a su vez, el tercer círculo de cónyuges comunes; y sus hijos, es decir, los biznietos de los primeros,
En esta forma de la familia, los ascendientes y los descendientes, los padres y los hijos, son los únicos que están excluídos entre sí de los derechos y de los deberes (pudiéramos decir) del matrimonio. Hermanos y hermanas, primos y primas en primero, segundo y restantes grados, son todos ellos entre sí hermanos y hermanas, y por eso mismo todos ellos maridos y mujeres unos de otros. El vínculo de hermano y hermana presupone de por sí en este período el comercio carnal recíproco.
También podemos describir a la familia extensa o consanguínea: proviene de la familia sindiasmica, esta se considera como una de las primeras etapas en lo que ha sido la historia de la familia. Las principales características de este tipo de familia se relacionan con los lazos de sangre que unen a sus integrantes. Ella se basa en una relación biológica., es un tipo de familia formada por parientes de sangre que son la base principal del parentesco. A continuación te detallo una serie de características importantes de la familia consanguínea, considerada como la primera fase de la familia en su historia.
Asimismo, se indago sobre la familia nuclear o elemental: que hace referencia a la unidad familiar básica que se compone de esposo (padre), esposa (madre) e hijos. Estos últimos pueden ser la descendencia biológica de la pareja o miembros adoptados por la familia.
De igual forma, la familia punalúa, es aquella que permitía excluir a los padres y los hijos del comercio sexual recíproco, el segundo fue en la exclusión de los hermanos. Por la mayor igualdad de edades de los participantes, este progreso fue infinitamente más importante, pero también más difícil que el primero. Se realizó poco a poco, comenzando, probablemente, por la exclusión de los hermanos uterinos (es decir, por parte de madre), al principio en casos aislados, luego, gradualmente, como regla general (en Hawái aún había excepciones en el presente siglo), y acabando por la prohibición del matrimonio hasta entre hermanos colaterales (es decir, según nuestros actuales nombres de parentesco, los primos carnales, primos segundos y primos terceros).
Este progreso constituye, según Morgan, "una magnífica ilustración de cómo actúa el principio de la selección natural". Sin duda, las tribus donde ese progreso limitó la reproducción consanguínea, debieron desarrollarse de una manera más rápida y más completa que aquéllas donde el matrimonio entre hermanos y hermanas continuó siendo una regla y una obligación. Hasta qué punto se hizo sentir la acción de ese progreso lo demuestra la institución de la gens, nacida directamente de él y que rebasó, con mucho, su fin inicial. La gens formó la base del orden social de la mayoría, si no de todos los pueblos bárbaros de la Tierra, y de ella pasamos en Grecia y en Roma, sin transiciones, a la civilización.
Seguidamente, tenemos a la familia monogámica, que nace de la familia sindiásmica, según hemos indicado, en el período de la transición entre el estadio medio y el estadio superior de la barbarie; su triunfo definitivo es uno de los síntomas de la civilización naciente. Se funda en el predominio del hombre; su fin expreso es el de procrear hijos cuya paternidad sea indiscutible; y esta paternidad indiscutible se exige porque los hijos, en calidad de herederos directos, han de entrar un día en posesión de los bienes de su padre. La familia monogámica se diferencia del matrimonio sindiásmico por una solidez mucho más grande de los lazos conyugales, que ya no pueden ser disueltos por deseo de cualquiera de las partes. Ahora, sólo el hombre, como regla, puede romper estos lazos y repudiar a su mujer.
También se le otorga el derecho de infidelidad conyugal, sancionado, al menos, por la costumbre (el Código de Napoleón se lo concede expresamente, mientras no tenga la concubina
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