Fotoperiodismo

Introducción

En el trayecto de la historia de la fotografía, ésta se ha transformado en otra manera de exponer realidades e imaginaciones de la sociedad sobre un entorno donde cada uno analiza lo que en cada imagen es capaz de englobar. 

La fotografía es un medio por el cual se ve reflejada una imagen de un momento exacto. Es la captura de instantes relevantes, significativos o desapercibidos que quedan capturados en el tiempo.

Una fotografía es un acto de no intervención, en la cual se rebasan los límites establecidos para obtener y capturar el mensaje que el periodista está empeñado a transmitir.

La tecnología digital que actualmente se utiliza para la fotografía ha logrado constante progreso con forme ha pasado el tiempo, creando nuevas formas de catapultar la imagen, al grado de dimensionarla en muchos sentidos.

La influencia que tiene la tecnología en las imágenes basta en compararla con la interpretación que tiene cada una de ellas. 

Fotoperiodismo

Los avances tecnológicos constantes han sido elementales para el trabajo en el fotoperiodismo.

El periodismo se relaciona directamente con la fotografía, con el video, como se fabrica una imagen y lo que nos transmite.

Dentro del mismo fotoperiodismo se encuentran algunas diferencias, es decir, hay el fotoperiodismo deportivo, el fotoperiodismo de la farándula, no forzosamente el fotoperiodismo donde se desea ver imágenes crudas o fuertes de sucesos reales.

La credibilidad del fotoperiodista se sustenta en la forma en que su labor como foto-periodístico se da a conocer en los medios de comunicación, con la sociedad y con la finalidad que produce al momento que se obtiene la información. No es suficiente con que el fotoperiodista produzca una realidad en una imagen, sino que también esa verdad tenga claridad y realismo, siendo seguro a los hechos, sin adulterar documentos, no modificar la fotografía inicial, entre otras cosas.

Esto proporcionara establecer una confianza de que lo vemos en las publicaciones y una realidad obtenida por el fotógrafo sin ningún intento de manipulación de la imagen. Y así lo analizado y expuesto es lo visto por el ojo público y no por el interés comercial que hay detrás de los medios de comunicación: el ser inmediatos y obtener rating por la información.

Evidentemente la “objetividad periodística como verdad absoluta no existe”, por lo tanto no se trata de comunicar alguna inclinación particular en las imágenes que día a día vemos en los periódicos, revistas y todo tipo de publicaciones escritas; sino comprender que en un mundo expuesto a los juicios de la sociedad y la claridad de las noticias, mucho importan los métodos como se producen las buenas o malas imágenes que vuelven informativa o controvertida a una noticia.

Recordemos que la manera en que el fotoperiodista define o expone componentes en una fotografía, destaca la forma de la información al ser leída y analizada.

Refiriéndonos a circunstancias de valor dentro del periodismo, se podrían enlistar diversos aspectos, desde encontrarse en una guerra y ser corresponsal fotográfico, hasta publicar aquellas imágenes que producen polémica, discusión, pero sobre todo un daño irreversible en la persona. Considerando que la práctica del periodismo figura un gran riesgo en el presente siglo, tanto por su tema y lo que contiene, así como por la manera en que se “informa” a la sociedad, es importante señalar que se trata de un valor personal que refleja el poder de decisión que puede o no tener por las imágenes.

En la actualidad existen noticias que ya no están en manos del autor para su procesamiento (interpretación), sino de intereses político-fácticos que los dueños de los medios de comunicación anteponen al hecho de informar a una sociedad sin falseamiento alguno, o en el peor de los casos: esconder una serie de sucesos que son parte de su entorno y continúan desconociendo.

Coordinar lo anterior con lo ético es exhibir una imagen con diversos planteamientos, lo cual puede resultar una sociedad con diferentes apreciaciones interpretadas. No obstante, si el fotoperiodista no comprende que el hecho de representar lo inexistente (fingir imágenes con escenarios “fantasmas”), sólo lo llevara a figurar una verdad, dicha veracidad terminará por influir para distintos fines mal presupuestados.

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