Fiebre infantil
Enviado por • 11 de Abril de 2015 • Práctica o problema • 985 Palabras (4 Páginas) • 208 Visitas
Fiebre infantil
Descripción
La fiebre es un aumento de la temperatura corporal que sirve para que nuestro organismo luche contra las infecciones. Cuando nuestro cuerpo activa sus defensas contra los gérmenes sube la temperatura corporal, por tanto, la fiebre no es nuestro enemigo, sino nuestro aliado, y lo importante no es reducirla, sino averiguar por qué se produce.
¿Qué causa la fiebre?
Para determinar cuál es la causa que produce la fiebre es imprescindible observar los síntomas que presenta el niño. Generalmente, la fiebre aparece en los niños por dolencias leves como infecciones de las vías respiratorias (resfriados, gripe, faringitis), del aparato digestivo (gastroenteritis, deshidratación).
La mayoría de las veces una infección leve (resfrío), moderada (infección urinaria) o grave (meningitis). Con mayor frecuencia se debe a un cuadro viral, que probablemente no requerirá tratamiento específico. En ese caso, solo hay que disminuir las molestias del niño hasta que la dolencia pase.
¿Es peligrosa?
La fiebre como tal no es grave. Lo importante es averiguar qué la está provocando. Solo temperaturas muy altas (más de 41°C) son riesgosas para la vida, independiente de la enfermedad causal.
¿Cómo tratarla?
Este síntoma suele acompañarse de dolor de cabeza, dolores musculares, falta de apetito, entre otros. Para bajarla, es recomendable usar antipiréticos (paracetamol, ibuprofeno) en la dosis indicada por un médico. Adminístrelos cuando el niño se sienta mal o si la temperatura es alta (39,5°C o más). No aplique paños fríos, ni dé baños tibios o helados, sin dar antes un antipirético.
¿Qué termómetro elegir?
El más exacto es el de mercurio, aunque puede quebrarse. Por eso, el termómetro digital es más seguro.
Síntomas generales
Los bebés o niños con fiebre suelen tener la piel caliente, sobre todo en la frente y en el tronco.
A veces coexiste con pies y manos frías, incluso amoratadas.
En ocasiones, la piel parece roja. Otras, más pálida y con vetas amoratadas, como si fuera mármol.
Algunos niños están inquietos cuando tienen fiebre, mientras que otros están más adormilados.
A veces, el bebé se queja. Otro no expreso malestar. En el caso de los niños ocurre lo mismo.
Aparte de la fiebre, hay que observar si el bebé o niño pequeño tiene otros síntomas acompañantes que darán pistas acerca del posible origen de la fiebre.
Síntomas preocupantes
Cuando la fiebre es causada por una patología grave también hay:
• Decaimiento intenso.
• Falta de interés por jugar al disminuir la temperatura.
• Falta de apetito (incluso líquidos).
• Dificultad para respirar.
• Respiración rápida o quejosa.
• Llanto inconsolable.
• Vómitos frecuentes (no relacionados con la comida ni la tos).
• Aparición de manchas rojo vinosas en el cuerpo.
Si el niño tiene dolor de garganta y romadizo, y al bajar la temperatura recupera las ganas de jugar y alimentarse, es probable que se trate de una enfermedad leve. Puede esperar algunas horas hasta consultar al médico.
¿Qué tenemos que hacer en el hogar?
Lo que no conviene hacer:
• Abrigar al bebé o niño en exceso.
• Obligarle a que coma.
• Darle antitérmicos sin comprobar su temperatura.
• Suprimir su baño.
• Ponerle compresas de alcohol en la frente.
Lo que sí conviene:
• Aligerarle de ropa.
• Ofrecerle líquidos.
• No insistir con la comida. Por ejemplo, los bebés amamantados se refugian en el pecho, en donde obtienen alimento, líquidos, defensas y consuelo. Suelen querer mamar más a menudo que antes.
• Darle un baño
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