Fiebre del oro, fiebre de la plata

Fiebre del oro, fiebre de la plata

La búsqueda de las riquezas y la conquista de nuevos territorios ha sido desde el principio de los tiempos una necesidad del hombre. La conquista fue sin duda el peor error que le pudo suceder a América Latina, pues sólo dejo enfermedad, muerte y pobreza a su paso. Los indígenas con sus avances hasta el momento era un territorio capaz de sostener sus propias necesidades, sin ser invadidos y a pesar de la no existencia de muchos productos que se encontraban en el continente europeo.

Cuando los reyes de Castilla decidieron aceptar las navegaciones que traerían consigo el descubrimiento de América, no sabían que este cambiaría el curso de España, pues el país se encontraba en bancarrota después de años de guerra. Todo lo descrito en el Nuevo Mundo fue muy favorecedor para mejorar la situación y pagar las deudas de la Corona, sobre todo de títulos de nobles.

Conocieron principalmente la ciudad de Potosí, actualmente en Bolivia, donde el cerro del Potosí contenía tantas riquezas de las cuales quedaron deslumbrados, riquezas que con el paso del tiempo fueron desterradas. Con ellas murieron más de ocho mil indios que fueron utilizados para explotar las minas, estos eran acarreados por el cerro con todo y sus familias, se dice que de cada diez personas que subían sólo tres lograban bajar. Los supuestos dueños de las minas los tenían como ganado acomodados en cuartos y se creían dueños de los indios.

La riqueza del Potosí se fue acabando con el tiempo, enriquecieron la ciudad donde se construyeron palacios y grandes iglesias ornamentadas con plata y oro. Cuando estas riquezas se acabaron se fueron los ricos y después los pobres. Las actuales ciudades albergan tan poca población comparada con aquel entonces, lo único que quedó atrás fue la pobreza, pues ya no hubo más extracción de plata ni oro. Europa desconoce que Potosí creó su riqueza y que ocho millones de personas, que eran los verdaderos dueños de la plata, murieron por conseguirla.

Así como la explotación de Potosí, ocurrió también en México pero un tiempo después del descubrimiento, cuando encontraron las minas en Zacatecas y Guanajuato. Donde se sorprendieron por todo lo que ahí pudieron encontrar, pues no sólo había plata y oro sino también otros tipos de minerales. Lugares que actualmente están saqueados, pues de cincuenta minas que había en Guanajuato actualmente sólo quedan dos. Y de Zacatecas es la misma historia, es por esto que en el presente se dedican a la mano de obra y a la agricultura; de aquellos años de plata sólo quedan los restos en Zacatecas que sirven como atractivos turísticos.

Con los españoles sí venían objetos desconocidos para el Nuevo Mundo, pero también venían con enfermedades a las que nunca se habían enfrentado, por lo cual quien no murió por el trabajo forzado murió por la fiebre amarilla, la viruela, la sífilis o alguna otra enfermedad que pudieron traer consigo. Las prácticas de higiene de los españoles eran pobres en comparación con las establecidas por los pueblos indígenas. Trayendo con estas enfermedades más muerte a su paso.

La conquista por parte de España, sólo se centró en someter a los indígenas y arrebatarles sus riquezas. No se inmutó con ellos y mucho menos se preocupó por preservar su vida, prácticamente para los españoles los indios eran animales de carga. Nadie se interpuso en sus intenciones y sólo dejaron una base frágil en América Latina, sin riquezas ni capital con el que pudieran progresar, con enfermedades que se esparcían cada día más. Así como Europa se fue civilizando poco a poco, quizás en América podría haber sucedido lo mismo, pero los españoles llegaron a cambiar el curso de la historia. Sólo llegaron a dejar tras de sí un continente pobre el que desgraciadamente continúa igual hasta la actualidad.

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