Geociencias
Esmeraldaperez20 de Febrero de 2015
7.774 Palabras (32 Páginas)241 Visitas
ANOTACIONES SOBRE LA GENESIS DE LOS SUELOS
1. DEFINICION
“El suelo es un cuerpo natural dinámico, resultante de la interacción de los factores”.
Los suelos se forman como resultado de la interacción de factores climáticos y biológicos que actúan sobre los materiales de la corteza terrestre, transformándolos a través del tiempo, y produciendo el perfil podológico, mas o menos diferenciado en horizontes, según las características del relieve y la mayor o menor intensidad de los procesos físicos, químicos y biológicos involucrados.
En el presente artículo se trata de explicar cuáles son los principales factores y procesos responsables de la pedogénesis.
2. FACTORES DE FORMACIÓN DE LOS SUELOS.
Los factores de formación de suelos son agentes o fuerzas que interactúan para generar procesos, transformaciones o modificaciones en los materiales que dan origen a los suelos.
En la literatura científica mundial se ha establecido que son cinco los principales factores responsables de la pedogénesis, el orden de importancia de estos cinco factores, según su mayor o menor influencia en los mecanismos de la formación de los suelos, no es fácilmente determinada, varia de acuerdo a las características del factor y a las condiciones del sitio donde se encuentre.
Se describen a continuación los principales factores formadores de suelos.
2.1. MATERIAL PARENTAL.
El material parental de un suelo está constituido por el conjunto de rocas y sedimentos transportados por el agua o por el viento, principalmente cenizas, lapilli, pómez y otros materiales piroclásticos, aportados por las erupciones volcánicas ocurridas en diferentes épocas, principalmente durante el Cuaternario. Los materiales de cenizas, han sido transportados por el viento o removidos por las aguas de escorrentía y luego transportados por los ríos que descienden de las montañas, formando depósitos recientes o antiguos, gruesos o delgados, según como haya sido la dinámica eólica o fluvial durante el deposito y la relación con las emisiones volcánicas de los piroclastos.
Hay que tener en cuenta igualmente, que el tipo y tamaño de los materiales que forman los suelos, dependen también del origen y caudal de las corrientes de agua que remueven, acarrean y depositan estos materiales. De la misma manera, los sedimentos y aluviones depositados en alguna época, en un sitio determinado, es posible que hayan sido retomados, removidos, retransportados y redepositados posteriormente en otros lugares, debido a los cambios en la dinámica fluvial.
El material parental fue considerado por los primeros edafólogos como el factor mas determinante en la formación de los suelos; de hecho, los primeras clasificaciones de suelos se fundamentaron en las características y composición del material geológico.
Cualquier roca consolidada bien sea ígnea, metamórfica o sedimentaria puede dar origen a un suelo, la velocidad de intemperización o desintegración de las rocas depende fundamentalmente de su composición mineralógica; los minerales blandos se alteran fácilmente liberando los elementos que dan origen a los suelos, los minerales duros resisten más la acción de los factores activos.
El cuarzo es el mineral constitutivo de las rocas que más resiste al proceso intempérico. Desde el punto de vista pedológico es importante tener en cuenta el contenido de cuarzo en las rocas; la cantidad de este elemento presente en una roca permite establecer una clasificación, las rocas ricas en cuarzo se denominan ácidas, las de poco cuarzo se denominan básicas.
Las principales rocas ácidas son, el granito, la granodiorita y las tonalitas, contienen generalmente más del 25% de cuarzo y a veces hasta el 50%.
Los suelos formados a partir de estas rocas tienden a ser permeables y friables, generalmente ácidos, con bajos contenidos de bases y baja reserva de nutrientes minerales; los colores predominantes en ellos son amarillos o pardo amarillentos debido al bajo contenido de hierro en las rocas originales; además, la mineralogía de las arcillas en estos suelos tiende a ser caolinitica en los climas más cálidos y húmedos y montmorillonítica, vermiculítica o illítica en los climas fríos y áridos.
Las principales rocas básicas son los gabros, las diabasas y los basaltos, tienen generalmente colores oscuros, en su constitución mineralógica no existe abundante cuarzo, predominan los feldespatos y los olivinos.
Las rocas básicas son ricas en minerales de hierro y magnesio con feldespastos de calcio, que se descomponen con rapidez, produciendo una cantidad elevada de arcilla e hierro libre.
Los suelos derivados de estas rocas mantienen elevados el contenido de bases, el contenido de arena cuarzosa es muy bajo, tienden a ser ricos en arcilla, de colores pardos o rojo oscuro, pues su contenido de hierro libre es alto; el pH y los contenidos de bases son altos, las arcillas predominantes son las caolinitas y haloisitas cuando las rocas se alteran en condiciones de buen drenaje, y montmorillonita cuando la alteración se sucede en condiciones de mal drenaje, o cuando existe una temporada marcadamente seca.
Las cenizas volcánicas son materiales minerales muy importantes en el origen de los suelos, su contenido y distribución en el mundo son muy significativos, y los suelos derivados de ellas son muy variados y extensos.
Las cenizas volcánicas se componen de fragmentos de vidrio volcánico, feldespatos fácilmente intemperizables y minerales ferromagnésicos, con cantidades variables de cuarzo. La mayoría de las cenizas volcánicas son andesíticas, moderadamente básicas en su composición, sobre todo las existentes en la cercanía a la Cuenca del Pacifico.
Las cenizas volcánicas dan propiedades bastante definidas a los suelos que originan a lo largo de una amplia gama de condiciones climáticas, la principal característica que heredan los suelos de la cuenca volcánica es la presencia de “alofana”, un silicato de aluminio amorfo que imprime a los suelos condiciones especiales como las siguientes:
Perfiles de suelos generalmente gruesos, friables y bien estratificados.
Presencia de abundante humus, íntimamente ligado al alófano lo cual les imprime color oscuro a muy oscuro, y al mismo tiempo el humus es de difícil descomposición microbiana.
Los colores del suelo en ausencia del humus son generalmente pardos, con apariencia cerosa o grasosa.
La densidad aparente es muy baja debido fundamentalmente a la abundancia de poros, por lo que presentan una sensación de esponja.
La abundante porosidad les permite una alta capacidad de retención de humedad.
Los agregados estructurales son muy débiles.
Carecen casi totalmente de adhesividad y plasticidad cuando el material está húmedo, en ocasiones se deshidratan irreversiblemente.
Presentan alta capacidad de intercambio catiónico.
No se dispersan con facilidad, por lo que la determinación de la textura en el laboratorio se hace muy difícil.
2.2. EL CLIMA.
Las dos características del clima que se miden con mayor frecuencia y que más se han correlacionado con la formación de los suelos son las precipitación y la temperatura. Es bien conocida la importancia del agua bajo cualesquiera de sus manifestaciones: agua lluvia, agua freática, humedad relativa, etc., y de la temperatura, como factores climáticos en la formación de los suelos.
El clima no solo influye en la formación de los suelos por el control de algunas de las reacciones químicas y físicas que se suceden en el proceso evolutivo, sino porque sirve de controlador y modificador del factor orgánico y aún del factor relieve, puesto que actúa directamente en la evolución de las formas de la superficie terrestre. Además, el clima no es un factor muy estable, puede sufrir cambios severos en años equivalentes a la edad de algunos suelos.
El agua es el agente mas significativo en la evolución de los suelos, la mayoría de las reacciones químicas se suceden en medio acuoso, las plantas toman elementos nutritivos en medio acuoso, así el agua participa en la formación de la materia orgánica, que a su vez se constituye en factor importante para la formación de los suelos; de otra parte, el agua transporta materiales de un suelo a otro o dentro del mismo suelo, el agua al congelarse rompe los materiales rocosos, ayudando así a la meteorización física de los minerales.
Es fácilmente observable el papel que desempeña el agua en la superficie del terreno, especialmente en la erosión y depositación de materiales, sin embargo, el papel mas importante del agua se sucede dentro del perfil del suelo, algunos análisis realizados han permitido deducir la influencia de la precipitación en las características de los suelos, las cuales se pueden resumir así:
La concentración del ión hidrógeno en el suelo aumenta al aumentar la precipitación (disminuye el pH)
La profundidad de los carbonatos y elementos solubles aumenta en áreas lluviosas.
Los contenidos totales de nitrógeno son más altos en las regiones con alta precipitación.
La formación de minerales arcillosos se favorece en los climas húmedos, por lo tanto los contenidos de arcilla son mayores.
La temperatura es otro componente del clima muy determinante en la evolución
...