Geografia arma para la guerra

La Geografía, un arma para la guerra

A través de su obra, Yves Lacoste presenta una visión bastante interesante e incluso muy realista respecto al papel que juega la geografía para la élite que mantiene el poder y el dominio, y las estrategias que llevan a cabo para maquillar a la disciplina, de manera que nadie llegue a sospechar lo importante que resulta el analizar el espacio.

Básicamente, lo que ha sucedido desde el siglo XIX es que la geografía se dividió en dos: la geografía de los profesores, de corte monográfico, descriptivo y aparentemente sin ninguna utilidad práctica, y la geografía del Estado, que apremia el conocimiento espacial para llevar a cabo estrategias de dominación.

El seguir perpetuando entre la población la idea de que la geografía es sólo un cúmulo de conocimientos relacionados entre sí, y que sólo debe memorizarse es vital para que nadie intente ir más allá, es decir, para que no se analice el espacio.

Se intenta que los militares, policías y personas poderosas sepan lo estratégico que resulta, por ejemplo hacer e interpretar un mapa, ya que sólo ellos deben sacar provecho del conocimiento del espacio (el capitalismo está interesado en la geografía, pues conociendo a detalle el espacio geográfico tienen la posibilidad de obtener ganancias), y no las grandes masas, que a pesar de tener acceso a los mapas y representaciones cartográficas del espacio, no tienen ni la menor idea de cómo descifrar el contenido que allí se encuentra.

En la época actual, hay otro problema respecto al posible análisis del medio por parte de las personas, y es que, a diferencia de épocas pasadas cuando la población conocía perfectamente aunque sea sólo la porción de espacio donde se desenvolvía diariamente, el ahorro de tiempo gracias a los nuevos medios de transporte ha provocado que se distorsionen las escalas, y se conozca de manera muy fragmentada el espacio, pues se conocen varios puntos lejanos, pero todo el espacio entre ellos se desconoce, pues no resulta primordial.

En las escuelas, además, la geografía es utilizada para afianzar los sentimientos nacionalistas, al mostrar que el espacio de un país es un hecho y debe defenderse. Sin embargo, no debe culparse a los profesores de impartir una geografía sin utilidad, pues a fin de cuentas, ellos han sido engañados y convencidos de que así debe ser la disciplina. Lo ideal sería promover que los estudiantes comiencen a analizar el espacio y no sólo a memorizar, el problema es que los gobiernos y la élite muy difícilmente dejarán que esto suceda, pues su permanencia en el poder automáticamente correría peligro.

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