Fracazo De Las Politicas De Estabilizacion En Mexico
Enviado por meneses22 • 20 de Mayo de 2014 • 11.641 Palabras (47 Páginas) • 215 Visitas
PROGRAMA SOBRE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y DESARROLLO
DOCUMENTO DE TRABAJO NO. 1-04
El fracaso de las políticas de estabilización en México:
Retos y opciones de política económica
Marcos Chávez M.
Enero 2001
El Colegio de México
Mexico D.F.
PROCIENTEC Documento de Trabajo 1-04
1
El fracaso de las políticas de estabilización en México:
Retos y opciones de política económica
Marcos Chávez M.*
Introducción
El objeto de este trabajo es tratar de demostrar que las políticas de ajuste externo, de
estabilización, en sus versiones ortodoxa y heterodoxa, y las reformas estructurales
aplicadas en México durante el periodo 1982-2000, han fracasado en los propósitos
fundamentales que justificaron su instrumentación.
Por un lado, los dos primeros tipos de programas citados han sido incapaces resolver el
siguiente dilema: cómo asegurar el crecimiento sostenido de largo plazo, más armonizado
sectorial, regional y ambientalmente, combinado con la estabilidad interna (precios), el
equilibrio externo (balanza de pagos) y la recuperación del bienestar social. Por otro, las
transformaciones estructurales, tampoco han logrado superar los obstáculos que
provocaron la crisis de la industrialización de sustitución de importaciones, ni tampoco
modelar un aparato productivo articulado, eficiente, competitivo, capaz alcanzar una
integración ventajosa en la economía mundial.
El balance de los 18 años transcurridos del experimento neoliberal mexicano es
desolador. Durante ese lapso nunca se ha logrado consolidar el equilibrio de los
principales agregados macroeconómicos, considerado, de manera secuencial, como la
condición básica para después aspirar al crecimiento y, más tarde, a la derrama social de
sus beneficios. La corrección de las cuentas externas y la estabilidad de precios han sido
precarias, temporales y altamente costosas. Únicamente se han alcanzado de la peor
forma: cuando la economía se encuentra en el fondo del pozo, en receso. Pero a medida
que se reactiva la producción, reaparecen los desajustes que, al cabo, terminan por
estrangularla. Como el tormento de Sísifo, la faena se repite incesantemente.
Desde una perspectiva de largo plazo, puede considerarse que la economía se encuentra
prácticamente semiestancada. Estructuralmente, ha perdido su potencial histórico y las
bases sobre las cuales descansa, no proporcionan las expectativas de una futura pujanza.
El problema de cómo uncir al país a la «globalidad», evadiendo la realidad subyacente y
comprando los mitos que gravitan a su alrededor, fue resuelto de una manera sencilla:
abandonando la posibilidad de diseñar un proyecto que se distanciara del neocoloniaje.
Hipotecando la soberanía nacional a los nuevos intereses desplegados por el capital
transnacional, funcionales a los negocios de la emergente elite industrial-financiera,
* Programa de Ciencia y tecnología (Procientec), El Colegio de México. Este ensayo forma parte de una
investigación más amplia, denominada "Diseño de una nueva estrategia de desarrollo para México", que se
trabaja colectivamente en dicho Programa, con el apoyo de la Fundación John D. And Catherine T.
MacArthur. Agradezco los comentarios y las sugerencias de Alejandro Nadal, Francisco Aguayo y Carlos
Salas, integrantes del Procientec, para mejorar el texto, así como el apoyo logístico recibido por parte de
Hugo García. Los defectos del documento son responsabilidad exclusivas del autor.
PROCIENTEC Documento de Trabajo 1-04
2
engendrada y protegida por los tres últimos gobiernos, deseosa de expandirse más allá de
un mercado local que le ha quedado estrecho. Aunque sea en el furgón de cola.
Desde el punto de vista social, el abismo de la desigualdad se ensanchó en ese periodo. El
México de la riqueza y la miseria es consustancial a la fase neoliberal del capitalismo.
Gracias a la pauperización del 70% de la población, los indeseables que le sobran al
modelo y de cuyas expectativas por mejorar sus niveles de vida ya no queda ni la fantasía
después de la crisis de 1994, ha sido posible la existencia de unos cuantos islotes
disfrutan de la «modernidad». Por sus perniciosas secuelas económicas y sociales, la
instauración de la «mano invisible» del «mercado» ha tenido que ser reforzada por el
puño de hierro de autoritarismo presidencialista. Sólo así ha se explica que la sociedad
haya aceptado, sin mayores tragedias, la terapia neoliberal. El conflicto de Chiapas, visto
a la distancia, se redujo a un pálido resplandor del malestar sociopolítico que, hasta el
momento, ha logrado ser inoculado por el gobierno sin grandes daños, pese a que aún
subsiste.
No obstante, sería absurdo considerar que el neoliberalismo no ha cosechado éxitos.
Estos se atisban desde otros ángulos (angulus ridet, diría Horacio). Por ejemplo, en su
habilidad para transformar, sin grandes resistencias, sus propuestas económicas en un
proyecto de global de nación, cuyo edificio se levantó sobre los escombros del ancien
régime. En la profundidad alcanzada por los valores darwinistas dentro de la sociedad,
tema al que poco se le ha prestado atención. En capacidad para imponer una «camisa de
fuerza» a los movimientos progresistas, en particular, a los que participan dentro del
régimen de partidos, cuyas propuestas de «cambio», ante su imposibilidad casi patológica
por construir un proyecto nacional alternativo consistente, viable y socialmente
convincente como opción al neoliberalismo, se reducen a la conservación de la entelequia
contestataria o, en el mejor de los casos, ante su falta de creatividad, a simples
alteraciones cosméticas, preservando la naturaleza del proyecto actual.
Ciertamente, las evidencias indican que la inestabilidad económica y las crisis como la
registrada en 1994 persistirán en los años subsecuentes. Pero de ahí suponer que el
neoliberalismo lleva a cabo su dance macabre, parece excesivo. Las fuerzas que
entronizaron el neoliberalismo a nivel internacional preservan su fortaleza. Países como
Chile, para citar un ejemplo regional, demuestran que ese proyecto puede sobrevivir y
legitimarse con el cambio de piel en el sistema político, que pasa de uno autoritario a otro
«democrático», gobernado alternadamente por la derecha y por algunos sectores de la
...