Filosofía Y Teoría De La Ciencia En Gadamer
Enviado por gavilez • 28 de Mayo de 2013 • 2.622 Palabras (11 Páginas) • 427 Visitas
Filosofía y teoría de la ciencia en Gadamer.
Se puede decir que H.G. Gadamer es hijo de su tiempo, que su propia
identidad, como ser histórico, fue determinada esencialmente por la
fuerza de la tradición.
En efecto, ya de joven tuvo que sufrir la marejada intelectual,
sociocultural y existencial de un mundo confuso por la Gran guerra; tuvo
que madurar en un mundo desorientado en busca de su norte. El estallido
de la primera guerra mundial, la caída del neokantismo y la ruptura de la
tradición humanística postromántica, fueron los grandes
acontecimientos, sociales y culturales, a los que un Gadamer, apenas
adolescente, tuvo que enfrentarse, a la par que el auge de las ciencias y el
expresionismo cobraban una, cada vez, mayor relevancia en este mundo
en cambio. Tal fue el horizonte donde surgió la persona y la figura de
Hans-Georg Gadamer (1900-).
Por ello digo que es hijo de su tiempo, porque nacido de una sociedad en
crisis, dominada por un imperio de la ciencia que no dejaba de crecer,
llevándose con ella a la filosofía, tuvo Gadamer que sumarse, aunque
desde una postura puramente filosófica, al tren de la crítica contra los
peligros de la dogmaticidad científica y de la dimensión política de la
técnica, que surgirán pasado ya el ecuador del siglo XX.
Si algo nos enseña la historia de la filosofía, ya recién comenzado el
siglo XXI, es que la pasada centuria ha estado caracterizada por las voces
de protesta ante una sociedad en crisis que no hace más que seguir
hundiéndose en el pozo. Críticas que han venido desde todos los campos
del conocimiento humano: desde la ética, la ecología, primero, y la
bioética después, nos han puesto sobre aviso, y se afanan por crear una
nueva conciencia que nos salven de nuestro propio destino. Desde la
filosofía política y social, la escuela de Francfort y sus principales
divulgadores, Horkheimer, Adorno, Habermas y Marcuse, reaccionaron
contra la irracionalidad de la sociedad industrial y el sometimiento del
hombre. Desde la teoría de la ciencia, el giro naturalista (Quine, Kuhn,
Feyerabend o Toulmin, entre otros) desmitificó el carácter objetivo del
conocimiento científico, y dejaron claro que no hay tal racionalidad
científica (Feyerabend).
Pero Gadamer, abarcará todos estos campos, y mediante su giro
ontológico la tarea de la hermenéutica, será la de superar la abstracción
metódica de la ciencia, lo que no significa emprender una cruzada
anticientífica, sino acabar con la autoridad de la ciencia, y ponerla en su
lugar. Lo que significa, tanto la tarea de acabar con la dominación
tecnológica actual que "conduce a la decadencia de la praxis en la técnica
y a la decadencia de la sinrazón social", como acabar con el ideal de
objetividad de la ciencia y poner en su sitio al control metódico de la
misma, elaborando una teoría de la experiencia hermenéutica, que afirme que "existen formas de experiencia, tales como la experiencia del arte, de
la historia y de la filosofía, que tienen un carácter precientífico y que
elevan una pretensión de verdad considerada como ilegítima por el
conocimiento de la ciencia moderna".
Se trata en definitiva de renovar la filosofía mediante la construcción de
una hermenéutica filosófica, que configurada como crítica de los excesos
de la ciencia y la técnica sobre todos los ámbitos del conocimiento y la
experiencia humana, reivindique aquellas formas de experiencia que
están más allá del mero control metódico de la ciencia, y aspire a "una
mayor autocomprensión del hombre y a la búsqueda de su propia
identidad".
Vistas así las cosas, la contribución de Gadamer a la crítica del
cientificismo y la sociedad tecnocrática, que como hemos vistos, marca
el factor común a prácticamente la totalidad de las inquietudes
intelectuales del siglo XX, no se limita a un campo particular, sino a la
totalidad del universo humano, mediante la elaboración de una teoría de
la experiencia hermenéutica, o teoría de la experiencia humana del
mundo.
El cometido de este artículo será el análisis de la relación entre la
hermenéutica y la teoría de la ciencia, como presupuestos de la
elaboración de su teoría de la experiencia hermenéutica. No obstante, es
bueno hacer previamente un breve excursus histórico para poder
comprender cómo llega Gadamer a su Hermenéutica Filosófica.
1. El largo camino hacia la hermenéutica filosófica.
Podemos afirmar que la hermenéutica filosófica de Gadamer,
coincidiendo con el giro lingüístico de la filosofía, se ha convertido en
uno de los "temas de confluencia dialógica de las corrientes filosóficas
de la actualidad y en uno de los términos más polémicos en torno al cual
se han suscitado las más variadas discusiones teóricas". En efecto, la
hermenéutica a encontrado su sitio, no sólo en el ámbito de las
humanidades o ciencias del espíritu (Dilthey), sino que he entrado en
acción en campos tan dispares como la teología, la teoría de la ciencia, la
estética, la sociología, y un largo etcétera. Y lo ha hecho hasta tal punto
que podemos afirmar que la hermenéutica se ha convertido en la
"plataforma ocasional para reinterpretar la historia del pensamiento
occidental".
El punto que aquí nos interesa es la controversia entre hermenéutica y
teoría de la ciencia (Gadamer, Apel, Habermas; Stegmüller, Albert,
Wright), que una vez caído el neopositivismo lógico, y su visión
excesivamente ingenua de la teoría científica, ha cobrado especial
relevancia en la actualidad. Hasta tal punto que se ha encontrado en la
hermenéutica una nueva dimensión epistemológica que trasciende el modelo usual de la teoría del conocimiento abandonando el modelo
espistémico lineal de la relación sujeto-objeto, heredera del kantismo.
Pero todo a su debido tiempo. Ahora nos interesaremos acerca de cómo
llega Gadamer a la elaboración de su hermenéutica filosófica, con lo que
se hace indispensable una breve historia de la hermenéutica.
La voz "hermenéutica" deriva del verbo griego hermeneúô,
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