GLIZZY MAN, ANALISIS DE UN DOCUMENTAL
Enviado por Carlos Flaqué Monllonch • 23 de Enero de 2016 • Ensayo • 2.825 Palabras (12 Páginas) • 392 Visitas
ANÁLISIS DE UN TRÁILER
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UNIR
REALIZACIÓN AUDIOVISUAL
Carlos Flaqué Monllonch
Muchas veces mi vida ha estado al borde del abismo. Esos osos pueden morder y matar.
Si soy débil voy a perder. Debo ser fuerte para sobrevivir, por eso debo ser el amo y el guerrero amable.
Les quiero con toda el alma, les protegeré y moriría por estos animales.
Pero no quiero morir bajo sus temibles garras. Lucharé, seré fuerte y seré uno de ellos.
Puedo oler la muerte en mis dedos.
Timothy Treadwell
(Del film Grizzly Man: https://www.youtube.com/watch?v=W2PbyZAwkpc)
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Son las palabras premonitorias de un hombre que vivió un estado idílico entre animales de gran pelaje y tamaño, pura circunstancia que le condujo a un mundo nirvánico del cual brotó una pasión obsesiva hacia la naturaleza y sus animales. Es el breve discurso de alguien que da su vida por algo sublime, una pasión desenfrenada, un sueño o una idea que muchas veces la sociedad no entiende y frustra. Son almas propias que viven ajenas al resto, a las leyes, a la hipocresía, a la vorágine del capitalismo global que engulle las vidas como mercancías seriadas. Grizzly Man no es, por tanto, un conjunto de fotogramas guiados hacia un film de taquilla, es una demostración sublime de cómo los documentales pueden sobrepasar sus propias condiciones técnicas y llegar a su más alta esencia dentro de un mundo pleno de ficciones y finales rosa. Es una aventura romántica con trágico final, en cuyo centro se engendra una realidad antisistema que huye de sí misma para volver a creer en la verdad.
Es por ello, que gracias a ciertos hombres, intrépidos y hartos de la banalidad de la vida común y vacía, se rebelan contra aquello que estrangula las corrientes vitales, que retuerce los orígenes del ser humano como un alambre corroído, ajustándose a una dinámica global que atenta constantemente contra el espíritu de la libertad natural. Estos seres especiales hacen posible estos documentales, sin duda hechos por hombres que pueden crear historias, íntimamente revolucionarias, revitalizadoras, originales y excitantes, que destruyen cualquier filtro ético y narrativo anteriormente existente. Son gente que nos les importa el ridículo, la crítica, la oposición, la burla o la simple oposición. Viven su pasión sin límites. Son almas comprometidas, capaces de convertir en picadillo cualquier estructura secuencial, alcanzar niveles atrevidos y excelentes, incomprensibles a veces, porque se fusionan con la veracidad frente la mentira o la simulación.
¿De qué tipo de documental se trata?
Básicamente es una mezcla entre documental biográfico, intrínsecamente relacionado con la naturaleza ya que se construye en base a los registros videográficos y puntos de vista de Timothy Treadwell, un documentalista y ecologista apasionado de los llamados osos Grizzly, en latín científico: ursus arctos horribilis, una bestia enorme capaz de desencajar un árbol de un zarpazo[1].
Tras trece años de investigaciones, la aventura de este osado rubio norteamericano terminó en trágicas consecuencias. Él y su novia Amy Huguenard fueron devorados por un viejo oso hambriento que probablemente, a falta de salmón fresco, decidió cambiar sus hábitos gastronómicos por un menú humano más amplio. La cámara tan solo registró el sonido del ataque, no existen imágenes de los hechos ya que todavía no había sido descubierta la tapa del objetivo. Herzog omite intencionadamente este hecho, pero deja en boca de los entrevistados el drama de todo el dramático suceso. Es por ello que este documental podría ser definido, por su contenido, función e intencionalidad, como un docudrama puro que te introduce en el seno de una bella historia bella y a la vez dramáticamente espeluznante.
Gracias al peculiar estilo de su director Werner Herzog, el film muestra los videoregistros más interesantes de Timothy Treadwell y su novia junto a los osos Grizzly en el Parque y Reserva Nacional de Katmai (sur de Alaska, E.E.U.U). En el documental se intercalan preciosas tomas de los osos con paisajes salvajes, junto a entrevistas con los conocidos de Timothy, con expertos, colaboradores, amigos íntimos y nativos relacionados con la historia. Todos ellos ofrecen diversos recuerdos y opiniones acerca de Treadwell, de su filosofía de vida, de su desafío y de su persona.
Grizzly Man no es, por tanto, un documental convencional sino un trabajo de autor, expositivo[2], de observación[3], dramático[4], autoral[5], y porque no, participativo[6]; todo ello realizado de forma muy herzogiana, ya que su autor, lejos de tomar una posición crítica contra el ecologista, se acerca a su perfil humano y diferente. A pesar de este acercamiento humano, en el fondo Werner difiere de la visión romántica y excesiva que el amante de los osos tenía sobre la naturaleza de estos animales. Cierto que Herzog plasmó la belleza de ese entorno pero en su mensaje percibió asimismo la osadía, el reto, la trasgresión limitacional, la aventura, la locura y el peligro extremo. En el fondo Herzog nos avisa de que los úrsidos pueden parecer hermosos a simple vista, pero no dejan de ser enormes máquinas de muerte, guiadas por su instinto de territorialidad, supervivencia y reproducción. La naturaleza puede parecer armónica pero en el fondo se mueve bajo cuatro leyes inamovibles: el caos, la supervivencia, la crueldad y el asesinato. La conclusión es simple: todo obedece a un equilibrio entre vida y muerte, sobrepasara esto no es cuestión humana. Como dice Sven Haakanson, ex Director Ejecutivo del Museo Alutiiq de Kodiak, Alaska: Desde mi cultura nativa, Timothy Treadwell cruzó una frontera con la que hemos vivido siete mil años. No es una frontera explicita, es imperceptible, y cuando nos damos cuenta de que la hemos cruzamos, pagamos por ello. Nadie puede invadir el territorio de los osos. Donde me he criado los osos nos evitan y nosotros a ellos.
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