Formación Docente y Enseñanza de las Matemáticas
Enviado por Sol Valdes • 9 de Agosto de 2015 • Ensayo • 10.149 Palabras (41 Páginas) • 148 Visitas
CAPITULO IV: “Formación Docente y Enseñanza de las Matemáticas”
4.1. Introducción
4.2. La danza
4.3. La naturaleza
4.4. Sentimientos
4.5. Los demás
4.6. Las Formas
4.7. La música
4.8. El niño y la danza
4.8.1. la danza y su educación
4.8.2. Pedagogía de la danza
4.8.3. Elementos del lenguaje de la danza
4.9. Facultades cognoscitivas y creativas
4.10. Aptitudes de relación
4.10.1. Los más pequeños
4.10.2. Experiencia con niños pequeños
4.1. Introducción
En nuestro país la danza en los niños es una experiencia de formación y desarrollo en este arte. La iniciación a la danza, es también un despertar de los sentidos sensibilizando a grandes y pequeños al arte en general y a la escucha de nuestro alrededor. Es una forma de fomentar la curiosidad del niño y de hacerle llegar al concepto de universalidad de abrirse al mundo, comunicar y, al mismo tiempo, decir que estás vivo. Bailar, al igual que pintar y cantar, es compartir el instante, descubrir y descubrirse. La danza es la reacción en el cuerpo humano de una impresión o idea captadas por el espíritu, porque cualquier sentimiento suele ir acompañado de un gesto. El hombre precisa comunicar sus emociones, las cuales, a través de los gestos, toman su vida y su forma.
La danza es, en cierto modo, el primer lenguaje. A través de ella lloramos, reímos,... nos manifestamos. De hecho, el lenguaje de los gestos es más fácil de entender que el de las propias palabras, porque los movimientos no se hacen gratuitamente, implican una necesidad, el mensaje es más directo e íntegro. El movimiento es un estilo sencillo, tierno y sincero, al arte más antiguo de la historia, nacido en algún lugar al lado del cuerpo y mostrando cuánta grandeza guarda el silencio de las palabras no dichas. Es ese mundo invisible que guardamos en nosotros mismos. El misterio del espacio interior confundido con el espacio de lugares cotidianos.
4.2. La danza y el cuerpo
La danza existe en ti, en todo momento. Basta con escuchar, mirar, sentir. También existe fuera de ti, en la naturaleza, en la gente que te rodea, en todo lo que forma parte de la vida. Eres un ser humano hecho de elementos visibles e invisibles. Tienes cuerpo, espíritu, inteligencia y sentimientos. Pero sólo tu cuerpo es visible. En realidad, existes mediante tu cuerpo. El espíritu de los hombres sólo vive en sus obras, en el recuerdo que dejan tras su muerte. Pero para que haya espíritu, obras y recuerdo, primero debe haber un cuerpo.
Recibes todo a través del cuerpo y lo das todo a través del cuerpo. Tu cuerpo está hecho para sentir, actuar, expresar y hablar. Debe ser digno del espíritu que lo anima. Debe ser por consiguiente desarrollado, fortificado, sensibilizado, igual que el espíritu. En la danza, todo funciona junto: el cuerpo, el corazón, el espíritu.
Tu cuerpo es como una casa hay una estructura, que es el esqueleto, formado por un conjunto de huesos, los cuales son flexibles. Los huesos están articulados entre sí. Los huesos están unidos a las articulaciones por cintas elásticas, que se llaman ligamentos. Las articulaciones permiten doblar, enderezar, a veces girar el cuerpo, ahí donde los huesos están unidos. Hay grandes huesos largos, como el de tu muslo: el fémur. Hay otros que son planos, como los omóplatos. Los hay muy pequeñitos, como las vértebras del cuello, o de tus dedos del pie. Son de formas diferentes porque desempeñan funciones diferentes.
Los músculos son nuestra carne que sostienen y envuelven los huesos. Pueden encogerse o alargarse; por consiguiente, cambiar de forma y de este modo hacer cambiar los huesos de lugar; hacer cambiar de forma el esqueleto. Es decir, doblar, estirar o girar las diferentes partes del cuerpo. Los músculos deben ser sólidos para sostener los huesos, que son la estructura del cuerpo. También deben ser flexibles y elásticos para permitir al cuerpo moverse libremente.
El cerebro es como una computadora del cuerpo. Es él quien recibe los mensajes, las informaciones de todas las partes del cuerpo, responde dando órdenes.
El cerebro recibe las informaciones de los sentidos: por la piel, los ojos, la nariz, las orejas, la boca. Estas informaciones se presentan bajo la forma de sensaciones: luz, ruidos, olores, calor, frío, dolor, bienestar. Estas informaciones viajan a través del cuerpo hacia el cerebro por los nervios, una vez que ha recibido las informaciones de los sentidos y de los músculos, el cerebro las selecciona, después responde y ordena los actos en consecuencia, según sienta las necesidades.
El sentido muscular; sientes cómo es tu cuerpo, cuál es su postura, su situación en el espacio, ordenarle que cambie de postura, de acción, de forma de estar. Puedes sentir si estás tenso o relajado, en todo tu cuerpo o en una parte de él.
Puedes estirarte o encogerte a voluntad, volverte pesado o ligero, puedes buscar cómo mantenerte en equilibrio sobre una pierna o usar tu fuerza para trepar por la cuerda etc. Tu cuerpo puede obedecerte si das órdenes claras. Si lo entrenas con inteligencia, sensibilidad e imaginación.
El corazón, que bombea la sangre a través de tu cuerpo; la respiración, que hace el intercambio entre tú y el mundo exterior. No laten siempre de la misma manera, están influidos por tus actos y por tus emociones: si acabas de correr, si duermes o si tienes miedo, no será igual: El ritmo, la velocidad cambian. Es como cuando hablas. A veces titubeas, a veces hablas de forma precipitada, estás sofocado. Por otra parte, ya sabes que el cuerpo reacciona a todas las emociones, se sobresalta, enrojece, palidece, se relaja. Todos estos cambios señalan que el cuerpo es el espíritu hecho visible.
El cuerpo puede hacer mil acciones. Puede también hacer varias a la vez, para jugar, por placer, para expresar, porque las emociones nos impulsan, podemos hacer tantas cosas que sería imposible enumerarlas todas solo mencionaremos algunas: andar, correr, saltar, brincar, empujar, tirar, levantar, arrastrarme, tocar, rodar, girar, rebotar, acariciar, caer, estirarme, torcerme, dormir, descansar, balancearme etc.
Tu cuerpo habla con los gestos, que son palabras y la danza es el cuerpo que habla.
4.3. La naturaleza
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