Fiestas Patrias

En cualquier país donde se respetan las normas básicas de la convivencia, las autoridades de gobierno celebran las Fiestas Patrias solemnemente y con un sentido verdaderamente nacional. Es que las Fiestas Patrias son para promover la unidad nacional y fortalecer la cooperación entre gobernantes y gobernados. Y en este sentido las Fiestas Patrias se aprovechan para reafirmar el principio sagrado de que quienes ejercen el poder por mandato popular y de manera temporal, gobiernan para todos, no sólo para el partido gobernante ni para una camarilla política o familiar.

Todos los países del mundo celebran su día nacional. En esa oportunidad pueblo y gobierno renuevan el compromiso solemne de respetar las normas de la convivencia social y nacional, es decir, la Constitución Política de la nación y el Estado de Derecho. Los gobernantes reafirman su compromiso de administrar el Estado con honestidad y en función del bien común, mientras que los gobernados juran lealtad a la patria y a los principios, valores y símbolos de la nacionalidad. En las Fiestas Patrias los gobernantes reiteran su obligación de velar que los poderes del Estado ejerzan su independencia e interactúen de manera armoniosa, de acuerdo con lo establecido por la Constitución; así como garantizar la igualdad de oportunidades de los ciudadanos y los partidos en las elecciones para renovar periódicamente a las autoridades, y que los comicios sean libres y transparentes.

Además, las fiestas patrias o celebración de los días nacionales son para que pueblo y gobierno reafirmen la decisión de librar juntos la lucha por la reducción de la pobreza, que margina y humilla a una parte más o menos grande de la población; para reducir la exclusión social y económica con medidas que estimulen la creación de empleos y generen más oportunidades de acceso al mercado interno y de ascenso social; para vivir en una comunidad segura, respetuosa y libre de amenazas; para elevar la calidad de vida, proteger la salud individual y pública y defender y promover el patrimonio cultural y natural; para desarrollar un sistema educativo orientado a la excelencia, el progreso económico y la integración social; para construir y fortalecer una economía libre, abierta y competitiva; para vivir en una comunidad en la que se respeten los contratos, se rinda culto al prestigio derivado de la honradez y la responsabilidad; para hacer del país y la patria una entidad creíble e internacionalmente respetada. Y en fin, para poder vivir en libertad.

Se cae por su propio peso que tratándose de las Fiestas Patrias, el pabellón nacional es la única cobertura emblemática que pueden tener los compromisos cívicos adquiridos y renovados por todos los ciudadanos. Las banderas partidistas —con todo el respeto que merecen, porque representan a sectores de una sociedad que es plural por su propia naturaleza—, se guardan durante

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