Garantia de Ingresos, reformas en las pensiones.

GARANTÍA DE INGRESOS:

REFORMAS EN LAS PENSIONES

La reforma propuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 trae consecuencias devastadoras de cara al futuro. En resumidas cuentas, la modificación supone ampliar gradualmente de los 65 años a los 67 años la edad de jubilación (pudiendo hacerlo a los 65 con 38 años y seis meses cotizados) y elevar de 15 a 25 años el periodo para calcular la pensión. Pero antes de nada, debemos situarnos en nuestro sistema de pensiones.

Nuestro sistema público de pensiones se compone por las pensiones que otorga la Seguridad Social para trabajadores y sus familias (pensiones contributivas), pensiones del Estado (no contributivas) para quienes no hayan podido cotizar, ejemplos son las pensiones y complementos para las pensiones bajas y el mercado de pensiones privadas. Este sistema es un Sistema de Reparto o Solidaridad Intergeneracional, es decir, la solidaridad se da horizontalmente, entre generaciones. Coloquialmente podríamos decir que los jóvenes pagan la jubilación a los mayores. Aquí está el principal problema: los jóvenes no van a poder pagar esa jubilación. La población ha envejecido, la esperanza de vida es mayor, la natalidad es menor y cada vez son menos las personas que trabajan. Las pensiones dependen de la demografía, de la productividad y del crecimiento pero en España el número de parados supera los 5 millones de personas y la pirámide se ha invertido, es decir, el número de ancianos supera al de los jóvenes. Además por si fuera poco, estos jóvenes no tienen nada fácil el acceso al mercado laboral. A causa de esta incapacidad de pagar la jubilación a nuestros mayores, cada vez más se recurre a un plan de pensiones (privados). Pero esta alternativa, a la cual las compañías de seguros están sacando mucho provecho, solo pueden disfrutarla unos pocos privilegiados. En la situación en la que nos encontramos (crisis, desempleo...) pocos son los que puedan permitirse mes a mes invertir en un plan de pensiones. Esta es otra cuestión, porque habrá personas que no puedan acceder a las pensiones públicas y tampoco a las privadas.

Debería haber un equilibrio entre los que pagan (trabajadores) y los que cobran (pensionistas). En España por cada dos trabajadores hay un pensionista, cuando 2,1 trabajadores por pensionista sería la cantidad límite para estar en una situación favorable, es decir, España está por debajo de este límite. Las pensiones aumentarán en relación con la coyuntura demográfica y económica, pero el sistema está en riesgo porque los salarios se mantienen o se reducen y el IPC cada año sube, con lo cual, ofrece menos garantía o tiene menos capacidad de hacerlo.

Para que esta reforma se llevase a cabo, fue necesaria la participación de nuevos y tradicionales agentes, entre estos últimos: el Gobierno, la patronal y los sindicatos. Los nuevos agentes (Oposición, organismos internacionales, think tank..) a pesar de no pactar tienen gran influencia sobre el resto. Como suele ocurrir, los sindicatos y la oposición se mostraron contrarios a estas modificaciones en las pensiones.

La oposición estudió recurrir la reforma en el Tribunal Constitucional alegando que ataca los derechos de los más débiles. Además señaló que no estaba de acuerdo con las modificaciones relativas a las condiciones de jubilación anticipada y parcial ya que afirma que España no tiene un problema de jubilación efectiva.  Siguiendo por esta línea, denuncia que se está haciendo una utilización perversa y engañosa, que va a conllevar una pérdida muy importante de los derechos de pensión, que es lo único que tienen los trabajadores cuando son despedidos a una edad tardía para volver a incorporarse al mercado de trabajo.

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