GUION DE TEATRO PARA PRIMERO B

GUION DE TEATRO PARA PRIMERO B

PERSONAJES:

DANTE: _________________________________________________________________.

VIRGILIO: _______________________________________________________________.

BEATRIZ: ________________________________________________________________.

SEGUNDOS PERSONAJES:

LEON: ____________________________________________________________.

LOBA: ____________________________________________________________

NARRADOR: _______________________________________________________.

LUCIA: ___________________________________________________________.

PUERTA DEL INFIERNO: _______________________________________________________.

AQUERONTE: ____________________________________________________________

ACTORES: _______________________________________________________________.

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NARRADOR  - DANTE se encontraba en un camino extraño, su preocupación  era notoria y su pensamiento desconcertado. Al seguir caminando, observo que el lugar había cambiado y de pronto se encontró en una selva oscura, que del recto camino se apartaba. Dante, se interna en esa selva y su pensamiento lleno de angustia empezó a sentir la seguridad de que su muerte era eminente. Dante no podía entender como entro en ese espacio, que le abrumaba su pensamiento. Sin darse cuenta al estar caminando se dio cuenta que estaba al pie de una colina, justo donde terminaba el largo valle que tanto constreñia su corazón. Miro a lo alto y vislumbro, tras el collado, los rayos del astro que a todos da seguridad y buena guía (el sol). Pero ese momento de sosiego se transformo en un miedo atroz, pues apareció ante èl un león que se acercaba peligrosamente hacia el. Con la expresión en alto y de aspecto feroz que da el hambre; hasta el aire que rodeaba a DANTE parecio estremecerse al ver aquella fiera; pero eso no fue todo, pues junto león apareció también una loba enjunta y demacrada, que por lo mismo expresaba su falta de misericordia y el haber sido la causa de tanta miseria y dolor en la vida de la gente. De la mirada de la loba emanaba un miedo desmedido, y el terror hizo presa de mi alma; asi fue que DANTE perdió toda esperanza de llegar a lo alto de aquella colina. DANTE se fue precipitando senda abajo; mas de pronto surgio ante sus ojos la imagen de un ser que permanecia quieto, y por tanto tiempo guardo silencio que lo tomo por mudo. Ante aquella presencia en medio del desierto y selva, DANTE sintió la esperanza y le grito: (DANTE – “¡ten compasión de mi!, cualquier cosa que seas, sombra u hombre verdadero”.)

VIRGILIO- Hombre no soy- pero lo he sido. Yo naci en tiempo de Julio Cesar y vivi en Roma, bajo el imperio del buen Augusto y a la sombra de falsos dioses. Y tù que aun vives encarnado, ¿Por qué vienes aquí, donde reina el sufrimiento? ¿Por qué no subes al deleitoso monte, que es la razón y el ámbito de la alegría?

DANTE- ¡Oh!... ¡Tu eres Virgilio! ¡Tu eres la fuente de aquel raudal de elocuencia! ¡Tu eres la gloria de todos  los poetas!; tus libros han sido mi guía en el conocimiento y has dado brillo a mi estilo… mira las fieras que con furia me acosan… ¡Librame de ellas, ilustre sabio!, pues se tensan mis venas y bate mi pulso desesperado.

VIRGILIO- No es èste el rumbo que a ti conviene- esas fieras protegen sus terrenos y matan a quien lo intenta, pues su índole es malvada y nunca satisfacen sus nefastos deseos. Ahora yo me atengo solamente al bien tuyo y sere tu guía para que salgas de aquí; pero tendras que pasar por un lugar eterno, donde escucharas desesperados gritos y veras muchas almas que sufren de tal forma, que piden la misericordia de una segunda muerte.

DANTE- Poeta- te ruego, por ese DIOS que no has conocido, que liberes de este amargo trance y me guìes por donde sea menester.

NARRADOR- Se marchaba ya el dia y el aire de la noche invitaba a los seres animados de la tierra a descansar de sus fatigas; pero DANTE se disponía a soportar las angustias que le causaba aquel camino.

DANTE- ¡Oh musas de sublime ingenio, vengan en mi auxilio! ¡Oh mente mia que todo guarda… aquí se prueba tu excelencia!. –poeta-, tu que eres mi guía; antes de conducirme por estos caminos, dime si mi virtud y fortalezas son suficientes. Virgilio dime, ¿Por qué he de ir yo por ese camino? ¿Quién me otorga esa gracia?

VIRGILIO: -Si comprendo tus palabras-, tu alma esta contreñida  por miedo, lo que es comprensible, pues muchas veces el temor se apodera  del hombre de tal manera, colocándolo en las mismas condiciones de una bestia que se asusta delante de un fantasma. Y te dire quien me manda hacia ati. Ella es una dama muy fina y estas fueron sus palabras:

VIRGILIO- Estaba yo en el lugar que llaman el limbo, cuando fui llamado por una joven muy bella, por lo que acudì de inmediato y me puse por completo a sus ordenes. Resplandecian sus ojos como el Sol y con dulce y angelical acento, medijo.

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