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Felicitaciones hijo, en el Día de la madre


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  Informe  •  478 Palabras (2 Páginas)  •  692 Visitas

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Madre Querida

Madre, siempre te he añorado,

te busco en mis sueños,

busco una caricia, busco un abrazo.

Madre mis días andan nublados por un beso.

Sé que no fui deseado,

pero a este mundo me has tirado.

El tiempo y la distancia se han encargado

de aliviar los sentimientos,

pero aun te busco en mis sueños

y en mis noches no encuentro consuelo,

porque hay dentro de mi un anhelo,

madre querida, hay un anhelo de un abrazo y de un beso.

Hoy es día de las madres

y todos con ellas comparten,

yo me tengo que conformar

con tan solo llamarte y desearte felicidad,

pero queda el vacío madre querida,

el anhelo de un beso,

de un abrazo, de un te quiero.

Quise ser madre querida lo mejor para ti,

que siempre estuvieras orgullosa de mi,

aun en mis triunfos te he extrañado

y mis lágrimas por ti han gritado.

Muchas felicidades madre querida,

en tu día, que Dios te bendiga por siempre,

soy tu hijo olvidado.

LAS MANOS DE MI MADRE

Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras...

¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman!

¡Las que por aliviarme de dudas y querellas me sacan las espinas y se las clavan ellas.

Para el ardor ingrato de recónditas penas,

no hay como la frescura de esas dos azucenas.

¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias

son dos milagros blancos apaciguando angustias!

Y cuando del destino me acosan las maldades,

son dos alas de paz sobre mis tempestades...

¡Ellas son las celeste; las milagrosas, ellas,

porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas!

Para el dolor, caricias: para el pesar, unción:

¡son las únicas manos que tienen corazón!

(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:

aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,

cuando tengo las alas de la ilusión caídas,

¡las manos maternales aquí en mi pecho son

como dos alas quietas sobre mi corazón!

¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!

¡Las manos de mi madre perfuman con ternezas!

MADRECITA MÍA

Madrecita mía,

madrecita tierna,

déjame decirte

dulzuras extremas.

Es tuyo mi cuerpo

que juntaste en ramo,

deja revolverlo

sobre tu regazo.

Juega tú a ser hoja

y yo a ser rocío,

y en tus brazos locos

tenme suspendido...

...

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