Fertilizacion Y Nutricion Del Cultivo Del Chile
Enviado por ladislaobeltran • 8 de Septiembre de 2012 • 1.471 Palabras (6 Páginas) • 929 Visitas
Fertilización y nutrición del cultivo de chile
Una alternativa viable para su mejor aplicación
El chile es un fruto de sabor picante de la familia solanáceas. su origen se encuentra en méxico, centro y sudamérica. existen cientos de tipos, de tamaños, colores y formas. su consumo puede ser fresco, seco o en conserva y, dependiendo del uso, se considera verdura o condimento.
De todos los ingredientes que conforman la cocina mexicana, el chile tiene un papel distintivo por su aportación como componente básico en casi todos los platillos, determinando su sabor, olor, color y textura. Además, tiene una gran tradición cultural, puesto que puede afirmarse que ha sido un ingrediente obligado de la cocina mexicana desde hace muchos años. A ello ha contribuido la diversidad de tipos de chiles que se cultivan en México y sus características tan diversas, particularmente en relación al grado de picor que pueden proporcionar cada uno de dichos tipos. Adicionalmente, en la actualidad se incursiona en la aplicación de sus propiedades en torno a cuestiones medicinales y nutrimentales, a partir de aislados obtenidos del compuesto responsable del picor, la capsaicina, lo que amplia enormemente sus potencialidades de uso.
Dada la gran diversidad de tipos de chiles y su extensa variedad de usos, es evidente que su importancia económica en nuestro país es grande: se cultiva en muy diversas regiones agroecológicas, habiéndose generado especializaciones por zonas, según tipos específicos. En todo el país podemos encontrar zonas productoras importantes para los principales tipos de chiles como son: jalapeño, serrano, pasilla, ancho, mirasol, habanero, por mencionar solo algunos.
Desde el punto de vista económico, el cultivo de esta hortaliza es el más importante en el estado de Aguascalientes. Las estadísticas para el ciclo primavera - verano del 2004 indican una superficie plantada de 1,385 has, cantidad muy superior a la superficie plantada con jitomate o al tomate verde. La producción de chile verde (aunque se comercializa en seco) fue de 4,805 toneladas para ese ciclo. El valor de la producción para ese año fue de 69’815,380 pesos.
El cultivo de chile es también importante en los estados vecinos, con una superficie plantada de 4,546 has en Jalisco, 14,467 has en San Luis Potosí y 39,532 has en Zacatecas. Estas estadísticas no indican el tipo de chile producido, pero son típicos de la región los anchos, mirasol y pasilla.
La producción de hortalizas en zonas áridas, como es el caso de Aguascalientes, depende del riego. El uso racional del agua está condicionado por la existencia de información que permita al productor manejar eficientemente el recurso. Ello exige prestar atención tanto a los aspectos referentes al diseño hidráulico y al equipamiento de los sistemas de riego que posibilitan ejercer un determinado control, así como a las aportaciones de agua necesarias según la etapa fenológica del cultivo.
La técnica de cultivo en acolchado disminuye la evaporación desde el suelo. El riego por goteo facilita aplicar el agua y los nutrientes con la frecuencia que el complejo suelo-planta requiere.
En Aguascalientes, el acolchado está promoviendo un aumento significativo de la productividad, mayor producción y de más calidad, con menor aporte de agua en el riego, así como mayores ingresos por superficie cultivada y por unidad de agua utilizada.
Considerando todo lo anterior, es de suma importancia el desarrollo y evaluación de tecnologías que permitan mejorar de forma sostenida la producción y el manejo integral del cultivo del chile, en las que se tomen en consideración los avances en materia de fertirrigación, plasticultura, control fitosanítario, buenas prácticas agrícolas, etc., que proporcionen a los productores experiencias claras aplicables en la mejora de los cultivos y, por ende, en sus perspectivas económicas.
Actualmente, se han desarrollado nuevos conceptos de calidad que incluyen, además de las características organolépticas y físicas de los productos agrícolas comercializados, aspectos como la inocuidad del producto y su impacto en el medio ambiente y han sido denominados como Buenas Prácticas Agrícolas (BPA’s).
Las BPA’s en campo inician desde la elección adecuada del terreno y sus alrededores, la calidad del agua de riego, la aplicación de fertilizantes y plaguicidas, la higiene y sanidad del trabajador y las instalaciones sanitarias, el control de plagas y las prácticas personales, entre otros.
Es muy recomendable llevar un registro o bitácora de todas las actividades realizadas en la parcela de producción durante todo el ciclo de cultivo y tener un historial de uso del terreno para cualquier cultivo que se establezca.
Por otra parte, mucho se ha escrito sobre la ventaja estratégica de utilizar tecnologías de información para hacer
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