Fortaleza mental en el ámbito deportivo

Fortaleza mental en el ámbito deportivo

La fortaleza mental es una habilidad necesaria para el éxito de todo lo que emprendemos. Es un valor a desarrollar, de gran utilidad no solo a nivel deportivo. Su toma de conciencia es necesaria para poder enfrentar con éxito cualquier tarea deportiva, más si es de aprendizaje.

La fortaleza mental y la fortaleza física son dos habilidades necesarias a la consecución de objetivos. Son de duración limitada. Estas dos habilidades necesitan de un plan de actuación bien definido, en el ámbito deportivo, una metodología técnica o una estrategia deportiva. La fortaleza mental es la cualidad que hace la diferencia entre un deportista promedio y un deportista bueno.

Conseguir una forma física determinada necesita de un tiempo. Se consigue mediante entrenamiento. En lo que respecta a la fortaleza mental es lo mismo. Necesita de un tiempo pero de resistencia mental. Consiste en seguir adelante en lo que estamos haciendo aunque las cosas nos salgan de manera adversa. Es el grado de resistencia de nuestro intelecto frente a la adversidad, en nuestro caso deportiva.

Cuando estamos en el intento de alcanzar un objetivo, sobre todo si nos es complejo, es normal que nos cueste conseguirlo. Toda consecución de objetivos deportivo necesita de un tiempo de práctica que varía según su complejidad. Al principio de nuestro empeño será el deseo de conseguir el objetivo (deseo) el que nos mantendrá motivados. Pero a la larga si no conseguimos algo de dominio y control sobre lo que estamos haciendo, puede que en muchos casos las emociones (negativas, de enfado y frustración) nos invadan y limite aún más en la consecución de nuestro objetivo, llegando a veces a hacernos desistir.

Aunque no venga al caso, es bueno tener conocimiento de ciertas consecuencias que pueden acarear las emociones positivas. Las emociones tanto positivas como negativas suelen distorsionar relativamente nuestros pensamientos sobre la realidad de los hechos. Es verdad que las emociones positivas aumentan nuestro nivel de motivación, muchas veces necesario, pero también puede generar un exceso de motivación. Este exceso de motivación puede que nos haga salir de nuestro plan de actuación e intentar hacer algo que no sabemos hacer. Este exceso de motivación está en el origen de la mayoría de los accidentes deportivos donde la gente se arriesga a hacer algo del que no tienen dominio ni control. Es la clave de la práctica deportiva segura, no dejar que las emociones nos desvié de nuestro plan de actuación.

Cuando las emociones de frustración y enfado aparecen, nos distraen, perdemos la concentración y por consecuente nos alejándonos del camino a seguir. Es cuando tiene que inmiscuirse nuestra fortaleza mental. Consiste en una mezcla de confianza en uno mismo, creer en el plan de actuación para la consecución del objetivo, aceptar nuestros fracasos como parte del aprendizaje

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